Yellow (Calum Hood)

nueve.

DOS RAÍCES

-No sé si reírme y llorar-comentó Tessa con una risa.

- ¿Por qué?-pregunté.

- ¿Una cita en la que juegan videojuegos? ¿Y, para colmo, en la que tú pierdes?

-No fue una cita.

-Ajá, claro, Lucie. Lo que digas.

Lancé un suspiro y rodeé los ojos.

-Como sea, dime, ¿cómo acomodo estos discos?

-Por género, y luego por año de lanzamiento. Te juro, niña, eres una mejor compañera que tu amiga.

-Espero que se recupere pronto.

-Sin ofender, pero yo no.

Le lancé una mirada en la que había mitad reproche y mitad diversión.

-Pero, aun así, envíale saludos de mi parte cuando vayas a visitarla.

-Lo haré-respondí y acomodé los discos tal y como Tessa me había mandado.

Celeste había cogido un resfriado fuerte por lo que no había asistido ni a la universidad ni al trabajo durante unos días. Y ahora yo estaba tomando su lugar en la tienda de música, mientras que Jordan y Celine se ocupaban de la librería.

-Pero, en serio, ¿no te besó?

-Por millonésima vez no, Tessa.

-Es que me parece muy extraño. Hubiera sido de lo más excitante que te hubiera robado un beso. Y no me digas que no hubieras querido que lo hiciera.

-Tengo novio.

-Al cual le puedes cortar.

-No quiero cortar con James. Me gusta la relación que tengo con él.

-Pero no puedes estar con él y pensar en Calum al mismo tiempo. Eso es de perras, Lucie, y tú no eres una.

-Es de perras y de chicas estúpidas y complicadas.

-Tampoco eres estúpida.

-A veces creo que lo soy-confesé.

-Pues saca eso de tu linda cabecita-dijo dándome una leve palmada allí, lo cual fue fácil al ser más alta que yo.

-No, de verdad. ¿Es que acaso no puedo simplemente decirle que no a Calum?

-No puedes porque aun sientes algo por él. Es tan evidente.

-Eso sí, tienes razón.

Tessa se quedó en silencio unos segundos.

- ¿Lo amas?-preguntó seriamente.

- ¿Qué?

-Que si lo amas. Porque eso ya es algo que cambiaría todo.

Nunca había pensado si amaba a alguien además de mi mamá, mi papá-por más que ya no estuviera en este mundo-, Jo y Celeste. Incluso por ahí Jordan un poco. Pero no lo había considerado en otras personas.

Hasta que recordé lo que estaba a punto de decirle a Calum ese día en el aeropuerto.

Pero nadie ama a la edad de quince años. Y era muy difícil a la edad de dieciocho.

-No...es decir, no lo sé.

-Sí, te comprendo-dijo Tessa-. Uno siempre tiene temor el decir "Te amo" a otra persona, ¿no?

-Sí-coincidí.

-Pero el proceso de amar a alguien dura mucho tiempo, y el proceso de aceptarlo dura otra cantidad de tiempo, y el de decirlo también dura algo de tiempo. Así que...tienes muchísimo tiempo para meditarlo.