Inmediatamente nos dirigieron a una ambulancia, pero solamente podía viajar 2 personas dentro de la ambulancia.
Éramos cuatro profesores y yo, entonces dos de los profesores decidieron irse en taxi hasta el hospital.Entonces el profesor de religión y yo iríamos en la ambulancia y los otros dos profesores se irían en taxi hasta el hospital.
Nos dirigieron hasta la ambulancia, nos subimos y de inmediato arrancó la ambulancia.
Rápidamente la ambulancia se dirigió hasta al hospital, sentías que hiba a 130km/h y en tan sólo minutos el doctor que nos acompañaba en la cabina dijo que ya habíamos llegado al hospital.Nos bajamos y en seguida sacaron a Madison de la ambulancia. Temblando de angustia entramos a sala de espera, mientras a Madison la revisaba un doctor.
Pasaban los minutos y no sabíamos nada de ella, era como que no quisieran decirnos nada.
Al poco rato llegaron los 2 profesores a la sala de espera, se sentaron juntó a nosotros y la profesora de orientación preguntó.
— ¿Que saben de ella? —.
Yo respondí.
— Aún nada profesora, tengo miedo que tenga algo malo. ¡Tengo un mal presentimiento! —.
La profesora contestó.
— Tranquilo, esperemos a que no sea nada malo. Ella va a estar bien ya verás —.
La profesora de orientación me dio un fuerte abrazó para que me sintiera mejor.
Seguíamos esperando noticias acerca de Madison. Ya habían pasado casi 2 horas desde que ingresamos al hospital, no sabíamos nada acerca de la salud de mi novia, entre mas pasaban los segundos más nervioso me ponía. De pronto apareció un doctor, se nos acercó y preguntó.
—¿Quién de acá es el familiar? —.
Yo respondí.
— ¡Yo soy su novio señor!. Ellos son los profesores a la secundaria a la que voy. ¡Dígame doctor como está ella! —.
Por unos instantes el doctir me vio fijamente, pero luego contestó.
— Bueno, les seré muy sincero. Ella no está en buen estado. Le hemos realizado varios análisis y hemos encontrado que ella tiene cáncer de estómago. Parece estar muy avanzado, pero de igual manera se le hará una operación en la cuál se tratará de quitar un poco del estómago para así poderle salvar la vida. Es un tanto arriesgado, ya se le informó a la madre y está de acuerdo con nosotros. Así que ella está en estos momentos en sala de operación. Cualquier información se les dirá cuando salga de sala —.
Aquel relato del doctor fue como si me echarán una taza con agua fría. Miré a mis profesores y sus caras mostraban la misma expresión que la mía.
"Esto no puede estar pasando"... "no lo creo"..."¿porque a ella?" Decían a cada instante los profesores, mi mundo se había venido hacía abajo.
De pronto, no aguantaba más, mis ojos pesaban, me senté en la silla y empezaron a salir lágrimas de mis ojos, después de lágrimas empezó a correr un río en mi rostro.
Los profesores se acercaron a mi y dijeron que nada de esto era mi culpa y que estuviera tranquilo, pero como hiba a estar tranquilo con aquella notícia que a cualquiera impactará y ciertamente se que no es mi culpa, pero tengo un gran dolor en mi corazón, está hecho pedazos.
De pronto recibí una llamada de mi madre; ella quería saber como se encontraba Madison, entonces poco a poco procedí a darle la notícia, mientras le contaba, las ganas de llorar eran cada vez más inmensas.
Por el teléfono se escuchaba que mi madre lloraba, al igual que a mi le impactó demasiado la notícia. Seguidamente colgó la llamada y recibí una llamada de Sebastián y también procedí a decirles. Sebastián dijo que llegaría al hospital al siguiente día para vernos. El colgó, apagué mi teléfono y me fui al baño para llorar más sin que nadie me viera.
Caminé hasta los baños, entre; entre al servicio y cerré la puerta.
Y sin que nadie más lo supiera, me puse a llorar a solas, no sabrán el dolor que les causa, saber que un ser que amas está enfermo, que si muere nunca más lo volverás a ver. Que sin esa persona sientes que tu mundo, que tu persona no existe, que lo brilla más, que esa luz que irradiaba juntó a ti se apaga. Saber todo esto me hace querer morireme, no quiero saber nada más, no quiero más dolor y se que Madison en estos momentos debe estar pensando en el dolor que me provocó saber esto, pero tarde o temprano hiba a saberlo y si ella me lo ocultó fue porque no quería verme preocupado, que no la volviera a ver como la niña más linda y me apartara de ella. Pero eso nunca sería así, estando en las peores condiciones, la amaría hasta el fin.
Reinicie mi teléfono, puse su clave, entre a galería y me puse a ver las fotos que tenía junto a Madison.
Había una donde estabamos en el primer día de clases, ella quiso tomarse una foto con migo, fue algo extraño porque aún no me conoci a muy bien.
Había otra foto donde estábamos, Sebastián, Diego, ella y yo en el salón de música, ese día hibamos a tocar un instrumento, habían pocos instrumentos en el salón de música, así que tuvimos que compartir el instrumento.
Había una foto en la cuál Madison estaba posando en la colina, ese día fue cuando me llevó hasta la colina. Ese día se vistió muy hermoso, asi que ella dijo que le tomará esa foto.
Después encontré otras fotos donde nos encontramos en la colina, ella me había dicho que nos tomaramos una juntos, para asi conmemorar nuestra amistad que día con día se hacía más fuerte.
Había otras fotos con los chicos, Madison y yo en la colina.
Y por último encontré las fotos del día de la convivencia. Diego me las había pasado apenas las tomamos.
Tantos recuerdos que tenemos juntos, tantas locuras que hicimos juntos, venció sus miedos. Hice cosas que antes no me atrevía hacer en público y todo gracias a ella, que siempre me apoyó.
Entonces al ver todas esas fotos, me hicieron recordar muy buenos momentos, me dieron fuerza, y se que necesitó ser fuerte para que Madison también lo sea.
Salí del servicio, le lave la cara y salí del baño de hombres.
Los profesores muy preocupados preguntaron había donde me había ido y en seguida les comenté que quería un tiempo a solas.
Entonces los profesores se sentaron en las sillas al igual que yo me senté y como no recibíamos ninguna noticia nueva acerca de Madison, decidí acomodarme en la silla para poder dormir un poco.
Cerré mis ojos y sin darme cuenta me quedé dormido y desperté a la mañana del día siguiente.
Desperté y miré a mis profesores que aún seguían cómodamente dormidos en las sillas.
Yo me desperté con un poco de hambre así que fui en busca de alguna cafetería cerca. Estuve caminando varios minutos hasta que por fin había encontrado una, en la cuál solo vendían galletas y unos frescos naturales. Eso era prácticamente lo que vendían en esa cafetería, decidí comprarme 2 bolsitas de galletas, por si con una no me sacia el hambre.
Tomé medía vuelta y enprendi camino hacía la sala de espera. Mientras caminaba de regreso, pensaba que ojalá Madison esté muy bien y que todo pueda circular con normalidad, deseaba que ella estuviera consciente y no dormida postrada en la cama.
Llegué hasta la sala donde estaban los profesores y ninguno de ellos se habían despertado. Entonces decidí abrir la bolsa de galletas minuciosamente y exitosamente lo logré.
Las galletas parecían ser de vainilla, di el primer mordisco y sabía a chocolate, probablemente era chocolate blanco pero no me hiba a complicar, mientras fuera algo de comida todo estaría bien.
Me comí la primera bolsita de galleta en 10 minutos y como mis profesores aún seguían dormidos decidí comerme la otra bolsita.
A instantes después de haberme comido la segunda bolsita de galletas, el profesor de educación religiosa se estaba despertando.
En ese preciso instante estaba llegando un doctor y dijo.
— ¡Buenos días señores!. Esperó que hallan descansado muy bien. Tenemos buenas noticias, la paciente logró superar la operación, en este instante está en una habitación de cuidados paliativos. Aún no a logrado abrir sus ojos, pero esperamos que ella logre abrirlos pronto. Eso es todo lo que tienen que saber hasta ahora —.
Yo pregunté.
— ¿No podremos visitarla? —.
El doctor respondió.
— ¡Si!. Pero yo les avisaré cuanfo pueden pasar a verla, tan solo esperen mis órdenes —.
El doctor dio la vuelta y se hasta donde se encontraban un grupo de enfermeras.
Después de marcharse el doctor, los demás profesores que aún seguían durmiendo porfin se habían despertado. El profesor de educación religiosa les dio la buena notícia. De inmediato vi en sus rostros una expresión de alivió y claro estaba, es una estudiante más de la secundaria, por lo tanto si hubiera sido otro, sería la misma situación de posicionamiento.
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Soñando bajo la luna
Novela JuvenilUna historia de amor entre dos jóvenes que se conocen en el último año de la secundaria, el chico siendo un poco anti-social conoce a la chica popular de la clase, siendo el primer dia Madison consigue ser amiga de Daniel. Juntos pasaran un año com...