Carta al amor

64 9 0
                                    

Querido amor: 

Es un poco extraño dirigirme a ti directamente. 

La verdad es que hemos tenido varios encuentros desde que tengo memoria y si te soy sincera, creo que a pesar de los malos ratos que provocas... Tú eres la razón de que todos nosotros estemos aquí. 

En el mundo, me refiero. 

A veces eres muy difícil de comprender, debo decir. Pero creo que lo más sencillo que existe es sentirte y al final eso es lo más importante. 

Me siento afortunada de sentirte hoy. 

De haberte sentido antes también.

Has querido aparecer en mi vida en el rostro de diferentes personas, todas maravillosas, todas con algo que enseñarme. Me gustaría que el verte partir no fuera tan doloroso cuando ellas se han ido contigo acompañándolas y dejándome sola, pero supongo que también es parte del aprendizaje. 

Y te agradezco por regresar. 

Porque hoy estoy en una comunión contigo demasiado fuerte. Creo que tú y yo estamos haciendo más que las pases y creo que elegiste a alguien perfecto para mostrarte por fin por completo, tal cual eres. 

Me tienes muy contenta, querido amor. 

Y espero que estés satisfecho también porque... así como tú me llenas el alma, también quiero demostrarte, entregarte, expresarte... Creo que mereces que todos te conozcan, te sientan, te vivan y me siento honrada de poder ser un vehículo para eso.

Creo que la experiencia de conocerte es invaluable. 

Y ya que no te puedo tocar, ver, o sentir... Ya sabes, en la medida física que este plano podría permitirme. Lo mejor que puedo hacer es, responder a la persona que has elegido para llegar a mí de nuevo, como si me estuviera enamorando por primera vez. 

Es decir, no quiero que pienses que me voy a olvidar de todas tus lecciones, porque las tengo muy presentes y no voy a pasarlas por alto pero... No voy a tener reservas con ella. 

Quiero entregarle la energía, la ilusión, la magia de un primer amor... Y es que así es como me estoy sintiendo ahora.

No sé si es cosa tuya, que cuando nos vimos por primera vez apenas te asomaste por un momento y luego te escondiste, y la siguiente vez hiciste lo mismo y así en varias ocasiones ... Desde hace tiempo me tienes jugando a correr detrás de ti y hoy simplemente te apareces y dices "Aquí estoy." 

Ahora te estoy conociendo realmente como si fuera por primera vez y eres... Todavía más impresionante de lo que pensaba. 

No me da miedo que estés aquí, no tengo ninguna limitante, pero aún así espero que no salgas corriendo una vez más. No es que esté cansada, de hecho, me has demostrado que cada vez que desapareces y reapareces, mi capacidad de sentirte se hace más grande.

Es simple y sencillamente que estamos bien ahora. ¿No lo crees?

Deberíamos darnos un descanso y simplemente disfrutar por mucho, mucho tiempo de este encuentro que tenemos ahora. 

Esa es mi propuesta. 

Quédate siempre. 



Sé que vas a responder esta carta, aunque no de esta forma tan borde, me ha quedado claro que tú no puedes definirte en palabras, pero no me quejo, sinceramente, tus formas de comunicarte se me hacen mucho, pero mucho, más bonitas. 

Me gusta como me saludas en su voz, como apareces en sus ojos, como me alimentas en su risa, como te fusionas en sus manos, como te derrites en su boca, como te presentas en cada pequeña parte de ella y llegas a mí sin nada que lo impida.

Así que no me despido de ti, porque la realidad es que me acompañas todo el tiempo, no hay manera de sacarte de mi pecho, que es tu hogar.

Gracias por todas las lecciones, las pasiones, los llantos, las risas... 

Gracias por estar en mi vida y llenarme siempre de ti. 







Body & SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora