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A la hora de la cena, Jimin me despertó como lo había prometido. La casa estaba a oscuras, pero Isaac había encendido la chimenea y esa poca luz del fuego iluminaba. Hacía que las sombras de las cosas que nos rodeaban parecieran que bailaban.

Dejó mi cena en la mesa de té frente a mí y volvió a sentarse en su lugar.

—Háblame de ti -dijo

—¿Qué quieres saber específicamente?

—Lo que sea, realmente

—Bueno, me llamo Kayla Clemons, tengo 23 años, el próximo año es mi último año de escuela, me gusta el color negro, me gusta el chocolate, adoro el olor a frutos rojos y vainilla, odio los ruidos fuertes y me hubiera gustado visitar alguna ciudad de Asía o Europa... y ya

—... ¿Tienes novio?

—No -sonreí -eso es en lo último que pensaba todos los días

—¿Qué era en lo primero que pensabas?

—En regresar a casa a salvo, en que hubiera comida sobre la mesa para todos, en que papá y Kenan regresaran y en que hubiera dinero para pagar la renta del departamento

—Entiendo porque un novio era lo último en tu lista de prioridades

—Supongo que muchos piensan igual

Hubo un momento de silencio.

—No pensé... que las cosas fueran tan difíciles

—Lo son, tristemente

—Lo lamento -susurró

—¿Sobre qué?

—Sobre que todos tengan que pasar por eso

Este chico era de buen corazón, nadie se disculpa por cosas como estas.

—Tú no tienes que disculparte de nada, tu no tuviste la culpa de que todo esto pasara -sonreí -no son cosas que estén en nuestras manos

—Me siento culpable de no saber la situación en la ciudad... en el país, solo lo que pasaba en mi pequeña burbuja

—Me alegra que no lo supieras

—¿Cómo? -me miró confundido

—Es bueno que tu no tengas que pasar por todas esas dificultades, estoy feliz de que tú y tu madre hayan estado a salvo todo este tiempo

Aunque estuviera un poco oscuro, pude ver cómo sus mejillas se ponían rojas, por lo que bajó la mirada inmediatamente y se llevó un bocado de comida a la boca nerviosamente.

—Yo... am ¿Quieres un poco de agua? -dejó su comida en la mesa y me estiró una botella de agua

—¿Dónde la conseguiste?

—Fui afuera a buscar más provisiones, cuando estabas dormida

—¿Viste a alguien o escuchaste algo?

—Nada, este lugar está completamente solo

—Eso es bueno

—Podemos estar tranquilos, cualquiera que haya salido de la ciudad van hacia adelante, no creo que nadie pase por aquí para ir hacia el encierro

—Como nosotros -susurré

—Como nosotros

Después de la cena, Isaac me llevó a la segunda planta donde había tres habitaciones con camas demasiado decentes considerando las condiciones del lugar, no limpias del todo, pero por lo menos eran buenos lugares para descansar.

Él me dejó sobre una de las camas y me cubrió con una cobija.

—Dormiré en la siguiente habitación

—No -lo tomé de la muñeca rápidamente -duerme aquí y cierra la puerta, si alguien entra y estamos separados, estaremos en desventaja, más yo

—P-Pero... no voy a dormir en la misma cama

—No seas tonto -sonreí divertida -esas cosas de dormir en la misma cama con una chica que acabas de conocer quedaron en el pasado, no vamos a hacer nada, solo dormir, ahora es vivir o morir, Isaac

Era real, no podía dejarlo ir a una habitación lejos, si alguien llegaba a entrar a la casa sin que ninguno de los dos nos diéramos cuenta, sería malo y sería mucho más malo si primero llegaba a mi habitación, en la condición en la que estoy, estoy en mucha desventaja y no podría moverme o moverme rápido hasta donde estuviera él y en segundo punto, no lo dejaría dormir en el suelo, es frío e incómodo y así como yo merezco descansar bien, él también, más ahora que tiene que esforzarse al doble al tenerme a mí como carga.

—Pero...

No podía evitar sonreír al verlo avergonzado por la idea de dormir a mi lado en la misma cama.

—B-Bien -dijo al final

—Cierra la puerta y... -miré a mi alrededor hasta que encontré algunos libros -ponlos de pie a los pies de la puerta, si alguien abre, caerán como efecto domino y escucharemos, no nos tomarán por sorpresa

Hizo lo que le dije, tomó tres libros que colocó de pie, tan inestables que con un ligero movimiento de la puerta caerían al suelo y harían el ruido suficiente como para que nosotros pudiéramos escucharlo y despertar.

Me acomodé en mi lado de la cama y le di la espalda mientras escuchaba como él se alistaba de su lado para también dormir, se metió a la cama y hubo un completo silencio.

—Lamento... ser una carga -dije

Tenía que sacarlo, me sentía de ese modo y tenía que sacarlo.

—No eres una carga -susurró

—Fue un error lastimarme de esta manera

—Fue solo un descuido... en realidad, siento que yo soy una carga para ti

—¿Qué? -me giré en la cama para poder mirar su rostro, no hubo mucho que mirar, la habitación estaba a oscuras después de que él apagara la vela que había encontrado en su búsqueda

—Soy inútil, he vivido con todas las comodidades desde que era niño, no como tú, sabes escalar muros, encender autos con los cables, abrir candados, eres muy lista, yo solo te sigo

—Con eso me basta

—¿Ah? -giró un poco su cabeza hacia mi

—Tal vez no sepas esas cosas, pero eres muy listo en tus áreas, además, estas conmigo, sin ti, probablemente ya me hubiera rendido desde hace mucho, me gusta que estes conmigo

Los dos quedamos boca arriba mirando el oscuro techo.

—A mí también... me alegra mucho estar en esto contigo

Sonreí un poco.

—Descansa

—Tú también

Cerré los ojos, relajé mi cuerpo y me quedé completamente dormida.

La Resistencia (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora