CAPÍTULO 7
Dedicado a AylenGuadaGom
El moreno de ojos azules nos dirigió la mirada, sorprendido. Nos quedamos en un silencio incómodo hasta que oímos a alguien decir ¡Siéntense!, a lo cual obedecimos con Sophie rápidamente. Encontramos unos asientos detrás de Asher y no dudamos en sentarnos.
Con mi compañera compartimos una mirada de curiosidad.
―¿A dónde vas? ―pregunté, inclinándome hacia el costado, tratando de tener una visión más cercana de él. Me miró de reojo e hizo una mueca.
―A un sitio ―murmuró, mirando hacia la ventana. Y ninguna otra palabra salió de su boca.
Fruncí el ceño y me ubiqué nuevamente en mi asiento, pensando en lo idiota que era al preguntar cosas que tal vez eran privadas para él, o que simplemente no quería entablar una conversación conmigo más allá del trabajo.
Sophie me dedicó una sonrisa de pena, subiendo los hombros a su vez. Imité su gesto y obligué a mi cuerpo a quedarse quieto y a mi boca a quedarse cerrada. Luego de la primera parada, recapitulé los hechos recientes en la librería.
¿Cómo debería sentirme al respecto?, pensé, ¿feliz porque mi amiga tenía un hijo sano o molesta por los hechos previos a él? ¿Debería seguir guardándoles rencor? ¿Quién era yo para ellos? ¿Una pobrecita?
Solté una risa amarga, mordiéndome el labio e intentando que las lágrimas no saltaran, cuando de pronto el autobús volvió a hacer otra parada. Fue entonces que observé cómo Asher se ponía de pie y bajaba rápidamente, sin decirnos adiós.
Miré más allá de él y leí Hospital San Nicolás. Confundida, continué viendo hacia dónde se dirigía mi compañero de trabajo y, efectivamente, abrió la puerta principal y se desvaneció dentro.
―Apuesto a que tiene dos vidas y una de ellas es ser doctor ―bromeó Sophie, para relajar la confusión que imanaba el entorno.
―¿No es muy joven para ser doctor? ―continúe con su broma, dispuesta a mantener mi mente fuera de cualquier pensamiento o teoría que reuniera a Asher y el hospital.
―Tal vez nos mintió sobre su edad también ―añadió la rubia―. Tal vez tiene treinta y dos años, un hijo y, no te preocupes, también es viudo.
Me eché a reír junto a ella, pero no pude evitar estremecerme al oír la palabra hijo.
*
Mi departamento era un completo caos. Ropa tirada en el suelo, en cualquier sitio en realidad, algunos platos sucios de la noche anterior y rastros de paquetes de comida en la mesada. Suspiré al abrir la puerta y darme cuenta de las terribles condiciones que lo había dejado. Sentía como si últimamente no pasaba mucho tiempo por allí, lo cual era todo lo contrario a mis expectativas al llegar.
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Déjalo y Mírame ✓
Romance| En corrección | ☆ Obra destacada en WattpadChickLitEs ☆Segundo lugar en la categoría Fuego (Romance) en los Bright Writers Awards 2019 ☆Segundo lugar en la categoría Diario de una Pasión (Romance) en los Talents Awards 2019 (PRONTO SERÁ EDITADA GR...