Capítulo 10: A solas (+18)

551 38 6
                                    


Nunca había suspendido tantos exámenes. De hecho, nunca había sacado menos de un dos. Pero esas tradiciones se había roto en su tercer año de instituto.

- Vaya, vas a tener que ir a casi todas las recuperaciones - le indicó su tutor.

El curso estaba por terminar y no podía hacerlo de peor manera.

- ¿Hay alguna razón para esto? ¿Se han peleado tus padres o algo?

- No, solo me he relajado - contestó.

Claro que había una razón. Había pasado todas las tardes del período de exámenes en el hospital junto a su novio o practicando con el equipo de baile. Había hecho una lista de prioridades que ahora estaba recordándole las malas decisiones que había tomado.No podía culpar a su novio, este le decía tarde sí tarde también que no hacía falta que lo acompañara. Pero su voz temblorosa y su rostro apagado y cansado le impedían marcharse. Y sí, en una pirámide Jisung y bailar estaban más altos que los exámenes.

- Va a ser difícil, pero lo puedes conseguir - le dijo el profesor -. De todas maneras, he avisado a tu madre de esto y no parece muy contenta.

Esa era la peor noticia que le podía dar. Su madre era insufrible con las notas, y sabía que no le iba a dejar pasar este desliz. Entonces se acordó de la conversación que tuvo con Jisung, del hombre misterioso del hospital.

Llegó a casa, rezando con no encontrarse con su madre. Lamentablemente, no tuvo tanta suerte. Primero se le acercaron los gatos para saludarle y, justo después vino su madre.

- ¿Ya estás aquí? Tenemos que hablar - dijo señalando la silla del comedor para que su hijo se sentará.

Este le hizo caso y esperó a que ella comenzará a hablar del tema que imaginaba.

- ¿Cómo puede ser que hayas suspendido cinco asignaturas? ¡Esto es inaceptable! - gritó.

- Mamá ,yo...

- ¡No hay excusas que valgan! Yo no te eduqué de esa manera.

- Eso es porque no me educaste en primer lugar - repuso él.

La nariz de la madre comenzó a inflarse y la vena del cuello se le comenzó a marcar.

- ¿Cómo te atreves? Yo te lo he dado todo; esta casa, comida, educación...

- Eso me lo puedo dar una casa de acogida también. ¿Pero cuando fue la última vez que me abrazaste o que te preocupaste por mí? Ni siquiera te acuerdas, eh.

- No hagas parecer que esto es por culpa mía. La realidad es que has estado saliendo con ese chico y has dejado de lado tus responsabilidades - dijo - No volverás a verlo. Tampoco irás a las prácticas de baile.

No tenía ni idea de cómo se había enterado de su relación con Jisung, pero conociendo a su madre, todo era posible. Eso sí, si pretendía quitarle las dos cosas que más le importaban en ese momento, estaba muy equivocada.

- ¿Quién te ha hablado de él? ¿El hombre al que visitas en el hospital?

Se pudo ver en su reacción que no esperaba esa pregunta. Minho sonrió al ver que la pillaba por sorpresa.

- No tienes derecho a mencionarlo - le contestó -. Dejarás esa relación tan antinatural e indecente y te centraras en los estudios.

- ¿Y quién me obligará a hacerlo? ¿Papá o el del hospital? - volvió a sacar el tema.

Le gustaba ver como su madre perdía los nervios al mencionar a ese señor. No sabía quién era pero le estaba sacando buen provecho al asunto.

- Vete de aquí - dijo con un débil voz.

PALPITACIONES #MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora