Prólogo

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Llevaba varios minutos observando que el auto de atrás no paraba de seguirlo, había intentado perderlo e incluso hacerlo chocar pero para su mala suerte el muy imbécil era bueno al volante.

Ya estaba fastidiado, el idiota de Wang iba a seguir insistiendo en saber algo de ella y no se detendría hasta averiguarlo. Bien, si quería algo se lo daría pero no sería información.

Condujo tomando la carretera que lo llevaría a la parte más solitaria, Jackson tenía que ser muy estúpido si decidía seguirlo. Tal cómo imaginó, el castaño aumentó la velocidad tratando de alcanzarlo sin saber que el americano había disminuido un poco su velocidad a propósito. Ya estando lo suficientemente lejos y en la parte más oscura que encontró detuvo el auto. Esperó a que el otro se acercara y cuando el chino bajó, también se dispuso a abandonar el auto.

—Escucha Mark, como no me digas lo que sabes de Hyesook te juro que... —masculló sujetandolo por el cuello de su impecable camisa blanca. Mark permaneció tranquilo, sin siquiera inmutarse por sus palabras.

—¿Qué te hace creer que sé dónde está la perra de tu novia? ¿Me pediste a mí que la cuide, acaso? —interrumpió soltándose y acomodando su ropa, sin ocultar la estúpida sonrisa que tanto le molestaba a Jackson.

—No lo sé idiota —lo empujó el castaño—, quizá porque evitas todas mis preguntas y huyes sin razón.

—Tus preguntas me importan una mierda, deja de meterte en mis asuntos y no me sigas más o te costará la vida —espetó, con voz transformada y los ojos encendidos en furia.

Jackson calló al ver la expresión del otro, por un momento creyó que lo que decía era verdad, habló con tanta seguridad que casi logra convencerlo.

Al no recibir respuesta, Mark dió por terminado el tema y decidió volver a su auto pero apenas dió un par de pasos Jackson lo tomó del brazo y le hizo dar vuelta, empotrandolo junto al auto con una mirada bastante enfurecida.

—¡Dime qué sabes de Hyesook! —bramó el castaño concentrándose en obtener una respuesta.

No se dió cuenta en el momento en que Mark sacó la daga de su antebrazo y sin remordimiento alguno apuñaló el abdomen del castaño haciéndolo callar y a la vez debilitar su agarre. Jackson miró la mano del rubio sumergir el arma hasta el mango escuchando su propia respiración entrecortada.

La mirada de satisfacción en el rostro de Mark se intensificó y aquella sonrisa burlona volvió a sus labios.

—Está bien, Jackson. Tú ganas —murmuró Mark con voz tranquila. Con la mano libre sujetó el hombro del castaño para retenerlo mientras presionaba aún más obteniendo un gemido ronco y profundo—. Hyesook está conmigo. Y tal vez no lo sepas pero no pienso dejarla ir, ni mucho menos voy a permitir que un mal nacido como tú quiera alejarla ¿me oíste? —habló alzando cada vez más la voz— ¿Oíste? —inquirió esta vez retorciendo la daga en el interior de Jackson provocando que incluso de su boca se deslizara un hilo de sangre.

Las palabras habían parecido desaparecer, Jackson tomó una calada de aire costándole demasiado por el intenso dolor, podía ver la burla y la advertencia de Mark en sus ojos, ese tipo estaba completamente loco, no podía imaginar lo que sería de su Hyesook en manos de alguien como él.

—¿Q-qué le has hecho? —murmuró con el poco aliento que pudo reunir, sintió como la daga fue deslizándose fuera de su cuerpo con lentitud y de nuevo con fuerza a su interior— ¡Ah! ¡Imbécil! —gimió tratando de quitárselo de encima pero Mark estaba apoyando su peso en él.

—¿Quieres saber qué hice con ella? —al fin Mark sacó la daga y retrocedió unos pasos viendo a Jackson colapsar con ambas manos en la herida que no dejaba de sangrar— No te lo diré, no es propio de un caballero dar detalles de cómo folla a su novia ¿cierto? —rio en su cara y devolvió el arma a su lugar.

Jackson lo miró con un intenso odio, desde un principio supo que había algo extraño con Mark pero nadie hizo caso a sus advertencias, ahora sabía que la vida de Hyesook estaba en peligro. Tenía que hacer algo cuando antes.

Mark caminó al auto de Jackson mientras de su bolsillo sacaba un par de guantes que se colocó de inmediato, abrió la puerta con facilidad y del interior sacó el teléfono del castaño junto a su billetera, los miró por un momento y enseguida los lanzó lo más lejos posible. Jackson lo miró desde el suelo bastante conmocionado e intentó levantarse.

El mayor se dirigió a él y aún sonriendo se agachó a su altura.

—Es una pena que haya sido así. Fue un placer conocerte... Ah, y gracias por lo de Hye —seguido de eso se levantó y lo pateó tan fuerte en la cara que lo terminó dejando inconciente en el suelo.

Volvió a su auto y arrancó de vuelta a casa sintiendo un peso menos. Con suerte Wang se desangraría para cuando alguien lo encontrara. Y si llegaban a tiempo, qué más daba, siempre había querido dejarlo mal, así que nadie creería que el grandioso Mark Tuan pudiera hacerle algún daño.




Me he dado cuenta que mis prólogos son bien kks

Pero aquí inicia esto, se supone que ya tengo la idea pero me falta perfeccionar así que se agrega a la lista de historias que tardan una eternidad en publicar. Perdón por ser así. Recen por que no termine en borrador

Espero que les guste y me apoyen, repito que no soy experta y puedo tener errores en cuanto al tema, pero es un proyecto y espero que sirva de algo.

P. D. Mi fuente de inspiración está devuelta conmigo luego de un año 😭



Lullaby |Mark Tuan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora