Capítulo 13: La primera vez (+18)

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Lo arrastró por las calles del paseo marítimo hasta que llegaron a su destino. Aún estaban un tanto mojados y sus respiraciones estaban agitadas a causa de la repentina prisa que Minho tenía. Jisung leyó el letrero del sitio donde se habían detenido.

- ¿Cómo sabías dónde había una farmacia? - preguntó.

- Esta mañana acompañé a Hyunjin aquí a por lo mismo - explicó -. ¿Todavía estás borracho?

Jisung negó con la cabeza. Aunque todavía sentía un leve mareo, era totalmente consciente de lo que estaba ocurriendo.

- Bien, quédate aquí, vuelvo en un segundo.

Minho entró en la farmacia decidido y Jisung observó cómo iba sin vacilar a la sección de productos sexuales. Sus orejas comenzaron a enrojecerse y su corazón a palpitar con fuerza y descontrol. Minho salió al cabo de un par de minutos y volvió a agarrarle de la mano. Afortunadamente, era muy de noche y no había casi ninguna persona a su alrededor.

- ¿Por qué no le has pedido a Hyunjin? Vaya pérdida de dinero - dijo Jisung.

No se atrevía a decir la palabra "condones" porque le causaba un pavor que no sabía explicar. Escuchó como su novio soltaba una ligera risita.

- Si piensas que todos los hombres tienen la misma medida que yo, vas a decepcionarte muchas veces en la vida - dijo con un tono burlón.

Llegaron a la casa de verano y entraron intentando hacer el menor ruido posible. Ya no se escuchaba ni la música ni las voces de sus compañeros. Vieron como Felix y Changbin dormían en el sofá bastante apretados. Chan debía estar en su habitación compartida con una de las hermanas. Sin duda, Felix era demasiado permisivo.

- Pero... yo compartía habitación con Seungmin - recordó Jisung.

- ¿Te crees que él y Hyunjin están en habitaciones separadas?

Pasaron por la habitación que correspondía a Jisung y a Seungmin. En el picaporte de esta había un calcetín colgado. Jisung no era muy espabilado en estos temas, pero no hicieron falta más señales para que se diera cuenta de que la habitación de Minho debía estar libre. Para su sorpresa, se encontraron con la silueta de una chica tumbada en la cama. Era la hermana mayor. Minho suspiró y se acercó a ella.

- ¿Qué haces aquí? - le preguntó con el tono más amable que podía fingir en ese momento.

- He pensado que podríamos revivir esa noche, pero en plan mucho mejor, ¿Sabes? Estando conscientes y eso...- empezó a decir.

Minho se sentó junto a ella en la cama mientras Jisung los miraba desde la puerta.

- Verás, Mina, eso no va a poder ocurrir. Estoy enamorado de ese chico que ahora mismo te está observando como si quisiera que te desintegraras - le explicó calmadamente.

La chica miró a Jisung, el cual estaba lo suficientemente lejos para no escuchar lo que su novio acababa de decir.

- Si puedes guardar este secreto te lo agradecería mucho.

Mina asintió y se levantó de la cama, decepcionada. Antes de salir de la habitación, analizó al menor de arriba a abajo. Minho levantó los brazos, esperando que Jisung viniera a abrazarlo, pero este solo se acercó y se sentó a su lado.

- Se me ha pasado el calentón, tanto correr para nada - confesó con voz decaída.

- Vaya, debo estar loco, porque solo mirándote con esa camisa entreabierta y el pelo mojado ya hace que me excite.

Jisung se rió ante ese absurdo comentario. Minho pensó que era la risa más adorable que existía en este planeta.

- Lo estás - confirmó -. Dime una cosa, ¿Sigues viviendo en casa de Chan?

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