antisocial | larry

Twelve

Último día del trimestre.

Harry había esperado todo lo que llevaban de curso para llegar a las vacaciones de Navidad. Pero ahora no le entusiasmaba tanto, y tenía miedo de que ese sentimiento estuviera relacionada con probablemente no ver a Louis en dos largas semanas.

Decide no discutir sobre sus sentimientos y entrar al instituto.

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Ese día no había sido nada especial, los profesores les mandaban deberes para hacer en vacaciones y les dejaban tiempo para hacerlos en clase.

Louis y Harry se habían cruzado varias veces, pero aparte de sonrisas no se habían dirigido la palabra. Louis sabía que Harry quería quedar con él, pero no quería agobiarlo con su emoción, asique decidió darle su espacio y llamarlo al empezar las vacaciones.

Harry

Después de jugar tres horas seguidas a video juegos sus ojos dolían. Normalmente leía o miraba las estrellas a estas horas, pero había encontrado unos viejos video juegos y quería revivir momentos de cuando era más joven, incluso pensó en llamar a Louis por si quería venir a jugar con él, ¿es lo que hacen los chicos, no?

Pero ese pensamiento se le fue esfumó rápido, no quería ser una carga para Louis, y mucho menos que se sintiera obligado a quedar con él.

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21:07

El rizado había acabado de desperdiciar el dia jugando y, más tarde, cuando ya sus ojos dolían, salió a ver las estrellas. Desde donde estaba podia ver la constelación de la Ursa Major y se sentía orgulloso de si mismo al saber reconocerla sin tener que usar una guía. Muchas veces se preguntaba que debía ser estar ahí arriba, en el cielo. Una de las cosas que más le atemorizaba pensar era en la muerte, y aunque por una parte le daba miedo saber qué pasaba después de morir, también sentía curiosidad.

El ojiverde estaba perdido en sus pensamientos cuando un pequeño temblor en su bolsillo lo hace volver a la realidad. Su primera reacción fue asustarse, pues el teléfono del rizado no recibia muchas notificaciones, pero al ver la pantalla se le escapó una sonrisa.

"Hola Harry" - Louis

El corazón de Harry se aceleró sin que ni se diera cuenta. Esperó unos segundos para ver si Louis iba a decir algo más o lo que quería era empezar una conversación.

Después de un minuto, al ver que no decía nada empezó a teclear una respuesta, cuando le llegó otro mensaje. Estaba dentro de la conversación asique lo pudo leer al instante.

"Dime qué te parece ir a cenar mañana... ¡Podríamos ir a un sitio de hamburguesas que me encanta!"

¡Claro que quería! Esperó al menos diez segundos para responder, pues no quería parecer desesperado, y aceptó la invitación del castaño.

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Harry le había contado a su madre sobre sus planes para el día siguiente y ella se alegró de que por fin su hijo tuviera un amigo, o al menos alguien que no fueran ella o Gemma para contarle sus cosas. Y por lo que el rizado le había contado de Louis, le parecía un buen chico con el que su hijo se podía juntar.

Louis por su parte, se armó de valor para hablarle gracias a su hermana Lottie, que le había insistido toda la tarde, al final, al ver que Louis no se decidía, cogió el teléfono de su hermano y envió un "Hola Harry", cuando le dijo a su hermano, ya no pudo echarse atrás y le dijo de quedar al día siguiente para ir a cenar. En realidad, le agradeció a su hermana por haber hecho eso, ya que él no se habría atrevido a dar el primer paso.

Los dos se fueron a dormir con una gran sonrisa en su cara.

A la mañana siguiente, Louis se despertó feliz. Era un gran día y lo sabía. Por fin podría hablar un buen rato con Harry, y no para estudiar o de camino a la escuela. Hablar de verdad. Sobre sus vidas, aficciones e incluso podría compartir su sitio favorito de hamburguesas con el rizado.

Harry, por su parte se despertó tratando de ordenar lo que pasó la noche anterior. Aún no se creía que había quedado con Louis, estaba nervioso, no mentiría. Tal vez más tarda hasta le pediría algún consejo a su madre sobre cómo sobrevivir a una primera cita de amigos. Pero sabía que iba a ir bien, aunque se hablaban desde hacía poco, Louis le transmite calma.

Louis

El día se me ha pasado sorprendentemente rápido, en un par de horas ya estaré con Harry y, como siempre, voy tarde. Me levanto del sofá algo apurado y rezo para que ninguna de mis hermanas esté en la ducha en ese momento. Por suerte, la suerte hoy está de mi lado y espero que dure bastante.

Me ducho sin prisas, disfrutando de la tranquilidad y relajación que me aporta ducharme. Cuando ya estoy seco me visto y hago un intento de peinarme. No sabía que ponerme, asique mis hermanas al final votaron una camisa blanca y unos simples jeans negros. Espero que Harry lleve camiseta blanca, pues, realmente se ve bien en ella.

Salgo a la calle y me espero en mi entrada, esperando a que Harry venga y podamos irnos.