Dame una segunda oportunidad. (Tian guan ci fu)

3.- Sembrando recuerdos

El viento soplo cálido, el cielo pintaba un magnífico azul y la gente del pueblo limpiaba y cuidaba de sus cultivos.

Algunos de los mendigos que acompañaron a Shi Qing Xuan habían regresado a la capital, pero otros pocos se quedaron atrás para esperar a su amigo y ahora estaban ayudando con la labor de campo.

Qing Xuan miraba el paisaje sentado en una roca bajo el cobijo del enclenque árbol que lo ocultó la noche pasada, pensando en el consejo que el Príncipe Heredero le había dado.

Tiene que hacer todo lo que esté en sus manos para regresar al cielo, solamente así estará lo suficientemente lejos de Aguas Negras.

Sin pensarlo sus ojos se posaron en Hua Cheng y Xie Lian, ambos platicaban animadamente mientras quitaban los brotes de cizaña de su huerto.

A los ojos del joven ex Oficial, ellos dos eran el mejor ejemplo de mejores amigos, siempre estaban juntos y cuidaban uno del otro, comían juntos, vivían juntos, hacían todo juntos.

Y así siguió mirándolos por un buen rato sintiendo una gran nostalgia y soledad en su corazón. Entonces noto algo inusual, una tenue caricia en el rostro del otro, después vino un tierno y juguetón abrazo, y como flecha, un fugas besó en los labios.

Shi Qing Xuan, quien hasta ese momento estaba jugando con su abanico roto sin perder de vista a aquellos dos, se puso en pie dejando caer su artefacto espiritual y sin palabras que pudieran salir de su boca dio un pequeño paso hacia atrás. Dejó de avanzar cuando sintió el bulto rocoso que había funcionado de taburete tan solo unos momentos antes le impedía avanzar más.

- Ellos se besaron... Ellos se acaban de besar!, y no le está dando energía espiritual... estoy seguro que no fue eso... Xie Lian y Hua Cheng ¿Son pareja de cultivación?...

Aquel suceso acabo por de destruir el concepto de Shi Wu Du había sembrado en Shi Qing Xuan. En donde el mayor sostenía que entre dos hombres solo podía existir amistad.

Y como un balde de agua helada las palabras de enojo de su hermano le cayeron encima lastimado aún más su ya de por sí adolorido corazón.

- Shi Qing Xuan, tú eres una vergüenza para mí, deja esa relación con Ming Yi.

- Pero Ming Yi es mi mejor amigo, tú no entiendes lo que tenemos entre los dos.

- Porqué lo entiendo y se que entre ese demonio Zorro y tú lo último que tienen es una amistad. Te lo estoy advirtiendo, no quiero verte de nuevo con el Maestro de la Tierra...

- ¡Ming Yi y yo!, siempre fuimos amigos, — dijo con tristeza, «nunca hubo "ese" tipo de relación entre nosotros. Siempre tuve miedo de dar el siguiente paso.»

El corazón del joven latió con fuerza, pensando en todas las veces en que él tocó a su amigo Ming Yi, lo abrazaba, le acariciaba el rostro, le ponía los alimentos en la boca, incluso hubo ocasiones en las que compartieron una cama.

Pensó en su vieja vida, cuando su amistad comenzó. Ming Yi era muy amable y cálido con él, eran muy unidos, siempre juntos desde la primera vez que bajo a la tierra acompañado de aquella persona y eso lo recordaba como si fuera ayer.

— ¿Que es lo que sentía por ti Ming Yi?

- Ming Xiong, Ming Xiong, ya estoy aquí, - dijo Shi Qing Xuan tomando del brazo a He Xuan.

- ¿Esperas que te llevé vestido así?

- Por supuesto, si mi hermano se da cuenta de que bajé al reino mortal y envía a sus sirvientes a buscarme, no sospechara de un par de recién casados, ¿No lo crees así?