El País De Las Maravillas

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Era una tarde calurosa, la mayoría se encontraba adentro con un ventilador a un lado, ese día la familia había ido debido al trabajo de la joven pero eso no quitaba que se morían de calor.

Dohko se encontraba leyendo en el sillón individual, pero el sueño fue más fuerte y cayó dormido en los brazos de morfeo o bueno, según el se había dormido porque al abrir los ojos no encontró a nadie.

Dohko: Eeee chicos? -Se levanta y voltea a todos lados- A dónde se metieron?

-Se me hace tarde, llego tarde- Dijo una voz a un lado de él.

Dohko se volteó notando que quién había dicho eso era Mu, que tenía en su mano un reloj de bolsillo, pero lo que no entendió fue que tenía orejas y cola de un conejo blanco además de que usaba un frac. Tenía el cabello sujetado en una coleta alta además de que tenía lentes de armazón negro, lo hacía ver raro, muy raro.

Dohko: Mu, que sucede? -Se le acerca-

Mu: -Rápidamente empieza a caminar hacia las escaleras para bajar- Llego tarde, llego tarde a una cita importante. No tengo tiempo para decir "Hola, adiós" llego tarde, llego tarde -Habla mientras baja las escaleras-

Dohko: Mu!! -Lo sigue-

Ya abajo Mu conejo, parecía ser, dio vuelta a la izquierda yendo a la segunda sala que da a las habitaciones, Dohko lo seguía a duras penas pues iba muy rápido. Ya abajo el lemuriano conejo abrió una puerta, entró y la cerró, el de Libra se acercó e intentó abrirla pero no cedía.

Dohko: Qué? -Vuelve a forzar la cerradura-

No se giraba ni movía, cuándo se dio la vuelta no sabía dónde estaba, era una habitación pequeña con una mesa, una silla y las paredes tenían colores rojos, negros y cafés, pero le llamó la atención que había algo en la mesa.

Se acercó con cuidado hasta tenerlo enfrente, agarró el frasco y el pedazo de pan.

Dohko: -Lo lee- "Tómame" -Ve el pan- "Comeme" -Confundido-

Agarró un pedazo del pan y lo comió, en unos segundos empezó a crecer tanto que tocó el techo del lugar, apaniqueado por tener poco espacio tomo del frasco pero no midió la cantidad que tomó y terminó siendo tan pequeño como del tamaño de una llave.

Dohko: Ésto está mal -Viendo dónde dejó el pan, lo dejó en la mesa- Maldita sea

En ese momento vio que había una puerta más pequeña en la puerta que no se abría, se acercó y giro el picaporte abriendola, entró con confianza hasta sentir que no había nada abajo entonces se dio cuenta de que estaba cayendo.

Dohko: -Gritando-

No muy lejos una hoja gigante lo atrapó, empezó a descender con las otras hojas que paraban su caída, ya en el piso se sentó y miró el alrededor. Había flores gigantes y parecía que estaba en un bosque.

Dohko: En dónde diablos...?

-Un intruso!!- Grito alguien cerca de él.

Dohko se volteó asustado notando como una de las flores se volteaba, lo que lo sacó de onda fue ver quién era.

Dohko: Shaka? -Se le acerca-

Shaka: No me toques!! -Le lanza un manotazo, o más bien... Hojazo?-

Shaka era una rosa, una rosa roja, el tallo era su cuerpo y el centro de la flor era su cara, como si fuera un tipo de disfraz pero se veía muy real.

Dohko: Shaka... Que te pasó?

Shaka: Por qué me cambias el nombre? Yo soy la Rosa Roja no Sha... Como me hayas llamado -Se cruza de brazos-hoja-

Saint Seiya y ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora