La carta de "Día", a una Mujer

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 Tienes razón...

Día se opacó y se ha puesto triste al ver que no sonreías con él -Día siempre compartía contigo. Lloró cuando tú lo hacías y sonreía cuando irradiabas alegría-...

Te brindó un bello día – día tras día, solo para cumplir su capricho de verte feliz; que sonreías y disfrutabas su clima especial, únicamente para ti- para que disfrutaras con él una aventura más, pero ya no sonreías igual...

No brillabas como ese primer día. ¿Lo recuerdas?...

Ese día en que miraste al cielo, sonreíste y agradeciste el día más bello de tu vida, dijiste aprovecharlo al máximo y amarlo hasta el cansancio; desde ese día supó que cuidaría y daría a esta bella niña, una oportunidad más para disfrutar de su vida. Día le iba brindando acorde, lo que necesitaba: el frío para descansar plácidamente, el calor para refrescarse con amigos, la lluvia para pensar, reflexionar y desahogar sus penas.

Las jornadas soleadas eran aquellos momentos en que no podía contener mi emoción al ver a su amada. Tanta era que no se precavía que podría herirla, -quemando su piel-... pero, qué puedo hacer, no controlo mis emociones. Veía su figura humana y la amaba aún más, pero siempre en silencio.

La veía día tras día, y ahora no eres aquella niña a la que Día veía sonreír a la que  constantemente, abrazaba y brindaba amor con sus cálidos besos y demostraciones de cariño... Esos días se fueron, y poco a poco se fue transformando en una mujer que iba perdiendo el brillo de sus ojos y la radiante sonrisa que cautivaba a todos... ya no había amor en ella –la mujer que Día amaba -, era una rosa que se marchitaba.

¿Qué te ocurrió?...

Creo que Día pensó, que ya no eres tú quien dirige tu mente... que...

la tristeza y la decepción lo hacían por ella... no sonreías; solo exhalabas tristeza, dolor, furia con el mundo, consigo misma y con él; con el "chico" que la hacía sonreír. Creo que hirió su corazón, que no supó respetar, valorar ni querer el amor que le compartía. La traicionó. Hoy lo vi de la mano con otra chica, él sonreía como cuando estabas con él. Me enojé, perdón... le arrojé una tormenta... perdí el control y forme un huracán, la ira que Día sentía lo dominaba y carcomía... ¡Éste... traicionaba a su amada niña!, porque aunque seas mujer para Día eres esa linda niña que me alegró el día... irónico, ¿verdad?... Me vengué por ti. O creía era por ti, pero ahora veo, es por Día. Por su impotencia al ver que te ama y te da días cálidos para que sientas el amor puro y centelleante, que abunda en el interior de Día, y aun así no lo notas... crees es otro día cualquiera.

Verte sufrir... eso

Eso hizo que el humor de Día cambiára y transformara el bello día en acumulación de llanto incontenible...en dolor, en frustración y el dolor de un desamor...

Que Día te consolará
o día oscuro y ruin...
que has soltado sobre todos, un largo y frio invierno...
pareciese que murieras y se le callera a pequeños pedazos el corazón...
su corazón tan frio y grande está muriendo...
y...
su amada niña no lo nota...

no nota que al tocar su piel, con sus fragmentos de vida en forma de gotas frígidas como el espacio, lograrás saber y sentir que ella nunca estuvo ni va a estar sola... pero ella no comprende la intención de Día, solo refunfuña de incomodidad al verle caer sin avisar...
sin avisar...

Siempre contarás con él (Día) y tendrás un nuevo día para poder sonreír como aquella primera vez... solo que ya no estará Día para sonreír contigo.

Éste como los otros, se fue para más nunca volver, pero me pidió desearte fortaleza y ánimo, que en otro día podrán encontrarse y notarse... y, hasta quién sabe, podrían amarse.

No fue un Día más, fue el Día indicado para tu vida...

De vida a vida te espero.

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