Capitulo 5 (Verdades Tormentosas)

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–No mejora –me quejo, limpiando aun la herida de Dante.

–No te preocupes ___(tn)___, ya has hecho bastante y es normal que no se baje la hinchazón de inmediato –dice Dante.

–La verdad lamento mucho lo sucedido hoy, siento que todo es mi culpa –suelto aire y me siento frente a él, mirándolo directo a los ojos.

–No, deja de pensar que es tu culpa –se queja –Yo lo provoque y él me provoco, punto.

–Sí, pero nada de esto hubiera pasado si...

–¿Quieres ir a cenar? –cuestiona, cortando mi pregunta.

–Am, bueno, yo... –dudo –No sé si sea lo más adecuado...

–¡Vamos, somos amigos! –exclama.

–Sí, lo sé –suelto –Es solo que aún no me siento lista para nada de esto, necesito más tiempo para mí, tal vez no lo entiendas pero estoy a punto de entrar a la universidad y quiero ser totalmente fuerte para lo que me espera –le digo.

–Pero es solo una etapa más de tu vida, no es como si la universidad fuera a cambiarte totalmente o como si tuvieras que cambiar para estar en ella –dice Dante y me mira intrigado.

Y es que él aun no lo sabe.

No sabe que no solo tengo que prepararme para entrar a la universidad, sino para entrar a una universidad en otra ciudad, donde tendré como compañero a Kevin. Tengo que ser fuerte para poder estar a su lado sin recordar todo lo que tuve y perdí, para salir adelante y ser profesional en todos los aspectos. Para volver a considerar a Kevin mí amigo.

Una lágrima sale de mi ojo derecho, delatándome.

–¿Qué es? –cuestiona Dante hincándose frente a mí, preocupado.

–¿Sobre qué? –lo evado.

–Por favor __(tn)__, no quieras ser del montón, tú no eres así, vamos, dime ya que es lo que tienes –insiste y respiro.

Sé que tengo que decírselo.

–En dos semanas estaré en otra ciudad –suelto –Tengo una beca por parte de los padres de Kevin, no quería aceptarla pero al final no me quedo de otra. Yo les pagare en cuanto tenga un trabajo estable y la única condición es que ayude a Kevin en las materias, como siempre.

Dante me observa sin expresión alguna en el rostro.

–¿Por qué no me dijiste que necesitabas dinero? –Cuestiona –Yo te lo daré, solo dime cuanto necesitas y...

–¡No necesito dinero! –Exclamo irritada –¡Necesito mi vida de vuelta Dante! Necesito salir a tomar el sol y poder respirar tranquila, seguir con los planes que siempre tuve. Y no puedo hacerlo si me quedo estancada aquí, ellos me están ofreciendo la oportunidad de recuperar mi vida, la vida donde no estaba Justin y no estabas tú –le digo y su rostro decae de inmediato. Pongo mis manos en sus mejillas y le sonrío con tristeza –Pero en esta si te quiero a ti en ella, quiero que sea como lo es ahora. No quiero perderte, tú fuiste apoyo cuando lo necesite y tal vez me duela un poco la circunstancia en la que te conocí pero no importa, porque cada segundo a tu lado lo compensa –le digo y de pronto esta abrazándome fuertemente, y puedo escuchar un sollozo.

–Eres increíble –dice Dante y me siento afortunada de tenerlo, es genial.

–Tú también –admito y me separo de él –Y tan increíble cómo eres tienes una clase en quince minutos y no llegaras si sigues aquí conmigo –sonrío.

JUSTIN.

Siento como se drena toda la sangre de mi cuerpo.

–¿Que dijiste? –cuestiono porque aún no lo creo.

No, no, no. Mierda... ¡NO!

–Justin, por favor, quiero que tomes esto con tranquil...

–No, no, no –me lamento.

–Hijo, por favor...

–¿Por qué ella no me lo dijo? ¿Pensó que yo no tenía derecho a saberlo o qué? –cuestiono desesperado. La necesito a ella justo ahora. Quiero tenerla enfrente y pedirle mil explicaciones, consolarla por lo de nuestro bebé y de pronto me detengo...

¿Y si el bebé no era mío?

Mi corazón comienza a retorcerse porque se que hay una gran posibilidad de que lo que estoy pensando sea cierto. Pero por Dios... ¿que creer? Ella me juró que no había estado con Dante y había mentido, estaba dispuesta a casarse conmigo estando embarazada y con una posibilidad del que el bebé fuera de Dante... o mío.

–Tengo que hablar con ella –suelto con los ojos vidriosos.

Odio hacerme ideas, me torturo aún más.

–¡NO! –exclama mamá de inmediato.

–¡¿Mamá que no te das cuenta de que si no lo hago voy a morir?! –cuestiono.

Voy a morir de pena si no lo hago.

Voy a morir lejos de ella que es aún peor.

–¡Ella no lo sabe, Justin! –grita y me congelo.

–¿Como que no lo sabe? –eso es imposible, es lo que en realidad quiero decir.

–Justin, aún quedan tantas cosas que explicarte...

–Pues hazlo mamá porque si no lo haces tú tendrá que hacerlo ___(tn)___ –digo y ella asiente.

–Después de esto no iras a buscarla –sentencia ella –La dejaras encontrar su propia felicidad y...

–¿Qué no te das cuenta de que después de esto tal vez no la quiera dejar nunca? –grito y ella se pone recta.

–¡Justin! ¡Te prohíbo que me vuelvas a gritar! –Sentencia –¡Tú la dejaste plantada en el altar y nadie más que tú es responsable de las desgracias que acompañan a esa niña! –dice ella. Esto es peor que un golpe, se siente más profundo. –Yo cumpliré con el deber de decirte lo que quieres escuchar, a pesar de estar rompiendo una promesa, pero tú debes cumplir con el tuyo y alejarte de esa muchacha. Aquí sale sobrando lo que tú sientas, perdóname hijo pero tienes que acatar lo que te ordene. A mí también me costó darme cuenta de la intensidad de la situación...

–Mamá no puedo prometerte eso –imploro, y siento como las lágrimas comienzan a derramarse de mi rostro.

–Entonces la conversación termino aquí –dice ella con los labios temblorosos.

–¿Sabes que iré con ella, verdad? –Digo –Por qué no descansare hasta obtener todas las respuestas a mis preguntas...

–¡Adelante! –Ahora la que grita es ella –¡Sé egoísta como siempre! Ve y dile lo que desees, arruina su vida aún más, porque quiero que sepas que en el momento en que esa pregunta salga de tu boca su vida estará arruinada para siempre, sin mencionar todo el daño que ya le has hecho –sentencia y guardo silencio.

Pienso muy bien mis siguientes palabras, porque de ellas depende lo que me queda de vida.

–Lo prometo mamá –declaro –Después de esto no volveré a hablarle.

___(TN)____.

–¿Cómo estuvo el trabajo mamá? –la cuestiono en cuanto la veo entrar en la sala de estar.

La extrañaba mucho, ya era costumbre tenerla diario a mi lado.

–Cansado cariño, como siempre –dice y me sonríe –¿Cómo estuvo tu día? –Pregunta entusiasmada –Un pajarito me dijo que saliste...

–¿Y ese mismo pajarito no te dijo que regrese y que no fue precisamente linda mi entrada? –Indago acercándome a ella –Fue largo –declaro ayudándola a cargar su bolsa para que se deshaga de su saco.

–¿Qué paso?

–Nada, ya no tiene importancia –recalco –Quería preguntarte algo –digo.

–¿Ah, sí?

–Sí.

–Dime, corazón –sonríe.

–¿Qué fue exactamente lo que tenía cuando fue internada en el hospital? –cuestiono.

Mamá se pone nerviosa de inmediato. Odia hablar de ese tema, pero en realidad necesito saberlo, necesito irme de aquí sabiendo que estoy en perfecto estado de salud y que algo así no volverá a pasarme estando alejado de la persona que más quiero en este mundo, mi mamá.

–__(tn)__, ya hablamos de eso cientos de veces y te he dicho lo mismo...

–Lo mismo que no me lleva a nada –hago un puchero –Mamá, es que una fiebre ¿por qué o qué? Necesito saber si es algo que volverá o fue solo una vez...

A mamá se le va el color del rostro y su respiración se acelera.

–Fue algo de una vez –declara –Jamás, escúchame, jamás dejare que eso te vuelva a pasar –dice y pone un mechón de mi cabello detrás de mí oreja –Solo fue fiebre mi amor, estabas tan triste que tus defensas decayeron, además no habías consumido alimento y te la vivías llorando, no tenías fuerzas y es por eso que con aquella fiebre decaíste de esa manera. Pero con el cuidado de los doctores y las enfermeras estas de nuevo bien y así seguirás.

–Mamá pero es que... me da un poco de pena, pero quiero estar segura –digo y muerdo mi labio inferior. Mierda... ¿cómo se lo digo?

–¿Qué sucede, amor?

–Antes de eso, bueno, no había tenido mi periodo y eso me hizo pensar que tal vez yo...

–¡No digas tonterías ___(tn)___! –Se exalta –Eres demasiado joven y ya te he dejado claro que fue una simple fiebre. ¿Tu periodo esta ahora normal, no? –cuestiona.

Asiento.

–¿Lo ves? Seguro fue algo hormonal o yo que sé. Habías tenido mucho estrés en esos días, era normal que se atrasara un poco –sin más se dirige a la cocina.

Subo a mi habitación de inmediato.

JUSTIN.

–¿COMO PUDIERON OCULTARLE ALGO ASÍ? –Mis ojos están llenos de lágrimas, ya ni siquiera puedo ver con claridad.

–Justin, si no lo hacíamos ella hubiera muerto de pena –solloza mamá –Tú no la viste, se desgarraba llorando, no comía, sus ojos siempre estaban hinchados y su cara, oh por Dios, Justin. Debiste haberla visto, llegue a pensar que iba a morir –y ahora las lágrimas corren por sus mejillas y las mías igual.

Soy un maldito bastardo.

–Entiende que si le hubiéramos dicho que la verdadera razón de su fiebre era que su bebé había muerto en su vientre ella se hubiera muerto, Justin, no lo hubiera soportado. Se culparía eternamente y te condenaría con ella –la abrazo fuertemente.

Trato de encontrar algo de consuelo en sus brazos, como lo hacía cuando era pequeño.

–Yo lo mate –digo –Mate a un pequeño que aún no venía al mundo y casi mato a su madre también, soy un maldito asesino –lloro y ella me aprieta aún más fuerte, pero no lo niega.

Soy un maldito asesino.

___(TN)___.

Sé que no debería pensar en Justin pero lo hago, es inevitable.

Aun puedo divisar su camioneta desde mi habitación y las luces de su sala siguen encendidas, sin embargo las de su habitación no, por lo que pienso que ahorita debe estar con su familia. Y su familia esta disfrutando de su sonrisa y su calidez. De sus bromas. De él.

No debería estar pensando en él, después de todo es un imbécil.

Y no siente nada por mí, solo tiene un ego malditamente grande.

Me gustaría tenerlo de frente y decirle tantas cosas. Escupirle en la cara que puedo salir adelante sin su ayuda y que pienso hacerlo. Y lo mejor de todo, que lo haré al lado de Kevin. Tal vez sea inmaduro querer darle celos pero es mi última arma. El bastardo tiene que saber que no es único y que no arruino mi vida.

Y entonces se lo que tengo que hacer.

El maldito entro a mi habitación tantas veces a escondidas para reclamarme cosas, ahora sabrá que se siente que alguien te haga lo mismo.

Del Sexo al Amor solo hay un Paso《Segunda Temporada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora