23. Dos Bebés

3K 324 18
                                    

Entro con sigilo a la habitación y veo a mi mujer dormida, su nariz está un poco roja y tiene pañuelos regados por todos lados. Es obvio que ha estado llorando por mi culpa. Pero se acabó esto, he entregado a Leila a la policía en el mismo instante que hable con Carla y ella estará fuera de nuestras vidas hasta que los juicios que vienen terminen. Entonces seremos felices toda la vida.

Me siento al borde la cama.

- perdóname mi amor. Aunque no lo merezco por olvidarlo. Me siento mal cariño, tenía que haber estado ahí y te he decepcionado

- no lo has hecho - susurra adormilada pero no dejo de sentirme mal porque era a mi hijo el que vería esta tarde por primera vez - ¿Acabaste?

- la entregué a la policía. Pero sabes que vienen juicios complicados apresar de tener las pruebas

- lo sé.

- y... ¿Que tal fue la...?

- bien. Estoy de unas pocas semanas, creo que desde que volvimos del hospital de Portland

- entiendo, ¿Pero todo está bien? Dios, tenía que haber estado ahí contigo y saber que todo marcha bien

- no te tortures más con eso. Los bebés están bien y es lo que importa

- si pero... Espera ¿Que? - acaso escuche que dijo ¿Bebés? ¿En plural? - bebés ¿Escuche bien? - se ríe y es música para mis oídos

- también me sorprendí Christian. Si al parecer serás padre de unos mellizos. - ¡Dios!

- es la mejor noticia que me has dado en la vida Ana. - estira la mano y saca algo de debajo la almohada y me lo entrega. Es una ecografía de nuestro hijos. Proceso la imagen y ahora que los veo no me puedo imaginar una vida sin los tres. El tiempo pasará volando y cuando menos piense ella estará teniendo a dos bebés que fueron creados con mucho amor - voy a ser papá de mellizos - la miró y no me molestó en limpiar mis lágrimas - y trataré de ser el mejor esposo y padre para ustedes.

Y pienso que no quiero esperar más para casarme con ella.

- quiero que nos casemos esta misma semana. Algo íntimo, solo la familia y unos pocos amigos. No necesitamos más que el juez y el cura para ser uno solo mi vida

- ay Christian, a mí me gusta esa idea pero no creo que a nuestras madres estén de acuerdo.

- lo sé, pero es lo que nosotros queremos. Sabes que quiero que los niños nazcan dentro del matrimonio, aunque hayamos hecho al revés. - pero hoy en día el mundo está loco y todo sucede así. Y yo soy un loco enamorado de mi futura esposa y mis hijos. - te amo y nada más me importa

- yo también te amo. Pero en este momento solo quiero una cosa

- pídeme lo que quieras y lo tendrás.

- a ti, dentro de mí, ya.

- tus deseos son órdenes para mí

La beso despacio y sin afanes y solo me separo un momento para quitarle mi camisa, se ha acostumbrado a dormir con mis camisas y dejar su aroma en ellas, eso me gusta.
Queda con solo la tanga pero desaparece rápidamente y me meto entre sus piernas, con mi lengua acarició su clítoris en círculos y la escucho gemir mi nombre mientras tira de mi cabello para acercarme más a ella. Es dulce y me gusta cuando mueve sus caderas buscando más placer, pero no demora en tener el primer orgasmo.
Me desnudo y me tiendo sobre ella adentrándome en su apretada vagina, me enloquece y necesito de todo autocontrol para no follarla salvajemente y correrme hasta la última gota.

- me matas lentamente cuando estoy dentro de ti. Es una sensación única que solo he logrado sentir contigo

- lo mismo puedo decir. Pero no me trates como una muñeca de porcelana porque lo que quiero es que me folles rápido.

- esa boca Ana... Lo que haría con ella

- ya te demostraré lo que te haría con mi boca - mi chica sucia

Se gira quedando encima de mí y me monta duro y rápido, no creo poder aguantar mucho si sigue así. Sus uñas se clavan en mi pecho y me aprieta en su interior, lo que quiere decir que otra vez va a correrse.
Cuando lo hace sus fluidos se mezclan con los míos llenándola con mi semen.
Carajo, todas y cada una de las veces que hemos estado juntos ha sido única y diferente, supongo que eso pasa cuando lo haces con la persona que más amas en el mundo.

Pero no termina ahí. Baja hasta que mi miembro se pierde en su boca subcionandome, lamiendo el glande y mordisqueando suavemente, me hace perder la cabeza en menos de cinco minutos y vuelvo a eyacular.
Cuatro veces en total lo hacemos

- eres increíble, lo que me haces a veces me perturba

- es un récord que acabas de romper. - claro que sí, seguir erecto y venirme cuatro veces seguidas, solo ella puede hacerme eso. ¡Y es la mejor!









Bueno chicas ahí vamos avanzando.
La venganza de Christian sigue en pie aunque haya entregado a Leila a la policía.
Ya verán. 😉

La Muerte De Christián GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora