Capítulo 5: El primer beso

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Caminaron por el vecindario durante una hora, sin un rumbo fijo. El tiempo pasaba volando mientras hablaban de sus aficiones, intereses y aspiraciones. Jisung le explicó a Minho que su sueño era vivir siendo rapero, pero su padre le había comentado varias veces que eso era algo imposible. En cambio, su amigo le animó y le insistió en que lo intentara.

- Nunca había visto a nadie rapear así, tienes mucho talento - le aseguró.

Esas palabras, de alguna manera, tenian más importancia que las de su padre, y sintió una motivación que no había sentido en años.

- Lo mismo para tí, deberías dedicarte al baile.

Minho sonrió y se rascó la cabeza, avergonzado.

- Yo no soy tan bueno, hay gente mucho mejor. Pero me gustaría entrar en alguna competición nacional alguna vez - confesó.

- Seguro que lo harías genial - dijo Jisung.

Sintió timidez al segundo de decir esa frase.

- Quiero decir, todo el equipo lo haría genial,, dicen que el equipo del instituto es bastante hábil - se corrigió.

Minho le sonrió y el menor sintió que alguna parte de él se había derretido al contemplar tanta belleza. Minho, por otro lado, tenía la mirada fija en la pulsera de Jisung que le había llamado la atención un par de veces.

- ¿Qué es eso? Parece eléctrica - comentó.

Jisung la agarró con la otra mano, intentando taparla.

- Es algo personal, ya te lo contaré otro día - dijo evitando el tema.

Minho aceptó su decisión sin insistir; no llevaban demasiado tiempo con su amistad, era normal que le ocultara alguna que otra cosa.

Llegaron a una esquina con un farola que iluminaba escasamente la calle.

- Tengo que marcharme ya para casa - le dijo Jisung mientras se detenía lentamente.

No quería girar la calle y despedirse de él, pero no tenía otra opción. Tampoco podían estar juntos todo el día, aunque eso hubiera sido perfecto para ambos. Minho entrelazó sus dedos con los de Jisung y se acercó poco a poco a él.

- Hyunjin me dijo que el día de la fiesta bajaste de la habitación con la cara roja - empezó a decir con la voz baja -. ¿Pasó algo que no me quieras contar?

Jisung sintió como sus mejillas estaban ardiendo. Estaba muy cerca, demasiado. Podía oler su colonia a limón sin dificultades y escuchar su respiración que se aceleraba cada vez más. Negó con la cabeza sin saber muy bien qué hacer. Su cuerpo estaba completamente congelado ante el tacto de los dedos de Minho. Vio como miraba a ambos lados, asegurándose de que no había nadie cerca de ellos. Con su otra mano, rodeó el cuello del chico y lo acercó hacia él. Jisung sintió como los labios de Minho presionaban los suyos, dulce y cuidadosamente. Cerró los ojos instintivamente y movió el brazo que tenía libre hasta la espalda del chico, cosa que provocó que sus cuerpos se juntaran aún más. Era una sensación nueva para los dos, sus corazones latian a una velocidad anormal y sus estómagos parecían más alborotados que nunca. Después de unos segundos, Minho se separó lentamente. Ambos se observaron, avergonzados, y dirigieron la mirada a otro lado.

- Sabe a fresa - dijo Minho, pasando un dedo por sus labios.

Ese comentario hizo que la rojez de Jisung aumentara hasta ser del color de esa fruta. Se acababan de besar. Él y Minho. Él y el chico más atractivo del instituto. Y le había gustado. Mucho.

- Me tengo que ir - se despidió mientras se giraba y corría hacia casa sin mirar para atrás.


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