Déjalo y Mírame ✓

Epílogo

EPÍLOGO

{Obsolete de Nick Wilson}

A penas el timbre sonó, me levanté del asiento lo más rápido que pude. Mi compañera de Introducción a la Literatura agitó su mano para decirme adiós e imité su gesto. Colgué la mochila en mi hombro y salí de allí por fin. Una vez que estuve afuera, tomé aire y exhalé.

Al fin.

El verano había por fin llegado. Un mes libre de responsabilidades. Treinta días para hacer lo que se me diera la gana. Sonreí mirando el cielo azul, sin ninguna nube.

Caminé hasta llegar a la calle y miré hacia todos lados. Bajé la vista y observé el reloj en mi teléfono.

Ya tendría que estar aquí, pensé frunciendo el ceño.

Y cuando volví a subir la cabeza, el auto se veía en la lejanía. Sonreí aliviada. Levanté mi brazo y agité mi mano, para que pudiese verme. Las luces del auto parpadearon y solté una carcajada.

Cuando llegó hasta mí, no dudé ni un segundo en subirme. Arrojé mis cosas en el asiento trasero y luego me senté en el copiloto.

Sonreí. Con una mano, tomé su rostro y besé sus labios.

―Buenas tardes, señorita White ―murmuró contra mis labios.

Me alejé y lo golpeé en el hombro. Hizo una mueca de dolor.

―Ya te he dicho que no soy tu esposa.

―Pero podrías serlo ―finalizó Asher y ubicó un suave beso en mi mejilla.

Negué con la cabeza, pero no escondí mi sonrisa. Arrancó el auto y posicionó su mano encima de la mía.

Dejé que me llevara a quién sabe dónde.

Ya no sentía dolor. El corazón me funcionaba con total normalidad. Ya no pensaba en el pasado y vivía en el presente. En el ahora. Observé la ventana a mi costado.

―Isa ―llamó el chico tras el volante.

―¿Hmm? ―murmuré, sin voltearme.

―Déjalo ―dijo él.

Fruncí el ceño―. ¿Qué cosa?

―Tú sabes qué. Sólo déjalo y mírame.

Le hice caso.