Dame una segunda oportunidad. (Tian guan ci fu)

6.- Sembrando recuerdos

Diciendo adiós a lo importante.

Wu Yi terminó de acomodar la carreta, ayudo a Shi Qing Xuan a subir a la parte de atrás y partió de nuevo hacia el pueblo en la falda de la montaña.

— Maestro ¿quieres que te lleve al santuario del Príncipe Heredero? Está muy retirado para que vayas a pie.

— ¿A mí? Hoy no necesito ir a ese lugar, — dijo Shi Qing Xuan extrañado por la pregunta del muchacho.

— Pero en la mañana me dijiste algo acerca de que tenías que ir, — respondió Wu Yi fingiendo sorpresa.

— No lo recuerdo, pero, no creo que fuera por algo importante. Lo recordaría si fuera así, además a que iría tan lejos. No hay mejor santuario que el del Señor de la tierra, si pudiera, viviría aquí para ver el estanque todos los días.

El joven Wu Yi sonrió de lado, — ya vez, te dije que ya no querrías irte de aquí, — dijo entre dientes el joven pero Shi Qing Xuan no logro escuchar.

— Necesito tomar un baño y lavar mi ropa, no se como se ensució tanto. — El joven ex Oficial se miró las ropas. Manchas secas de pasto, lodo y lo que parecía — « ¡Sangre seca?...»

— El polvo del camino o la orilla donde te sentaste estaba lodosa, no lo sé.

— Sí, puede ser.

Los dos hombres platicaron de cosas triviales como si fueran amigos de toda la vida, sobre las flores del camino, el follaje amarillo y verde de los árboles. Hasta que se emparejaron con los hermanos que habían bajado antes que ellos.

— Joven Maestro, — dijo Wu Yi dirigiéndose a Shi Wu Du, ¿me permitiría llevarlos hasta el pueblo?

Wu Yi terminó la pregunta y la carreta se tambaleó. La jovencita se subió de un salto, tan ligera como un gato y se sentó muy cerca de Shi Qing Xuan.

— ¡Shi Qing Xuan! Baja de inmediato de ese carro, — sentenció el hermano mayor.

Wu Yi miró a los dos pasajeros con mucho interés.

Shi Qing Xuan se llevó la mano a la cabeza, pero no hizo nada más.

— Pero ge', nos invitaron a subir y yo ya no quiero caminar más, — Respondió la pequeña señorita.

— Parece que esta Mèi Mèi prefiere ir en la carreta, — dijo el joven ex Oficial, sonriendo amablemente. (En esta ocasión el significado de Mèi es hermana y Mèi Mèi se traduciría como hermanita).

Shi Wu Du se trepó en el carro y guardo silencio.

Wu Yi le lanzó una mirada de satisfacción al joven Shi Qing Xuan, quien  como siempre le regaló una hermosa sonrisa. El joven conductor azuzo al burro y este salió disparado por el camino cuesta abajo.

Shi Qing Xuan miraba al joven cultivador con gran interés, el solo hecho de mirarlo le causaba un gran vacío en las entrañas.

«¿Cómo lo ha llamado esta pequeña hermanita? ¿Shi Wu Du? Y ella es ¿Shi Qing Xuan?  No entiendo dónde he escuchado esos nombres.»

La pequeña se quedó dormida y dejó su peso sobre el hombro derecho de Shi Qing Xuan, poco tiempo después él también la acompañó al mundo onírico.

— Ming Xiong mira lo que compré.

— ¿Eso que es?

— Labial.

— Tu no necesitas eso.

— ¿Cómo lo sabes?

— Eso lo usan las chicas.