Guía básica de Supervivencia en un Universo fantástico (de mierda)

Capítulo 20: Ensayo y error, mucho error.

Los albañiles estaban dándole los últimos retoques a la nave que habían comprado, tal y como decía la agente era un edificio en muy buen estado, así que no hizo falta hacer grandes reparaciones. La mayor parte del trabajo se había ido a readaptar la planta a la nueva actividad, tuvieron que separar la parte de las cocinas y almacenamiento de alimentos y además fue necesario instalar dos grandes chimeneas que antes no existían.

Pero ahora faltaba una de las partes más críticas, construir las máquinas y sobre todo diseñar una zona de trabajo eficiente, algo de lo que Marco no tenía demasiada experiencia. Al final acabó usando la magia de [pensamiento paralelo] para simular diferentes diseños dentro de su cerebro, Anna se asustó bastante cuando vio salir grandes cantidades de humo negro por las orejas de Marco.

"Esta vez será la buena, ya he fallado demasiadas veces y empiezo a preocuparme un poco"

Al principio Marco había pensado en fabricar latas metálicas como en la Tierra, pero de momento había aparcado la idea porque aún no sabía cómo fabricar latón. Marco recordaba que el latón era una aleación de cobre y zinc, el cobre era sencillo de encontrar y era relativamente común en este mundo, pero nadie supo que era el zinc. Tal vez el nombre del zinc era distinto en este mundo o tal vez ni siquiera había zinc. Incluso con su nueva prodigiosa memoria había muchos huecos de elementos que no recordaba de la tabla periódica.

"Tal vez debería haber estudiado química con más energía, pero ya es tarde para eso. Algún día aprenderé a hacer fusión nuclear y tal vez ese día fabrique zinc, aunque no servirá de mucho porque no lo reconoceré aunque lo tenga delante de mis narices."

"Pero la fusión nuclear era aún algo muy lejano en el tiempo, a día de hoy, ¿de dónde voy a sacar el zinc? ¿Tal vez debería robar todos los botes de crecepelo de este mundo? ¿Nadie ha fabricado aún un anticaspa?"

El latón quedaba aparcado indefinidamente, el hierro era inviable porque se oxidaba fácilmente y podría afectar a los alimentos y el acero es muy caro y lento de fabricar.

"No quiero fabricar el acero yo mismo a mano, podría morirme de asco extremo. ¿Fabricar una máquina que cree acero? No, imposible, necesitaría una gigantesca cantidad de piedras mágicas o usar mi maná, así que sería lo mismo que fabricarlas a mano, ya que tendría que estar siempre al lado de las máquinas. Maldita sea, ¿por qué el hierro es un agujero negro de chupar maná."

-¿Y el bronce?

"Del bronce no tengo ni idea, pero nunca he visto una lata de bronce, así que igual es tóxico o explosivo o que se yo.... En resumen, no tengo ni puta idea y no quiero matar a medio planeta con alimentos contaminados."

Tap, tap....

-Solo queda una opción.

Finalmente Marco había decidido fabricar botes de vidrio en lugar de latas. Además en el instituto lo llevaron una vez de excursión a una fábrica de botellas de vidrio, así que más o menos sabía el proceso de fabricación y todos los ingredientes. Debido a su anormalmente alto valor de inteligencia ahora casi podía recordar cada segundo de mi vida si pongo algo de esfuerzo, salvo que tuviera algo que ver con el maldito zinc.

"¿Tal vez debería ser investigador policial de cierta serie de televisión?"

...o al menos eso pensaba Marco.

Lo cierto es que lo que podía recordar, lo recordaba con una memoria fotográfica perfecta, pero había algunos huecos en sus recuerdos.

"Tal vez ví demasiados vídeos guarros en internet y me secaron el cerebro"

Para desesperación de Marco, una de las cosas que no podía recordar, además del zinc, era precisamente esos vídeos guarros, no sabía la razón pero siempre que los intentaba recordar, se veían con mosaicos de censura.