𝐼𝑡'𝑠 𝑓𝑢𝑛 𝑡𝑜 𝑙𝑜𝑠𝑒 𝑎𝑛𝑑 𝑡𝑜 𝑝𝑟𝑒𝑡𝑒𝑛𝑑
1994
El grunge se había apoderado de los walkmans, los teléfonos tenían cables y los celulares eran demasiado caros para tener uno, había revueltas en las calles por las crisis internacionales...
—Fue muy lindo contigo. — murmura Sadie mientras ambas están en clase de cerámica. Su profesora, la señorita Bouno está leyendo una revista después de haberlos puesto a hacer una vasija un poco complicada, pero al menos les ha dado tiempo para que Millie le cuente a la pelirroja lo que ha pasado el día anterior — Pero en serio, muy lindo, y eso es raro.
—¿Qué tan raro? — la castaña ladea su cabeza un poco perdida entre la clase y sus pensamientos — Quiero decir él es agradable, cae bien, en general me parece que es muy simpático con todos.
—Es la manera en la que te trata a ti. — explica su amiga arrugando el cejo, verdaderamente parece empeñada en el tema — Siempre hablamos de que contigo es diferente y que sí, tal vez le gustas, bien, pero empiezo a creer que... — deja sus palabras en el aire y en parte Brown no quiere oírlo ya que no desea hacerse ilusiones — Es serio.
—No. — se levanta de la nada y camina hasta un estante que hay en el fondo del salón con diferentes utensilios para tratar el material tratando de dejar la conversación ahí, de inmediato, Sink la sigue.
—¿Por qué huyes? — cuestiona la mayor con un tono ciertamente severo — Te lo digo de verdad, es que ya no se está comportando como si fuera un ligue más o si quisiera llevarte a la cama, está siendo material de novio.
—Dios mío Sadie, estoy sorprendida de la sarta de estupideces que me estás soltando esta mañana, lo juro. — trata de disipar aquellas señales que su cabeza empieza a resaltar en ese momento de lo que ha pasado los últimos días — Yo pensé que eras más inteligente...
—No, yo pensé que tú eras más inteligente y verías algo como eso. — se señala y luego la observa por unos segundos de forma más inquisitiva — A menos que tú sí lo hayas notado... — empieza sin dejarla ir, por lo que juntas regresan de nuevo a su asiento — Lo hayas notado y no quieras aceptarlo ¡Eso es! — chilla triunfante ganándose una callada comunal de parte de todos ya que están ocupados y los interrumpe con lo de la vasija, a lo que rueda los ojos exasperada para luego volver con Millie— Sabes por qué lo hace, pero ahora eres tú quien ignora sus sentimiento, no lo entiendo ¿Por qué? — pone una mano en el hombro de la aludida — Sé que le quieres, lo has hecho por demasiado tiempo ¿Qué te detiene? — la pintora baja el mentón por unos segundos pero sus pupilas avellana se desvían, y al otro lado de la clase con unos audífonos en los oídos mientras trata de darle forma a su cerámica está cierta chica de cabello oscuro que apenas siente que la miran levanta sus pulgares divertida para luego seguir con lo suyo.
