florecer

dueles

Volver a vernos.
Volver a imaginarnos.
Romperme de nuevo.

Dejar de evitarte,
parar de escarme,
huir de lo que es claro.

Soltarlo
y permitir que duela
para que destruya,
para que sane como cristales de sal.

Aún tormentas
porque me emocionas.
¿Cómo olvidar tu recuerdo de la retina? ¿Cómo no soñarte despierta,
acariciarte en pesadillas?

Dueles,
dueles de pies a cabeza
desde la piel hasta el pasado.

Creo que eres cenizas
hasta que escucho tu voz,
te veo a lo lejos,
nos besamos (en la mejilla).

Procuro no pensar,
pero apareces cuando te creo olvidado.
Pero de todas las caídas vuelvo
sonriendote a la distancia,
más entera,
con menos esfuerzo.

Empiezo a aceptar
que nunca fuimos en tu mente.
Al menos, eso no duele como antes.

Comprendo que volveremos a vernos.
La puerta ya no tiene candados.
No me asusta tu presencia.

Sé que vuelves
para irte sin despedirte.
Va perdiendo importancia.
De todos modos, nunca te fui importante.