#6: "¿Cómo has podido hacerme esto?"

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Llego a mi apartamento y dejo mi bolsa con los deberes de los niños encima de la mesa antes de tumbarme en el sofá. Es jueves y estoy agotada pero tengo ganas de ver a Chris. Últimamente tiene mucho trabajo y nos vemos poco pero ayer hizo 9 meses que empezamos a salir y hemos quedado esta noche para cenar y pasar la noche juntos para celebrarlo.

Como si me hubiera escuchado, empieza a sonar mi móvil. Chris me llama.

—Hola cariño —saludo feliz de que me llame.

—Hola cielo —me dice él. No puedo ver su cara pero sé que sonríe, le gusta que le llame cariño—. Tienes que perdonarme pero estoy hasta arriba de cosas. Tenemos esa conferencia dentro de dos días y no sé de dónde sacar el tiempo. Lo siento de verdad Julie pero tengo que cancelar la cena de esta noche.

—Está bien, no te preocupes —digo tranquilizándolo. Sé que esa vista es muy importante—. Menos mal que es dentro de dos días, después de eso serás todo mío.

—Te lo prometo, seré todo tuyo cariño. Te lo compensaré.

—Así me gusta galán —le digo divertida.

—Eres increíble, gracias —me dice riendo.

—Te quiero Chris, trabaja duro y déjales a todos boquiabiertos.

—Lo haré. Te quiero Julie, te llamo mañana.

Cuelga el teléfono y a pesar de que no vaya a verlo esta noche suspiro contenta de tenerlo en mi vida. De haber encontrado un hombre como él: bueno, atento, cariñoso. Es como un sueño. Decido hacer algo por él. Últimamente solo hace que trabajar así que voy a prepararle algo para cenar, se lo llevaré a la oficina le daré un besito y me iré para dejarlo continuar. Pero así hago algo por él y lo veo aunque solo sean 2 minutos. ¡Tengo tantas ganas de verlo!

Después de ducharme preparo algo de cenar, su plato favorito. Lo cojo todo y salgo hacia la oficina. Es pronto así que decido ir andando, paseando por mi ciudad. La gente va con prisas de un sitio para otro sin mirar nada, solo sus teléfonos. A mí me encanta observarlo todo, a la gente, mirar las tiendas de ropa, pastelerías, los restaurantes empiezan a llenarse. Paso por delante del restaurante que me llevó Chris la primera cita, restaurante que por lo visto es de su padre, por eso lo conocían tan bien. Lo miro sonriendo, nostálgica de aquella cita cuando algo en el interior hace que me congele.

Chris está dentro con una mujer. Una mujer pelirroja que está riéndose con él. Ella le coge de la mano y le lanza una sonrisa cariñosa mientras asiente. Chris saca el móvil y empieza a enseñarle algo mientras se ríe. Al final ella lo abraza y le da un beso en la mejilla.

Mis lágrimas caen con rapidez observando esa escena. Yo en casa preparándole algo para cenar con ganas de verlo y él en el restaurante de su padre con otra mujer. No me puedo creer que haya sido tan idiota de no ver que lo que estaba viviendo con él era una fantasía, que no era real. Salgo corriendo de allí y voy a casa de Marta, necesito estar con ella. La gente, con situaciones así, suele querer estar sola; yo necesito refugiarme en mi mejor amiga, necesito su consuelo y compañía.

Marta me hace entrar en su casa con rapidez y nos sentamos en el sofá mientras le cuento lo que acabo de ver. Ella me deja llorar y me consuela hasta que al final me quedo dormida encima de ella.

Me despierto desorientada y miro alrededor. Estoy en el sofá de Marta y entonces recuerdo lo que vi ayer y me vuelvo a tumbar en el sofá triste.

—Buenos días Julie —me dice Marta con una taza de café.

—¿Qué hora es? —pregunto.

—Las 10 de la mañana.

Abro los ojos y me levanto con rapidez. Me van a matar en el colegio.

—Tranquila, he estado despertándote un buen rato y al ver que no estabas bien y no te despertabas he llamado al colegio y les he dicho que estabas enferma y que no podías ir.

—Gracias —suspiro.

—A ti, también me he librado de mi trabajo.

Sonrío un poco mientras cojo la taza que ella me tiende y le doy un sorbo.

—¿Estás bien?

—No me puedo creer que Chris...

—Lo sé, pero como te dije ayer deberías hablar con él; no saques conclusiones precipitadas. Te ha llamado un par de veces y te ha dejado un mensaje.

—¿Qué dice el mensaje?

—No lo sé, es de voz y no lo he escuchado. Deberías hacerlo.

—Está bien. —Lo pongo y activo el altavoz para que las dos podamos escucharlo.

"Julie, hola. ¿Estás bien? No contestas mis llamadas. Escucha, ¿puedes pasarte por la oficina esta tarde un rato? Quiero comentarte algo. Llámame cuando escuches esto. Hasta luego nena."

—No me gusta este mensaje —murmuro.

—No voy a negar que está como raro y nervioso.

—Lo estaba ¿verdad?

Marta me mira compasiva y yo suspiro. ¿Me va a dejar por esa chica con la que estaba ayer? Me siento en el sofá de nuevo y me tapo la cara. Mi mejor amiga se sienta a mi lado y me abraza como puede.

—Escúchame, esta noche salimos.

—No, no tengo ganas.

—Me da igual. Vamos a salir y serás la novia.

Eso me hace abrir los ojos como platos y negarme como una loca pero Marta solo me sonríe pícaramente. Mierda, creo que de esta no me libro.

Paso el día en casa de Marta, o mejor bien dicho en el sofá de Marta. No he llamado a Chris y tampoco he cogido sus siguientes llamadas. No tengo ganas de hablar con él, no tengo fuerzas para enfrentarme a él. Le escribo un mensaje para que sepa que estoy viva pero no le digo nada más, y no respondo a sus mensajes tampoco. Mañana será otro día. Tal vez Marta tenga razón, necesito salir y despejarme.

Por la noche vienen todas las chicas a casa de Marta a buscarnos. Cloe y Marta son las únicas que saben lo que me pasa, ella ha llegado la primera y Marta le ha puesto al corriente del porqué de esta noche tan rápidamente improvisada. Me ponen un velo blanco en la cabeza y Cloe me pone el anillo con el diamante falso en el dedo. Salimos como locas de casa de Marta, bueno ellas salen como locas ya que yo no estoy para fiestas —aunque a ninguna parece que le importe eso—, y vamos hacia el local que han escogido para esta noche.

No tengo ganas de nada pero en cuanto me dan algo para beber me animo un poco. Ellas saben qué darme para animarme. Después de varios chupitos y un par de bebidas salgo a cantar con las chicas.

—Esta va por la novia, Juliiiiiiii —dice Marta borracha desde el escenario y todas nos reímos con ella.

Se pone a cantar con Cloe y me arrastran al escenario para cantar con ellas. Cuando subo y me giro hacia al publico cantando veo a Chris entre la gente mirándome seriamente. Me callo y lo veo enfadado observándome. En ese momento bajo corriendo para hablar con él y decirle un par de cosas. ¿Pero cómo ha sabido que estaba aquí? Luego hablaré con Marta seriamente.

Estamos los dos en la calle cuando se para delante de mí mirándome con repugnancia.

—¿Cómo has podido hacerme esto? —sisea.

—¿Perdona? —pregunto yo cabreada también. Mi borrachera se ha ido de repente.

—¿Estás prometida? ¿Has estado saliendo conmigo cuando ya estabas con otro hombre? ¿Pero qué clase de mujer eres tú? No vuelvas a acercarte a mí, no quiero volver a verte nunca más. Me das asco —me dice de una manera como nunca me ha hablado antes: con ira, rabia, rencor y odio, antes de irse pitando.

Me quito el velo de la cabeza enfadada. Ni siquiera he podido decir yo nada. ¿Se atreve a enfadarse cuando ha sido él quién ha estado con otra mujer? Si yo ni siquiera he estado con otro hombre. Entro en el karaoke y le digo a Marta que me voy a casa no sin antes decirle un par de cosas sobre Chris; por lo visto le ha llamado estando borracha sin yo enterarme. Cojo el bolso y salgo corriendo de allí antes de que ninguna de mis amigas pueda decirme nada.

Despedida de solteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora