Frío y cálido

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Esa noche JinHyuk soñó con Wooseok. Lo veía concentrado trabajando en algo, con el ceño fruncido y la mandíbula tensa mientras sostenía unas pinzas y hurgaba dentro de un tórax abierto. Pronto descubrió que se trataba de su cuerpo.

Lo veía desde el exterior, como la escena de una película, el doctor terminó de coser una herida tras otra con suma dedicación, relamiendo sus labios a momentos y pestañeando lo mínimo para evitar cualquier desliz. JinHyuk se preguntó si acaso notaba su presencia, al parecer no.

Cuando terminó, el cirujano se quitó los guantes y fue a lavarse las manos para volver junto a su cuerpo, se sentó a un lado y se atrevió a tomar su mano, entrelazando sus dedos y acariciando el dorso mientras lo contemplaba con una singular mirada llena de preocupación y ternura.

—¿Cómo pudiste permitir que te hicieran esto? ¿Por qué un nunca me escuchas? —Susurró el castaño, inclinándose para acercar su oreja a la herida que cerró recientemente —Está latiendo... ahora sólo queda esperar —Volvió a sentarse y el chico llevó la unión de sus manos hasta su propio rostro, acariciando su mejilla con ella, dejando breves y repetitivos besos, cada uno más cariñoso que el anterior —Te he extrañado demasiado ¿Sabes?

JinHyuk sintió el deseo de decirle que lo extrañaba también, aunque no entendía por qué. No podía moverse, sólo era un espectador intruso de tan íntima escena.

Verse a sí mismo inconsciente en esa camilla le provocaba una sensación desagradable en la garganta, como un vacío en su interior y unas ganas terribles de gritar. Su pecho dolía y esa era la prueba de que sus músculos y su corazón se estaban adaptando, pero también...

Había algo más.

Un sentimiento de añoranza que no terminaba de entender. Como cuando despertaba luego de una recaída grave y se encontraba con Wooseok llorando disimuladamente. Wooseok siempre lloraba cuando él sufría una descompensación y por más que intentara mostrarse frío y distante, sus ojos reflejaban una calidez inmensa, como si le importara mantenerlo con vida más de lo que se preocupaba por sí mismo.

¿Tanto le importo?

JinHyuk despertó con esa inquietud instalándose en sus pensamientos, lo meditó durante gran parte de la mañana. Sentía el contacto vívido de los labios del castaño en su piel, sus lágrimas, sólo había sido un sueño pero se sintió tan angustiantemente real que acabó contagiándose por la atmósfera melancólica.

Wooseok. Wooseok y sus miedos. Wooseok y sus arrebatos, sus enojos, sus acciones y palabras duras que ridículamente no concordaban con aquello que expresaban sus ojos.

Hasta entonces JinHyuk había estado tan ocupado buscando la forma de recuperar sus recuerdos y salir de allí que no se había detenido a evaluar en serio lo que ocurría y cuál era su conexión con su doctor, si es que había alguna. Él era su médico, quién le salvó la vida, sí, ¿Pero por qué siempre lo miraba como si le aterrara perderlo?

Recordó las palabras de Eunsang "Todo esto es por ti", no tenían sentido, no podía evitar sentirse confundido y desorientado respecto a su vida, su pasado. 

Si acaso tenía alguna misión especial que cumplir o algo parecido. Qué ocurría allá afuera, por qué todos se negaban a hablar de eso. Tenía demasiadas preguntas y la imagen de los ojos tan expresivos de Wooseok nublando todo, el contacto de su mano gélida, los besos que cuidadosamente depositó sobre su piel.

¿Acaso el encierro y la amnesia estaban trastornando su mente haciéndole imaginar cosas con su doctor? Era nefasto.

Y no podía dejar de pensar en ello.

«Flawless» [ WeiShin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora