Yoongi había llegado a la puerta del local junto a Jimin, a ninguno de los dos les hacía falta hacer cola para entrar, por lo que cuando el portero vio a ambos frente a él, de inmediato les hizo una señal con la cabeza y abrió la puerta. Ambos le ofrecieron las mejores de sus sonrisas y no dudaron en pasar hacia el antro. Al instante, sintieron la música envolverlos. Jimin sintió su teléfono vibrar y miró la notificación.
Jungkook~: El reservado de siempre, las botellas ya están aquí.
Jimin se acercó al oído de Yoongi y se lo comunicó, el otro asintió con una pequeña sonrisa y cogió su mano para guiarlo entre toda la gente a la zona de las escaleras para subir a la zona V.I.P. Cuando subieron, el primero en recibirlos fue Seokjin, quien se acercó a Yoongi y rodeó su cintura con el brazo y lo miró pícaramente.
—Esta noche no Jinnie, estoy buscando otras cosas. –le guiñó el ojo y Seokjin asintió un poco resentido mientras se alejaba.
Yoongi se acercó a la mesa donde estaban las botellas y sin dudarlo, descorchó el primer vino que cogió y lo echó en una copa mientras se relamía los labios, amaba el vino con locura. Echó un vistazo a su alrededor. Jimin ya estaba coqueteando como era costumbre con Jungkook, ellos mantenían una relación de folla-amigos algo extraña, pero eso a él no le interesaba, no era asunto suyo. Seokjin hablaba animadamente con Namjoon en un rincón bastante juntos. Negó levemente con una sonrisa mientras se acercaba a la barandilla del reservado y bajó la mirada observando la pista de baile, la cual estaba repleta de gente. La canción que sonaba era Good kisser de Usher, al ritmo de la música, comenzó a mover sus caderas suavemente mientras daba un trago a la copa. ¿Realmente no había nadie interesante allí?
[...]
Después de un par de canciones y dejar la copa en una mesa, decidió bajar a la pista ya aburrido del panorama que había allí arriba. Con elegancia, bajó las escaleras y se posicionó cerca de la zona de DJ. La canción volvió a cambiar, ésta vez fue My Humps de The Black Eyed Peas, una canción algo antigua pero que no perdía la esencia. Rápidamente se acostumbró al ritmo, moviéndose al son de este, sus brazos, sus caderas, sus piernas, era todo un espectáculo. Sentía las miradas pegadas a él, pero realmente no le importaba, a él le encantaba esa atención. Sabía que lo deseaban, pero no todos podían tener el placer de estar con él. Pero una sensación extraña le hizo tener un escalofrío. Sí, sabía que era de una mirada, podía sentirla, era como un sexto sentido, pero no sabía de dónde provenía, por lo que paseó disimuladamente la mirada por todo el local hasta pararla en la zona de la barra.
Ahí estaba el causante del escalofrío. Un chico castaño, bastante alto, de contextura delgada y mirada que podría quemarte. Ambos se mantuvieron la mirada, Yoongi que aún seguía con su movimiento de caderas, le dedicó una pícara sonrisa, como si le invitara a bailar. Y eso hizo aquel chico, se acercó lentamente con una mano en el bolsillo del pantalón. El chico gritaba sexo y peligro por todos los poros de su cuerpo, su mirada era de un depredador, era un jodido tigre.
El chico, lo agarró por la cintura y lo giró, dejándolo de espaldas a él. Su mano quedó en el vientre bajo de Yoongi, y sin dudarlo, lo empujo contra sí, dejando su espalda totalmente pegada al pecho del otro. Ambos se movían con gracia y sensualidad. Yoongi levantó su brazo y rodeó el cuello de aquel chico, aún sin nombre, y tiró un poco de él, dejando así ambas caras cerca. Levantó su mirada y volvió a clavar la mirada en aquellos ojos que eran hipnotizantes. Él le dedicó una sonrisa ladina, aún moviendo su pelvis contra el trasero del menor en altura. Se acercó a su oído y susurró su nombre con una voz grave. Taehyung...
Y la música volvió a cambiar, Sexyback de Justin Timberlake comenzó a resonar por todo el club, haciendo que las personas se volvieran locas por un instante. Ante el cambio, Yoongi no dudó en girarse para encararlo y pegarse a él sin dejar ningún tipo de espacio.
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Sexyback ━ OS Taegi NSFW
Hayran KurguYoongi es el chico más deseado de Daegu. Como todos los fines de semana, va a una discoteca en busca de alguien que haga su noche más electrizante. Es ahí cuando encuentra a un chico con mirada de tigre.