CAPITULO 26 - PEQUEÑAS OBSESIONES

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Lee MinHo

Sabía perfectamente que se refería a que si, estaba segura de querer detenerse... pero tenía la esperanza de que cambiara de opinión cuando tuviera que responder de nuevo... estaba equivocado.

AhRi – Si, vamos a detenernos – dijo poniendo sus manos sobre mis hombros para alejarme un poco.

Me quité de encima de ella y me dejé caer de espaldas sobre la cama, viendo hacia el techo. Di un gran suspiro de frustración. Shin AhRi tomó un cojín para taparse el pecho, y se quedó abrazada a él en silencio por un momento.

AhRi – Lo siento – No!! Yo no quería que se sintiera mal por esto!

MinHo – Jajajajajaja, deberías de sentirlo señorita, el día que por fin pase y tenga las bolas azules ni preguntes! Jajajajja – AhRi se tapó la cara con las manos.

AhRi – Perdón!

Entonces me acosté de lado, recargado en un codo, y con la otra mano la tomé de la cintura y la giré un poco hacia mi.

MinHo – Cómo perdón amor? No digas eso. Mas bien gracias por esto – Le di un beso en la frente – Estuvo delicioso, gracias!

Sonrió apenada y se acorrucó junto a mí, me dio un beso en el pecho. Quité el cojín con el que se había cubierto por que estorbaba, a lo que ella reaccioné cubriéndose con sus manos. La jalé para abrazarla bien y le di un beso. Uno tierno, cariñoso, profundo.

MinHo – Estás bien?

AhRi – Mmmju – Contestó moviendo la cabeza de arriba hacia abajo.

MinHo – Entonces por que no me ves a la cara?

AhRi – Me da pena! – hundiendo mas su cara en mi pecho. Me dio risa, risa y ternura.

La solté y giré hacia el otro lado para buscar en el suelo el sweater que traía puesto. Una vez que lo encontré se lo entregué para que se lo pusiera. Era una pena tener que cubrir ese cuerpo, pero si se sentía incómoda... al menos pude verla otro poco mientras se lo ponía.

Terminó de ponérselo y se quedó sentada en la cama viéndome. Yo seguí acostado tumbado boca arriba.

AhRi – Te quieres quedar a dormir? – Volteé a verla de manera traviesa

MinHo – Creo que no sabes lo que pides amor

AhRi – jajaja, queeee? Quedate a dormir conmigo! – cómo podía negarme? Pero necesitaba primero ir a casa a darme un baño. Estaba mujer no tenía idea de cuantas veces me había enviado a casa a punto de explotar y había terminado apaciguándome yo solo. Sentía que había regresado a la pubertad... al menos hoy tenía mas material para fantasear.

MinHo – Voy a bañarme y regreso, si?

Esa noche caímos rendidos, abrazados el uno con el otro, jamás hubiéramos imaginado lo que la siguiente noche nos esperaba... la bendición de la ignorancia.

AhRi se fue al trabajo después del desayuno. Yo tuve un poco mas de tiempo, no tenía compromisos hasta medio día. Me fui por fin a mis compromisos y alrededor de las 2 de la tarde recibí un mensaje de AhRi.

AhRi – Amor, tengo algo que platicarte, avísame cuando vayas a casa.

MinHo – Si, todo bien?

AhRi – Todo bien, pero es algo serio. Te veo en la noche, va?

MinHo – Trataré de llegar lo antes posible. Te veo alrato, te amo.

AhRi – Te amo! :*

Me quedé un poco inquieto, pero aún así, cualquier mensaje de ella se sentía bonito.

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