siete.

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MIEDOS

-Y entonces, ¿crees que este libro le gustará ?-preguntó el chico de ojos grises que durante media hora me había estado preguntando de una manera casi desesperada qué tipo de libro podía regalarle a su novia por sus seis meses de noviazgo.

-Si dices que es emocional, romántica, que llora con facilidad en momentos emotivos, pues créeme que le gustará.

- ¿Lo has leído?

-Sí, pero no es mi tipo de libro, muy...

- ¿Cursi?-preguntó con una leve sonrisa.

-Iba a decir extremadamente romántico y con una protagonista empalagosa, pero sí, puede ser.

-Entonces creo que a ella sí le gustará-opinó él-. Muchas gracias, me salvaste.

-De nada-dije y lo vi alejarse a caja, para pagar el libro.

Me gustaba mi trabajo en la librería del centro comercial. Me gustaba demasiado. Disfrutaba mucho ayudar a las personas que por lo general no disfrutaban de la lectura a encontrar su libro, porque todos tenemos uno; en el mundo todos tenemos un libro con el que sentimos conexión, un libro por el que incluso las personas con mayor disgusto hacia las letras se sentarían por horas y horas a leerlo sin parar.

- ¿Soy yo o el chico te estaba mirando más de la cuenta?-me preguntó Jordan, recostándose en el estante en el que yo estaba acomodando los libros.

-Eres tú-dije-. Él tiene novia.

-Uno puede tener novia pero eso no le prohíbe mirar de más.

-No si la quisiera realmente.

-Oh, cierto; me olvidé que tú eres mi amiga moralista.

Reí un poco sacudiendo la cabeza, y asomándome al pequeño muro para buscar a Celeste. La tienda donde trabajaba, era principalmente librería pero tenía un sector relativamente amplio de música, la cual estaba al otro lado del muro de un metro de alto, haciendo que sea fácil que los empleados de la librería interactuaran con los de la tienda de música. Allí trabajaba Celeste, mientras que Jordan se las ingeniaba para trabajar en ambos sectores por igual; para él, todo dependía de la clientela.

-Pelirroja sexy a la vista-dijo mi amigo mientras una chica alta de nuestra edad con largo y rizado cabello rojo entraba a la tienda y se dirigía al sector de librería.

-Rápido, dime-dijo Jordan impacientemente-, ¿qué libro le recomiendo?

-Idiota, primero tienes que preguntar qué clase de libro busca-espetó Celeste al otro lado, apoyando el codo en el muro.

-Cierto, cierto.

Jordan se dirigió hacia la chica con una sonrisa brillante en el rostro, y la pelirroja le devolvió la sonrisa nerviosamente.

- ¿Vamos a la cafetería a la hora de salida?-preguntó Celeste recostándose en la parte superior del muro-. Quiero una malteada de vainilla y donas.

-Oh, sí, igual yo. Ya hiciste que me diera hambre.

-En un momento te traigo algunos libros-escuchamos decir a Jordan para luego dirigirse hacia nosotras y buscar en los estantes que estaban al lado mío.

-Lu, ayúdame-susurró por la comisura del labio-. Un libro romántico, un libro romántico.

- ¿Romántico cómo? ¿Cursi? ¿Trágico? ¿Con un final feliz?

-Cualquiera...y no hables tan fuerte-dijo Jordan fingiendo rebuscar el estante y al mismo tiempo mirándome por el rabillo del ojo-. Tengo que mostrarme ante la chica como un tipo sensible y culto.

Yellow (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora