Tocada por la luna (Diabolik Lovers Fanfic)

Sangre rara

AKARI POV

-No…puedo…mas….-jadeaba Yui- Podemos…

-¡NO!-le grite-¡Sigue corriendo!

Y allí estaba. Corriendo por salvar mi vida.

El cómo había llegado hasta aquella situación era difícil de explicar, y en mi cabeza solo había hueco para una cosa.

Escapar.

Sin embargo, algo dificultaba mi carrera y me hacía ir más lenta de lo que sería capaz de ir. No sé qué cojones se me pasó por la cabeza al decidir salvar a la humana.

Sin ni siquiera esperar un segundo, mi instinto decidió agarrar con fuerza la muñeca de aquella chica y salvarla de los seis hermanos Sakamaki. Pero ahora que mi cerebro hacia un balance de nuestras posibilidades de salir con vida de aquella situación no podría estar más arrepentida.

¿Realmente lo estás?-preguntó mi conciencia-¿habrías sido capaz de dejarla allí?

Mi antigua yo no habría podido, eso estaba claro. Me habría lanzado sin pensarlo a salvarla, incluso lo habría hecho nada más verla. ¿Pero la yo de ahora?

La Akari de ahora…habría dejado a aquella chica morir sin ningún remordimiento si así podía salvar a Nyu y así misma.

Pero entonces, ¿por qué la ayudo?

“Porque aun te aferras a tu humanidad”-volvió a decirme mi interior.

Apreté los dientes en silencio. Estaba en lo cierto. Mi lado humano aun quería vivir en mí.

Un rápido vistazo hacia Komori Yui me hizo darme cuenta de que realmente no podría aguantar mucho más. Además, si la forzaba a correr hasta el límite, luego no podría correr más.

Giré hacia uno de los muchos pasillos y, afortunadamente, vislumbre una mesa que no parecía muy pesada de mover, pero podría cubrirnos a ambas. En cuanto estuve al lado del mueble, solté la muñeca de Yui, cosa que ella aprovechó para apoyarse en sus piernas y dar grandes bocanadas de aire.

-No hagas eso-me giré hacia ella y la agarré de los hombros-respira tranquila y no muy profundo.-lentamente, la chica hacia lo que le decía.-Eso es. Ahora, apártate.

Mientras Yui se quitaba del pasillo, quité de un manotazo todas las cosas que estaban encima de la mesa, la tumbé en el suelo y finalmente la puse de costado con las patas mirando hacia donde estábamos nosotras.

-Bien, la mesa bloquea todo el pasillo-dije.

 Agarré a Yui del brazo y la obligue a agacharse y a situarse a mi lado. Así, aunque cantaba mucho que estábamos ahí, sería un obstáculo para nuestros perseguidores y nos daría tiempo a escapar. Así que podíamos detenernos unos segundos.

Yui parecía más relajada y tranquila. Sin embargo, algo me llamo la atención.

-Tu rodilla-le dije-está sangrando.

-Y-ya lo sé. Pero no te preocupes, estoy…

-Podrían seguir el rastro.-le corte- Si son vampiros podrían olfatear tu sangre y les sería muy fácil encontrarnos.

-Oh…-dijo solamente. Temblaba levemente y no se atrevía a levantar la mirada.

Estaba realmente aterrada.

-Anda, déjame ver. –sin esperar respuesta, me acerqué más a ella y le flexioné la pierna. Era solo una herida superficial, pero era una herida que sangraba, al fin y al cabo.