1010

3.2K 280 0
                                    

Dejé lo que hacía y me acerqué a ella, sin pensarlo comenzamos a escarbar frenéticamente hasta que mis dedos pudieron sentir el duro metal.

—Aquí está -dije

Buscamos la orilla de la puerta y cuando la encontramos batallamos un poco al abrirla, ciertamente había pasado mucho tiempo desde que fue abierta.

Era un pequeño túnel de un metro por un metro, lo suficiente para que alguien se arrastrara por aquí.

—¿Qué si no hay salida del otro lado? -pregunté

—Sí lo hay, vamos

Se quitó los tacones y en la misma mano que los llevaba, tomó la falda se su vestido, para poder entrar al pequeño túnel y arrastrarse seguía por mí.

Aquí dentro y después de cerrar la puerta detrás de mí, todo estaba a oscuras, en serio no se podía ver nada y se podía sentir como nos quedaríamos sin aire si permanecíamos mucho tiempo aquí dentro, lo bueno, es que no era tan largo, simplemente era para cruzar el muro.

—Aquí está la salida -anunció antes de detenerse -era real la historia, después de todo -sonaba feliz al saber que la historia que probablemente tanto escucho resultó ser real

Empujó un poco, pero a diferencia de la otra puerta, esta parecía haber sido abierta recientemente.

Al salir del túnel ella tomó por completo el mando, hace tiempo que no estaba aquí, incluso no estuve en el tiempo que las cosas se dividieron de esta manera, así que no sé qué tanto hayan cambiado las cosas. Pero no hubo necesidad de palabras, ella tomó por completo el camino como yo lo había hecho en el centro. Tomó mi mano y comenzamos a caminar por detrás de los edificios, moviéndonos con tanta fluidez que me hizo darme cuenta de que ella realmente era una experta andando por la oscuridad.

—¿Qué tan lejos vives?

—No falta mucho, unas cuantas cuadras más

—Bien

Presionó mi mano y comenzamos a caminar de nuevo. En nuestro camino nos encontramos con varios tipos de los que ella me advirtió que eran personas que se dedicaban a hacer de esto más mierda, personas que roban, matan y hacen desmanes, pero jamás nos vieron, nos quedábamos en silencio y nos movíamos con cuidado para alejarnos de ellos. Hasta que por fin llegamos a un edificio de departamentos en malas condiciones.

—Estamos a salvo ahora -dijo ella entrando al lugar

Subimos las escaleras hasta una puerta vieja y en malas condiciones también.

—Bienvenido a mi casa -sonrió

Buscó entre los cables que salían de la pared a nuestra derecha y sacó una llave palteada.

—Eso ¿No es peligroso?

—No -negó con la cabeza -son cables viejos que no quitaron, los reales están arriba

Señaló con su dedo al techo donde pude ver miles de cables, uno encima del otro, como telarañas oscuras mal organizadas.

Abrió la puerta y entramos con rapidez. Era un departamento nada impresionante, era como en el que vivía yo y mamá hace tiempo, justo cuando todo comenzaba.

Ella dejó la llave en un bowl que había sobre una mesa de madera a un lado de la puerta y se quitó los tacones con una mueca de dolor.

—Estas... sangrando -dije

Los tacones le habían lastimado los tobillos y ahora estaba sangrando.

—No importa, ya estamos en casa -dijo

La Resistencia (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora