Amor verdadero..? ||Percabeth, Caleo, Japer y Frazel||

Odio mutuo.

ANNBETH

Atenea y Afrodita nos entrenaron como verdaderas guerreras, en muy poco tiempo, una semana, para ser exactas.
Al parecer teníamos la mision de eliminar a unos semidioses que estaban infiltrados en el campamento. Nos habian elegido a nosotras por nuestra experiencia previa en combate.
Al parecer iríamos uno contra uno.

A pedido de su esposa, Hefesto nos había proporcionado armas de ultima generación, de las cuales estaba orgulloso.

También armaduras, ultra livianas, las cuales la diosa de amor habia transformado en vestidos, cada uno de un color diferente.
Armas retraibles, también manipuladas por Afrodita...

Y al parecer Afrodita decia que necesitabamos un descanzo, e inesperadamente nos dio a escoger, sonriendo triunfante.
"Ir a un Spa o al taller de Hefesto"
La sonrisa se le esfumó cuando elegimos.

Ya en el taller me asegure de procesar la mayor cantidad de información posible.
Sobre una mesa, a un lado de Hazel, vislumbre un objeto que se me hizo demasiado familiar, entonces pregunte mirando al Dios.
-¿Qué es esto, Señor Hefesto?

-Oh, es un prototipo de mejora para la espada de Jacks.. -El dios enmudeció. Como si estuviera a punto de decir algo imcorrecto

-¿De quién?- Inquirí curiosa

-De un semidios sin importancia- Aclaró retandole importancia con la mano.

Y se alejó de mi.

PERCY

Después de un nada agradable viaje luchando contra monstruos, la verdad estaba fastidiado.

Luego de amenazar con la espada a mi buen amigo que nunca me deja pasar, estabamos en el ascensor, con la musica de ascensor, la cual ya me sabía de memoria.
La tararee y Jason me miró mal. Leo evitó reir.

Al salir los guíe hacía el Olimpo, y sus templos.

De la nada en la mitad del camino apareció ella.
-Atenea -Dije seco.

-Perseus Jackson, nos volvemos ver.

FRANK

Se notaba el odio de Atenea a Percy y viceversa en todo el ambiente..
Me sentía acorralado. Habia una muy mala vibra

-Donde esta mi hija?
Percy apretó los puños -La encontraré.
Atenea lo miró con desaprobación -No eres digno
Esas tres palabras fueron lo único que necesitó para que la tristeza que Percy sentía, y no quería mostrar saliera a flote.
-Lo sé.

Dicho esto continuamos el camino.

No las encontramos por ningun lado. Hasta nos tomamos el atrevimiento de revisar las salas del trono.
Nada.

PIPER

Cuando estábamos por irnos del taller de Hefesto recibimos un iris de Atenea

-Semidiosas -nos hablo Atenea desde el reflejo. -Es hora.

Sabíamos a la perfección a lo que se refería. Asentimos.

-Annabeth -dijo llamando a su hija - Este sera tu objetivo. Observa con atención.

En la imagen se proyectó una foto de un chico alto y muy delgado, de ojos verdes cual mar y pelo azabache despeinado, su aspecto parecía el de un chico problematico y rebelde. Y esa sonrisa traviesa no demostraba lo contrario.

Annabeth se quedo un segundo observando. Asintió.

-Levezque. Tu objetivo...

Se proyectó la figura de un  chico asiático, y alto, muy corpulento, se notaba que tenía fuerza. Su pelo era negro con un corte militar y ojos carbón, parecía afable y criñoso como un niño.

-Calypso. Acercate.

Lucía un chico parecido a un payaso, por la sonrisa ,pelo marrón rizado y ojos  marrones, estaba susio y grasiento llevaba un camisa con un cinturón porta herramientas. Su mirada te dejaba en claro que no debias bajar la guardia a su lado.

-Mclean. Aquí, memoriza sua facciones -Me acerqué y me concentre.

Frente a mi podia ver un chico alto, de espalda ancha y musculoso. Sus ojos de un celeste cielo y su cabello rubio.
Tenía un pequeña cicatriz en el labio. Que le quedaba muy atractiva.

-Que desperdicio... -Pensé

-Quedo claro? -La voz autoritaria de Atenea resono
-Si, señora
-Bueeena suertee mis niñas!! -Afrodita exclamó alegre.

...

Ya seguiré..
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