Damian.

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Gotham; Mansión Wayne. 4:30pm

Dick no podía negar lo asustado que estaba, se encontraba en su último vez y aunque había una fecha para el nacimiento, el bebé era quien mandaba ahora.

Suspirando, Richard se remueve en el sillón de una de las salas. Ese día estaba completamente solo, Bruce había arrastrado a todos a una misión de emergencia, Alfred había salido y Damian (el único que no había ido con Bruce) estaba con Starfire y los Jóvenes Titanes, lo que le dejaba a él leyendo un aburrido libro.

Prácticamente en el estado en que se encontraba, todos le prohibían simplemente moverse. Dick creía que exageraban, pero no tenía fuerzas para discutir nada.

Bostezando, intenta llegar a unas palomitas en la mesa de centro frente a él, cuando escucha la puerta principal abrirse y cerrarse.

—¿Alfred?

—No. —Damian es quien aparece.

—Pensé que estabas entrenando con los chicos.

—Estaba. —dice el más joven acercándose para agarrar el tazón de las palomitas y sentarse junto a su hermano. El pequeño Wayne es igual que su padre al hablar, siempre utilizando palabras cortas.

—¿Y qué pasó? —Richard sigue preguntando, preocupado de que este allí tan temprano ¿Quizás deba llamar a Starfire?

—Quiero estar contigo. —cree Damian decir demasiado rápido, pero Richard llega a escucharlo a la perfección. 

—¿Estas preocupado por mi? —abraza Dick más cerca a su hermanito, quien se acomoda allí más cerca de él.

—Deja de molestar. —gruñe Damian tomando un puñado de palomitas. Dick hace lo mismo y sonríe, desde que Damian había sabido del embarazo, se había pegado a él más de lo usual. Era realmente sobreprotector. —¿Qué lees?

—Peter pan. —responde el azabache con una mueca, inevitablemente había agarrado aquel libro como por tercera vez.

—¿Otra vez?

—¿Quieres que te lea un poco?

—Como sea.

Aceptado aquello como un si, Dick retoma desde el principio del cuento.

[...]

Damian no supo cuándo se quedó dormido contra Dick, pero el pequeño salto que este da contra él, le despertó de inmediato.

—¿Qué pasa? —pregunta saltado fuera del sofá. Dick esta sudando, respirando con dificultad y sosteniendo su barriga.

—Creo que... —se queja de dolor cuando una contracción le ataca. —debería ir al hospital. —intenta levantarse y Damian lo sostiene. —Joder. —suelta entre dientes y ve hacia abajo. El más joven de los Wayne también lo hace. —Se me rompió la fuente.

—¿¡Qué hago!? —se altera Damian. —Alfred no está.

Dick piensa, aún con el dolor que esta comenzando a sentir. Una ambulancia tardará mucho hasta la mansión, por eso debía estar en el hospital una semana antes del nacimiento del bebé. Y bueno, aun faltaba una semana para eso.

—¿Bruce te ha enseñado a conducir?

—Sólo el Jet.

—¿El que explotó?

—Bueno, antes de eso.

Dick gruñe y se encoje, siente que sus rodillas y su espalda no le darán mucho soporte si los dolores aumentan.

—Bueno, te enseñaré a conducir un auto. —Dice Richard tomando un respiro. —Hoy será tu primera lección.

[...]

Batman y todos los demás súper héroes llegan nuevamente a la tierra, cada uno agotado y golpeado. Ayudar a los linterna verde fue todo un desafío.

Nuevamente con señal en sus teléfonos, el de Batman suena varias veces. Dando un rápido vistazo, sólo es cuestión de una pequeña frase para que los integrantes de su familia allí presentes se alteren.

—Richard esta teniendo al bebé.

El primero en irse, obviamente, es Wally, seguido de Roy, Jason y Tim.

Bruce y Clark llegan primero.

—¡Alto ahí! —detiene la recepcionista al torbellino de personas que se adentraban al área de maternidad. —Si nadie está teniendo un bebé, la sala de espera es por allá. —señala con calma, no es la primera vez que trata con familiares alterados.

—Amo Bruce. —les sorprende Alfred, quien realmente llegó primero que todos.

En la sala de espera, Damian también se encuentra allí esperando noticias sobre Dick. El anciano hombre es quien relata todo lo que el pequeño Wayne le contó de cómo llegaron.

Wally, a diferencia de todos los demás allí, no puede evitar sentirse nervioso, asustado, tan ansioso. Él había planeado estar con Dick en cada momento, no debió aceptar ir a aquella misión.

—¿Por qué tardan tanto? ¿Tarda tanto? —pregunta a nadie en especifico.

—Siempre depende, West. —murmura Jason, estando tan nervioso y tenso como todos.

Wally gruñe, frustrado, pero antes de decir algo, la doctora aparece.

[...]

Dick parpadea, no supo en qué momento se desmayó luego de que Damian estrellará el auto en el hospital. Moviéndose un poco, descubre que no puede ir muy lejos y que, de una forma espantosa, se siente vacío.

Entonces se da cuenta, abriendo los ojos con sorpresa y miedo. Se sienta de golpe, mirando a todos lados ¿Donde esta-

—¿Dick? —la puerta de la habitación se abre, el cabello pelirrojo de su novio y sus verdes ojos le saludan. Entra de espalda a la habitación, el corazón del azabache va a toda velocidad, y luego se detiene cuando Wally se voltea y allí en sus brazos un pequeño bulto.

—¿Es...?

—Nuestro hijo. —Wally se hizo un espacio al lado de la cama, pasando al pequeño bebé que era su hijo a Dick, quien no titubeó al tomarlo contra su pecho.

Moviendo un poco las telas que le cubrían, Richard se encontró con el regordete y hermoso rostro de su hijo.

—Se parece totalmente a ti. —susurra Wally a su lado, mientras Dick acariciaba con mucho cuidado la mejilla de su hijo. —Aunque sacará mi cabello.

—Es prefecto. —murmura el azabache llenó de amor y cariño. No pudo evitar que unas lágrimas saliera de sus ojos, se sentía tan... Más que increíble tenerle en sus brazos.

—Bueno, es nuestro, obvio que lo iba a ser. —Wallace besa la frente de su pareja, quien despega la mirada del bebé por un segundo para regalarle una hermosa sonrisa.

—Es cierto. —se acerca Dick para besar al pelirrojo en los labios. Su pequeño bebé se mueve, haciendo que se separaren y rían.

—¿Y los demás? —pregunta Dick, pero Wally no tiene que responder cuando ya Jason estaba empujando a todos para entrar.

Rodeado de las personas que más ama, Dick se siente más que afortunado por la familia que tiene y la nueva que estaba formando. Aún se sentía asustado ante la idea de cuidar de una persona, pero no estaría solo.

Fin.

En camino. [Birdflash]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora