Capitulo 4: Nueva Bella.

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El mes de octubre pasó, casi tan rápido como el de septiembre. Intentaba distraerme todo lo posible, apuntándome a tantas actividades que acababa agotada. 

Durante la mañana iba a clase e intentaba ser la mejor en todo, eso me mantenía concentrada. Por las tardes iba a las clases para sacarme el carnet, lo cierto es que iba mejorando bastante.

Dos veces por semana salía con Angela, a veces solas otras con Jessica y su grupo; estas salidas coincidían con los fines de semana, normalmente. 

Todos los días insistía a Bella para salir, pero siempre se negaba. Iba del instituto a casa y viceversa como un alma en pena, no había alegría ni ninguna otra emoción que no fuese tristeza y nostalgia. Según Angela, necesitaba tiempo...


El mes de noviembre fue más de lo mismo, quizá la diferencia más importante era mis salidas a la reserva. Embry y Seth se alegraban de verme, Leah seguía a lo suyo como si no me viera y Jacob no salía del taller. Me gusta pensar que Embry y Seth eran mis amigos, aunque no podía estar del todo segura.

Estas salidas a la reserva se debían principalmente a mi padre, parece que era el medico favorito para los quileute y solía ir una vez en semana, salvo que hubiera alguna urgencia. 

Había decidido acompañar a mi padre no solo por distracción (que funcionaba muy bien) sino por que me interesaba la medicina y me gustaba observarle.


El mes de diciembre llegó, y eso suponía compras y regalos para todos. Para Angela le regale un libro que ansiaba desde septiembre, casi muero ahogada por su abrazo. Para mi padre le regalo unas entradas para el cine, para ambos fuéramos juntos a ver esa película que tanto quería.  Seth y Embry también tuvieron su regalo, a estas alturas sería insultante no darle aunque sea un detalle. A ambos les regale un libro para cada uno donde recogía todas las leyendas de los quileute. Además de una foto enmarcada de los tres en la playa de la Push.

Incluso Bella tenía su regalo, aunque no saliera de casa. Le regale un gorro de lana y unos calcetines adorables. 

Sin embargo, el mes de diciembre supuso vacaciones por navidad. No pude ir a clase ni a las clases de coche y aquello me dejaba demasiado tiempo libre. 

El dolor en mi pecho era insoportable, y por las noches lloraba en silencio hasta dormirme. 

Recuerdo soñar con él, con el brillo de sus ojos dorados, como su cabello rubio se mueve con el viento, y como brillaba su piel con la luz del sol. Todos mis sueños era con él, recuerdos de momentos mejores o fantasías de como pudimos vivir...


El mes de enero fue un alivio, supuso monotonía. Clases, carnet, ir a la reserva, acompañar a mi padre y salir con Angela. Bella seguía sin salir y me canse de insistir. Entendía que estuviera mal, pero si no ponía de su parte no podría ayudarla. 

Recuerdo que la vuelta a la rutina me creo mucho estrés, tenía que llevar a cabo muchas tareas. El café ya no era suficiente y acabe sufriendo un desmayo. Por suerte, quedo en un susto, pero cuando en el mismo mes ocurrieron 2 más mi padre se preocupo. 

Esperaba que febrero supusiera algún tipo de diferencia...


Comenzaba febrero, desperté antes de tiempo, no había dormido bien. Me duche, me vestí y baje a tiempo para preparar el desayuno. Me tomé un café mientras hacía el desayuno a mi padre, y le echaba la comida a Sanura. Luego me prepare mi desayuno, tomando un segundo café.

Loba blanca (saga crepúsculo 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora