Capítulo 12

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Recuperamos el aliento —"Juro que creí que me dirías otra cosa." — Dice Aurora.

La miro a los ojos y digo: —"¿Qué creías que te diría, que me gustas mucho y que muero por besarte?...

...Porque eso era justo lo que te iba a decir"—

Los dos estamos mirándonos fijamente. Tan cerca que puedo sentir su corazón acelerarse.
La respiración también se acelera poco a poco.

Me sudan las manos, siento vértigo cómo si estuviera al borde de un abismo.
No puede ser, hace mucho que no siento algo así, justo como cuando era adolescente.

Sabemoslo que ambos queremos. Como si fuésemos libros abiertos y podemos leer nuestros deseos.

Estando a punto de besarnos... —"Hola guapo. Quiero que me disculpen por interrumpir su momento de pasión." — Nos comenta la chica que intentó robar mi billetera poco antes.

—"¿Ahora qué es lo que quieres?" —Pregunta Aurora.

—"La verdad, no pude evitar notar lo mucho que pesaba la billetera y creí que necesitarías ayuda para poder llevarla. Así que me tomé la libertad de llamar a un par de amigos para que te ayuden con eso."

Los tres son casi de dos metros de altura, de contextura gruesa, de cabello y barbas largas, llenos de tatuajes como de una pandilla y con actitud hostil caminan hacia nosotros.

Mi reacción es proteger a Aurora.

—"Toma mi billetera y quédate detrás de mi"— Sin quitar la vista de los atacantes.

"Amigos créanme, ustedes no quieren hacer esto."— Mientras mi mente trabaja rápido para ver a cual neutralizo primero.

—"Pues lamento decirte que si queremos"— Exclama el más grande de los 3.

El primero salta por mi izquierda. Derecha certera al estómago, él se dobla y levanto la cabeza con fuerza para romperle el tabique y cae al suelo.

—"AY MI NARIZ HIJO DE PUTA!!... Me rompiste la nariz!. Y ustedes QUE MIERDA ME VEN, VAYAN POR ÉL!

El segundo es el más grande. Fui el mejor de mi unidad en combate cuerpo a cuerpo.

Se me acerca lo suficiente, patada directa a su rodilla derecha con tanta fuerza que se desprende hacia atrás y antes de caer al suelo salto y le remato con mi gancho de izquierda al mentón, doy la vuelta y veo que el tercero intenta arrebatar la billetera a Aurora.

Ella no se deja amedrentar y le da un rodillazo en la entrepierna. El sujeto le responde con una bofetada de revés. Aurora cae y él le quita la billetera para intentar salir corriendo.

La arena de la playa dificulta el desplazamiento pero logro alcanzarlo a unos metros ya fuera de la playa.

Con mi respiración agitada y sonreído digo —"Éste momento lo voy a disfrutar. No debiste hacerle eso a una dama."— me quito la camisa.

Caminamos en círculos, sin quitarnos los ojos de encima.
Alguien grita a lo lejos. —"MIRA UNA PELEA!!"—

—"Esa perra se lo merecía"— Dice el sujeto y saca un cuchito tan grande que parece un mechete.

Se llena el lugar de espectadores, con sus celulares encendidos...
Decido bajar la guardia y le digo al sujeto —"Solo dame mi billetera, te doy algo para que tú y tus amigos se diviertan. De verdad no quiero lastimarte"—

La chica se mantuvo apartada a unos metros de distancia durante todo el altercado.

Me lanza dos intentos para cortarme el rostro pero logro esquivarlos. —"¿Es lo mejor que puedes hacer?"— Le pregunto. —"Cuando termine contigo ni tu perra te va a reconocer"— me responde. 

Dejo que me se me acerque lo suficiente y en su vago intento de cortarme hago mi maniobra y termina por corarse su propia mano.

"AAAAAAAHHHH! Me estás jodiendo, me cortaste la mano!" — Grita desesperado y con mucho dolor.

"Mierda!, te lo dije, no quería lastimarte. Aurora, por favor para un taxi. Tenemos que enviarlo a un hospital" —  Con el cuchillo rasgo un pedazo de su camiseta y le cubro la herida, tomo su mano cercenada del suelo, se la doy y le digo —"Presiona con fuerza"— mientras seguía gritando de dolor. Aurora enseguida detiene un taxi, le doy al taxista $30 dólares. —"Llévelo al hospital más cercano y conserve el cambio"—

"Perdóname, de verdad no quería que conocieras esa parte de mí. Por lo general no soy violento"— Le digo a Aurora. —"Tranquilo, esas cosas pasan. Además ese imbécil llevó lo que se merecía. Créeme, a ese ya no le darán ganas de golpear a una mujer"— Responde ella con un tono jocoso.

Llamamos al taxi para regresar al Soleil. Envueltos entre besos y caricias todo el camino al crucero hasta que llegamos al dormitorio de Aurora.

Con pasión intensa ya en el crucero entramos a su camarote donde nos arrancamos la ropa, una prenda a la vez sin separar nuestros labios, y ya en ropa interior acostados en la cama...

-¡Espéra!- Dice Aurora y se sienta al borde de la cama.

-¿Sucede algo?, si quieres me detengo.- Respondo.

-No es eso, es que...-

-Está bien Aurora, no tienes que explicarme. Entiendo, no quiero que te sientas presionada y mucho menos que pienses que soy de esos que se entrega en la primera cita. La verdad no acostumbro a hacer eso, creo que me dejé llevar.-

-No te preocupes, no es por eso. Aunque... me encantaría estar contigo, es que... no creo que sea un buen momento, ya sabes, la visita mensual, cosas de mujeres.  Lo siento.-

-Jajajajajajaja, pensé que... bueno, no importa. Entiendo totalmente, está bien Aurora.-

-¿Estás molesto?-

-¿Qué?!, Claro que no! Ni aunque quisiera sería capaz de enojarme contigo, y mucho menos por eso.-

-Es que, siento que te hice creer que lo haríamos para ahora matar la pasión así, de repente.-

-No te preocupes, la verdad yo creo que estas cosas no se planean solamente suceden y si no se da ahora es por algo. Ya será en otro momento.- 

Me levanto de la cama y empiezo a vestirme, mientras digo: -Por otra parte, creo que debería irme, ya sabes, a resolver mi asunto pendiente con Cynthia.-

Aurora, sentada al borde de la cama, con sus manos sobre sus piernas, me sigue con la mirada. De un lado a otro mientras estoy recogiendo mis cosas. Como si quisiera decirme algo.

Me siento en la cama para amarrar mis agujetas mientras continúo diciendo: - Ella debe estar que camina por las paredes del camarote porque no he llegado... Digo, no es que todavía me importe, pero... ya sabes, no me gusta dejar asuntos pendientes.-

Me pongo de pie, listo para irme. Aurora me toma fuerte de la mano, se pone de pie y me da un beso profundo y yo correspondo. Me da un abrazo fuerte por unos segundos, recuesta su cabeza en mi pecho y susurra: -Tranquilo, entiendo.-

La tomo por los hombros, la veo al rostro. Ella con los ojos llorosos baja la mirada y le pregunto: -¿Todo bien?-

-Si, porque no habría de estarlo. Ahora vete que te deben estar esperando.- Me empuja hacia la puerta.

Ya en la puerta le digo: -Aurora, se que no es mi idea de una cita perfecta pero me gustaría una segunda oportunidad. Claro, si estás de acuerdo.-

-¡Claro que sí!, ahora vete- Responde Aurora. -Espero que puedas resolver tu asunto pendiente.- Y cierra la puerta lentamente frente a mí.

Me quedo parado frente a la puerta como si pudiera ver a través de ella, y del otro lado Aurora, sentada en el suelo, recostada a la puerta. Abrazando sus piernas con la cara entre sus rodillas.

Y así estoy, parado frente a la puerta, creo que llevo aquí unos 7 minutos, hasta que un agente de seguridad del crucero me pregunta: -¿Todo bien señor?

Aurora - La Reina del SoleilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora