- ¿Qué carajos haces aquí?
- No te emociones niño. Solo he venido a dejarte esto porque Edd me ha mandado -. Dijo Tord, mientras le ponía el sueter en la cara, restregandoselo.
Tom iba a refutar en su contra, pero cuando iba a abrir la boca, vió que Tord ya no estaba, miró a los lados y nada. En sus manos yacía un lindo sueter color morado, no era su color favorito y tampoco le gustaba que Tord se lo haya entregado.
Entró de nuevo a su habitación y puso el sueter en su cama. Salió y se dirijió hacia la cocina, ahí se encontraban todos sentados. Miró de reojo a Tord, quien se encontraba alegremente platicando con Matt, algo en su estómago le molestó.
Se sentó lejos de Tord y Matt, mientras esperaba que Edd terminara. No se dio cuenta de que Tord se levantó de su lugar.
- Hey, Edd. ¿Puedo ayudarte?
Dijo el joven noruego con aquel acento que lo caracterizaba tanto. Mientras que Edd solo le respondió con un movimiento de cabeza, tratando de decir que sí.
Tord fue con él para ayudarlo. En cuestión de minutos todos se encontraban a punto de comer.
El desayuno transcurría normal para los cuatro amigos o eso querían creer.
Tord se encontraba recordando los viejos tiempos, poniendo en rídiculo en más de una vez a Tom. Este último no iba a tolerar que el noruego lo humillara de tal forma.
Mientras todos se encontraban ríendo, él se levantó bruscamente para agarrar a Tord del cuello de su sueter y estamparlo contra la pared.
Un gemido lastimero salió de los labios del chico con cuernos, dando a entender que dolió aquella acción.
Este chico no se iba a dejar golpear tan fácil, dirigió con rápidez su puño a la cara del oji negro haciendo que esté lo soltara por reflejo y se cubriera.
Una vez suelto, Tord estaba enojado. Dejó su desayuno y salió. Sabía que lastimar el ego del oji negro causaría esto, pero pensó que fuera para tanto.
Una vez afuera apoyado en una pared, este saco un cigarrillo, lo encendió y empezó a fumar. Dio una calada y se tranquilizó, cosa que no iba a durar mucho tiempo pues Tom se encontraba enfrente de él, con una cara de los mil demonios.
- ¿Qué verga quieres?
Dijo Tord, con una ceja alzada en forma interrogatoria mientras seguía fumando. Le importaba muy poco su vocabulario, no estaba Edd por ahí así que no había problema alguno.
A Tom le enojó aun más que el Commie casi lo estuviera ignorando. Golpeo su mano derecha con la pared, justo a lado de la cabeza de Tord, al ser más alto, se veía un poco más intimidante.
- Escuchame bien maldio Commie. No te metas conmigo si no quieres sufrir terribles consecuencias.
Le dijo mientras volvía a agarrar el cuello del sueter del noruego con su mano libre, alzandolo un poco.
Tord simplemente volvio a darle una calada a su cigarrillo que estaba por acabarse.
- ¿Y si no quiero? ¿Qué me harás?
Dijo con burla el de rojo, mientras todo el humo del cigarrillo se concentraba en la cara de los dos al estar demasiado cerca.
Pasaron unos segundos y nadie dijo nada, el cigarrillo se encontraba en el suelo, este estaba apagado.
- Como lo suponía, no eres capaz de siquiera matarme.
Soltó con mucha más burla el joven noruego, mientras en su cara estaba plasmada una sonrisa burlesca. Este acercó su cara a la del británico, como si se fueran a besar, eso ultimo no ocurrió pues Tord había desvíado su cara al oído/oreja izquierda de Tom.
- Sabes que tienes mucho que perder si me haces más daño de lo normal.
Susurró el joven de ojos plata, aun posaba sobre su cara aquella sonrisa altanera, pues sabía muy bien que tenía razón. Sin nada más que decir, Tord se soltó del agarre y salió de la extraña posición en la que estaban, dejando a un Tom bastante sorprendido y con las palabras en la boca.
Odiaba que Tord tuviera razón, sabía que tenía mucho que perder pues si mataba a Tord, Edd lo dejaría y su fuente de ingresos se iría con él.
El de cuernos caminaba tranquilamente a la cocina, y se dio cuenta de que su plato estaba en los trastes sucios. Suspiró, Edd lo había dejado ahí pues en esa casa había otra regla.
"No te levantas hasta que hayas terminado de comer, y si lo haces antes, lo tomaré como que terminaste".
Tenía hambre, así que simplemente se resignó a lavar su plato y vaso sucio. Al terminar usó el mismo vaso para servirse leche e irse al sofá donde estaba Matt viendo... ¿una caricatura de gatos? Sabía que Matt era infantil así que no le importó, se sentó a su lado.
Edd estaba trabajando en unos dibujos aquel día, así que iba a estar muy ocupado.
No pasó mucho tiempo y Tom entró, no dijo nada y se fue a su habitación. Tord simplemente lo miró de reojo, sonrió internamente, amaba ver como aquel chico de sueter azul, o más bien de playera gris, se enojaba y quedaba callado admitiendo que él tenía razón.
- Hey Matt.
Dijo el noruego, acercandose más al mencionado.
- Dime.
- ¿Qué caricatura estás viendo?
- ¡Oh! Es-
Matt fue totalmente interrumpido por un fuerte relampago y trueno que hizo que el televisor perdiera la señal. Ambos jovenes miraron hacia la ventana, observando el ambiente oscuro y las gotas que caían en el suelo.
- Ow.
Se lamentó Matt. Tord se levantó de su lugar y caminó hacia el baño, donde se quedó sentado en el suelo después de haber cerrado la puerta.
Estaba agitado y respiraba con irregularidad, había evitado gritar frente a Matt por su miedo a los truenos. Después de unos minutos, se mojó la cara y se vio al espejo, no podía mostrarse debil frente a todos.
Salió del baño y fue a donde Edd, y golpeo la puerta de una manera algo desesperada. Edd abrió y vio a Tord algo... ¿asustado?
- ¡E-Edd, amigo!
- ¿Qué necesitas Tord?
Edd sabía muy bien que Tord necesitaba algo, su instinto se lo decía.
- ¿Tienes una habitación extra?
- Claro, es la que está después de la habitación de Tom. Está algo sucia y no te la quize dar por eso.
- Descuida, quiero esa habitación.
- ¿Seguro?
- Sí sí.
Dijo con rápidez el noruego, tenía que desahogarse.
- Está bien, es toda tuya.
Y dicho eso, Edd le dio unas llaves que eran de la habitación. Tord velozmente las agarró y corrió hacia la habitación sin decirle nada a Edd, este ultimo se sorprendió pero decidió ignorarlo y seguir trabajando.
Pero como la vida nos odia tanto, las llaves no entraban en aquella cerradura, estaba nervioso y por culpa de ello estas se cayeron al suelo.
Se agachó para recoger las llaves, de pronto, la puerta se abrió...
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¿¡Qué diablos te pasa, Tord!? [CANCELADA.]
FanficNota: El fanfic está cancelado debido a falta de inspiración. Tord decide volver, y para sorpresa de sus amigos, se ha vuelto más servicial ayudando a Edd en la casa. ¿Cómo reaccionará Tom ante esto? ¿Tord de verdad a cambiado? ¿Qué diablos le pas...