Soñando bajo la luna

Capítulo 8.

Madison se levantó de la banca donde estábamos sentados y dijo que se tenía que ir a casa. Entonces yo le dije que la acompañaba a su casa. Pero se negó, entonces se despidió con un beso en mi mejilla.

La vi irse, hasta no poderla ver más.
Entonces me quede con su lista de cosas por hacer. Como buen novio quería realizar todo lo que estaba en lista pero habían algunas que serían un poco mas difíciles que las otras.
La primer cosa en lista era tomarse una foto en una rueda de la fortuna. La lado existía una nota que decía que ella le tenía miedo a subirse en ese juego mecánico. Entonces para talvez quitarle el miedo, la invité a unas fiestas que quedaban cerca de la escuela. Hace aproximadamente unos días empezaron las fiestas entonces muchos chicos asistían a ellas.

Durante la mañana me había rechazado la invitación pero por la tarde porfin había aceptado.
Me aliste de la mejor manera, mi madre muy feliz por lo que me sucedía se despidió de mi y me deseó mucha suerte.
Entonces esperé a que llegará Madison y al rededor de un par de minutos había llegado.
Madison dijo.
— ¡Disculpa la tardanza! —.
Yo le respondí.
— Tranquila no pasa nada. Además te vez muy hermosa está noche —.
Con una sonrisa de oreja a oreja Madison tomo de mi mano y empezamos a caminar hasta las fiestas.

Al llegar, Madison me sujeto muy fuerte la mano al ver la rueda de la fortuna. Entonces dije en su oído.
— ¡Tranquila!. Toda estará bien mientras esté yo a tu lado —.
Entonces al decirle esas palabras logré que se tranquilizara. Compramos nuestros boletos para poder entrar a las fiestas. Todo estaba llenó, desde los minilocales de comida, hasta la plaza llena de juegos mecánicos.

Prácticamente toda la secundaria estaba en la fiesta, hasta nuestros amigos estaban presentes.
Diego nos llegó a saludar, incluso nos invitó a comer en el local de su madre.
Dijo que vendía arroz cantones pero nosotros le dijimos que volveríamos después de habernos subido a algunos juegos mecánicos.
Entonces nos fuimos a subir al primer juego mecánico. El primero hiba ser la rueda de la fortuna. Madison se resistió pero trataba de convencerla, hasta que lo logré.

Ella no paraba de temblar y era obvio estaba haciendo algo contra su voluntad, pero yo quería ayudarla a superar ese miedo. Entonces al subirnos vi una lágrima salir de su ojo derecho, yo se la limpié y le dije que todo saldría bien. Entonces la abracé con mucha fuerza, y así empezó a girar la rueda.
Madison pedia que pararan el juego, pero a con forme pasaban los segundos parecía disfrutar del juego.
Entonces en ese preciso momento saqué mi teléfono celular y tomé la foto. Todo lo que salía en esa lista quería guardalo como mi más preciado tesoro y que juraría que nunca lo olvidaría.

Al poco rato nos bajamos del juego mecánico, Madison salió riendo a carcajadas, para entonces decidimos irnos a subir en más juegos junto a nuestros amigos.
Cuando nos subimos a todos los juegos mecánicos fuimos a cenar al minilocal de la madre de Diego. Su madre nos hizo entrega de platos y de manera inmediata nos empezó a servir la comida. Empecé a probarla y fue exquisita. Era como una explosión de comida sabrosa en tu boca.
Terminamos muy rápido y seguro fuimos a jugar en unos locales que por jugar y si ganabas te daban una recompensa. Básicamente la recompensa era un peluche.
Entonces decidí jugar para poder regalarle un peluche a Madison. Ella insistió en jugar también, pero aún asi no la quise detener. Ya que otro de sus sueños era poder ganar un regalo en las fiestas. Entonces jugó al menos 4 veces en botar los cubos y porfin había ganado un peliche con un corazón el cuál ella me lo entregó.
Yo también había ganado un gran peluche y se lo entregué.
Ya estábamos un poco cansados y regresamos a nuestras casas. Mientras caminábamos Madison me hiba contando sobre lo genial que la había pasado y que logró superar su miedo gracias a mí. Entonces yo le respondí.
— No es nada cariño. Yo solo quiero lo mejor para ti y si queremos superar nuestros miedos para eso estamos los dos juntos —.
Ella dijo.
— ¡Muchas gracias de verdad!. ¡Eres el mejor! —.
Ella me dejó en la puerta de mi casa y se despidió con un rose de nuestros labios. Sinceramente nunca me había imaginado lo que era dar el primer beso de amor. Pero en esos momentos porfin lo había descubierto.

Yo quería dejar a Madison a su casa pero ella siempre se negaba entonces debía aceptar su decisión.
A la mañana del día siguiente me desperté con mucho sueño, inclusive me dormí un rato después de que había sonado la alarma. Hasta que mi madre llegó a despertarme, porque si no llegaría tardé a la secundaria.
Pasé por mis amigos y mientras llamábamos a recoger a Madison, ellos me decían que la noche anterior la habían pasado muy bien. Y quién diría, si hasta a mi me fascinó, la noche era bella y las estrellas se notaban como pequeñas luciérnagas bailando sobre nosotros.

Diego siempre me deseaba suerte con Madison, ya que había un chico con los ojos puestos sobre ella. Pero yo siempre le decía que no me importaba. Ya que si yo era su chico, tendría esos ojos hermosos sobre mi. Claro mis amigos no les gustaba que hablara de cosas amorosas, pero era más que la verdad.

Esa día teníamos todo el día clases en la secundaria. Las últimas eran un poco divertidas ya que era informática y siempre el profesor nos dejaba escuchar música desde la computadora.
Yo siempre me sentaba con los chicos y Madison se sentaba con su mejor amiga y era justo ya que prometimos a nuestros amigos nunca dejarlos de lado.

Durante la penúltima lección de informática llegó la profesora guía de nuestra clase para darnos información acerca de las fechas más importantes que se acercaban. Entonces la profesora dijo.
— ¡Muy buenas tardes chicos!. Como ustedes ya saben esté es su último año. Es por eso que organizamos una gran actividad para este día del niño. Pueden venir disfrazados. La fecha del evento será el 10 de septiembre esto debido a que la fecha oficial del día del niño es el dominio, por lo tanto no se podrá organizar nada ese día. La segunda información es acerca de la convivencia entre todos los estudiantes que cursan este último año.

Su fecha será el día 20 de septiembre. Y por último, la graduación será hasta en noviembre, ya que esperaremos los resultados de las pruebas de bachillerato, esperamos que todos pasen y se puedan graduar. Sin mas que decirles me despido —.
Al marchase la profesora todos gritaron de emoción, incluso hasta a mi se me dio por tirar un grito. Cada vez estabamos más cerca de conseguir nuestro título de bachilleres y por fin ir a la Universidad. Diego tenía planeado estudiar Arquitectura, Sebastián estudiaría medicina y Madison sería Astronoma al igual que yo.
Todos tenían carreras muy claras y decididas. Pero nunca falta el que aún no tiene una decisión firme pero es de esperarse, todo esto es un gran alboroto.
En fin, muchos estaban esperando a que llegará la convivencia. A mi me da un poco de flojera ir y hacer más amigos, como que ellos después de salir de ese lugar te seguirán hablando, puede que toques con suerte pero la mayoría de veces es asi "Hoy te conozco, mañana no".
El día que esperaba con más ansias era el día de la graduación, dejar ir a la secundaria sólo para perseguir nuestros sueños, mi sueño. Aunque sabía que mi padre no demostraba claramente su amor y su afecto hacia mi, se que el se sentirá muy orgulloso de mi por todo lo que había logrado durante tantos años.

Mi madre por su lado, ella no pararía de decirme lo muy orgullosa que está. Claro, ese es el papel de cada madre, seas buen o mal hijo tu madre siempre te va a querer tal y como eres y siempre, siempre estará ella para ti cuando más la necesites.