Episodio 32: Un paseo entre nubarrones

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-Oiga, ¿Es realmente necesario arrastrarme por la oreja?

-Hmp, silencio.

"Parece que el sacerdote está de malas pulgas, aunque esta vez creo que no fué culpa mía que la sacerdotisa senil se transformase en un mono gigante, más o menos, ¿no?"

Entraron en el mayor edificio de la plaza, que había soportado bastante bien las obscenas embestidas de cadera del mono gigante, era a todas luces un edificio resistente.

-El arquitecto debería estar orgulloso.

-Hmp, a ser posible no hable si no se le pide hablar.

"Un viejo un poco antipático, así se te caerá el pelo. Hum, ahora que lo pienso ya es demasiado tarde Mosem Cocopera, ju, ju, ju."

Marco renombró mentalmente al anciano que lo arrastraba por la oreja. Tras subir y bajar algunas escaleras y girar a la derecha y la izquierda por interminables pasillos entraron en lo que parecía una recepción, que en lugar de estar en la entrada se hubicaba en un lugar profundo y recóndito.

"Tal vez los recepcionistas de este lugar eran terriblemente vagos y solicitaron trabajar en un lugar tan escondido."

Allí les esperaban dos sacerdotisas, una estaba en sus 30 años y la otra no aparentaba más allá de 16 o 17. El sacerdote antipático que lo arrastraba por la oreja habló.

-Mosem Aris, por favor, acompaña a este nuevo novicio a sus nuevos aposentos. A ser posible intenta enseñarle también algo de formas y educación básicas. Y si hace algún intento de usar magia no autorizada, golpéelo en la cabeza con el ladrillo corrector grande.

Un enorme adoquín atado a una cuerda descansaba en una de las esquinas de la habitación. Marco entornó sus ojos con desaprobación.

-Así sea, Mosem Roucs

Mosen Roucs, también conocido por Marco como Mister Cocopera, abandonó la sala pisando muy enérgicamente, Marco pensó que sería una buena idea que se tomase una tila. La sacerdotisa Mosem Aris le dirigió una mirada con la típica sonrisa de negocios.

-¿Me permite conocer su nombre? Yo soy Mosem Aris y mi acompañante es Serem Toberia, encantado de conocerle.

-Mi nombre es Marco Aurelio Augusto.

-Oh, que gran nombre, permítame llamarlo Serem Marco

-¿Serem?

-Oh, cierto, se lo explicaré. Serem se usa como honorífico para indicar que usted es aún un novicio, una vez graduado me referiré a usted como Mosem Marco. Es una simple formalidad tradicional en nuestro templo, por favor úselo también.

-Entiendo Mosem Aris.

-Por favor Serem Toberia, acompáñenos también, puede que le sea de utilidad en el futuro a la hora de tratar con novicios.

-Entendido, con gusto les acompañaré, ¿debo llevar conmigo el ladrillo corrector?

-No será necesario de momento.

La sacerdotisa más veterana se giró de nuevo hacia Marco, mientras éste daba un largo suspiro de alivio. Aunque la amenaza del enorme adoquín no representaba ningún peligro para la salud de Marco, él temía que le cobrasen la factura de un nuevo adoquín si se rompía contra su cabeza. Ahora mismo no llevaba demasiado dinero encima, así que era un gran problema.

-Serem Toberia es una de nuestras novicias más prominentes y pronto se graduará como sacerdotisa del templo. Por cierto, ¿que provocó tal enfado en Mosem Roucs? Normalmente suele ser un ejemplo de rectitud y moderación.

Guía básica de Supervivencia en un Universo fantástico (de mierda)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora