Me he suicidado en el basto silencio que aturde mis pensamientos, en aquellos que me mantienen vivo por más que para poder contemplar mi sufrimiento, disfrutarlo y amarlo mientras que con mis entrañas me hago saco de objetos sin sueños ni esperanzas de un futuro venidero.

No te miento cuando te digo; que la vida no es más que un suplicio continuo, que, lo que se plasma en las líneas no soy yo, es mi corazón guiando mis dedos y...

Ya no sé, si escribo porque quiero romper el índigo contrito que me sojuzga o porque simplemente ame el dolor y el ritmo que se me incrusto en el corazón y me ha hecho indómito ante el indescifrable e incontenible tiempo al que le aturdo mis problemas y las soluciones.

Pase el tiempo leyendo, creyendo que así podría huir de todo lo que sueño y no obtengo, pero mi basto conocimiento en pro de mi ensimismamiento, acrecenta el temor y dolor en el que me siento cuerdo, y confirme que el conformismo fue algo que segó mi instinto de ver más allá de mí mismo.

Devoré dos libros, un tercero y un cuarto, sin comprender que me aleje de quien quiero –acto nefasto-, mi torpe mundo de pantomima y constante narcolepsia me hizo procrastinar mi demagoga forma de demostrar a través de mi prosopopeya: divagué entre la analogía de dos mundos; el mío y el exterior sin comprender que mi ser solo fue un acto de presencia muerta pues hasta yo mismo me ignoraba –creía mi presencia era esquiva y en definitiva claudicaría al ver que nada conseguía, más que ahogarme en mi fútil vida.

Hasta que volví a chatear con mi amiga, una chica que rompe la expectativa y logra lo que yo diría "nunca podría". A ella le debo mi cordura y un sincero arrepentimiento, pues es gracias a ella que me envuelvo con el tiempo y hago de las adversidades, momentos eternos para surcarlas y afrontarlas midiendo mi corazón en cada momento.

No sé si en mis versos soy sincero, o mis sentimientos confusos quieren enredarte en mis pensamientos, o tal vez sea yo quien decide tomar cada línea como propia para liberar la claustrofobia que sentía en mi cuello por encerrar los versos, las frases y las palabras que tanto me trago y encierro por miedo. Pero contigo siento romper el silencio y escribir lo que a nadie más escribí en versos –mi mundo entero-.

Agradezco esos momentos en los que compartimos más que secretos (fragmentos de vida misma), en los que contamos y desvelamos el dolor y cambiamos el color –que por cierto el color dolor es feísimo- por uno más próspero, por uno que diga no somos lo que vemos hasta que espero y lucho por llegar primero.

Te escribí tres páginas, pero al leerlas no sentía que estuvieran mis pensamientos en ellas, así que borre y elabore una en la que intente plasmar sentimiento y verdades ocultas en mí o tal vez eso creí...

#NOLVIDESONREIR

Poemas '' Lo que Vivo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora