C a p í t u l o 0 6

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La casa era simplemente hermosa, el Living estaba precioso, todo en orden y olía a frutas aquí dentro, había sofás blancos que resaltaban por el vitro piso negro, todo lucia perfectamente bien, mi casa era un juguete a comparación de la suya. La televisión era enorme y todo me encantaba.

—Bien, está es mi casa. —me saco de mis pensamientos.

—Es.. hermosa. —el soltó una risilla.

—¿Quieres sacar tus zapatos? A mamá no le gusta que pisen el suelo con los zapatos. —me dijo levemente apenado, asentí rápidamente. —Aquí hay unas pantuflas que le presta a los invitados. —me entrego una y el también quito sus zapatos, los dos nos adentramos.

—Oh, JungKookie has llegado. —una señora, probablemente la mujer más hermosa que el visto en toda mi vida salió desde una habitación, JungKook tiene los ojos como ella, su cabello era café claro y entonces pude suponer que ella es su madre.

La señora me miró curiosa.

—Oh, mamá ella es SunHee, una amiga del colegio. —me presentó. —SunHee, ella es mi madre.

—Es un gusto. —reverencie.

—Oh Kookie, me hubieses avisado que venía para preparar comida, es un gusto cariño. —se acercó a nosotros. —JungKook nunca trae amigas a casa, prepararé algo. —me dijo sonriendo. —Y te quedas a comer, ¿Cierto? —mire a JungKook rápidamente quien se alzó de hombros.

—Oh, no está bien. —negue haciendo una reverencia.

—No me puedes despreciar cariño. —me dijo ofendida.

—Bu-bueno, me quedaré. —ella asintió.

—Los dejo solos. —nos regaló una última sonrisa antes de desaparecer por donde llegó.

—¿Quieres… ir a mi habitación? —¿En serio me estaba preguntando eso? ¿A mí? Me ruborise en seguida y creo que el también. —¡Digo! —rasco su nuca nervioso. —Mi perro siempre está ahí.

—Ah… supongo que está bien. —los dos caminamos hasta que su madre salió de vuelta.

—Cariño. —le hablo a JungKook cuando estábamos apunto de subir a su habitación. —Gureum está en el jardín, quería salir un rato. —JungKook asintió y bajamos las escaleras cuando apenas subí tres escalones.

Los dos cambiamos el camino hacia una puerta de cristal que estaba en el Living, el se acercó a la puerta y entonces escuché unos ladridos desde afuera, el abrió la puerta y un hermoso perrito blanco corrió a los brazos de JungKook, el sonrió y lo cargo.

—Oh, te extrañe. —JungKook beso la cabecita del perro, me dio tanta ternura la imagen que está delante mío.

El lo bajo y ambos nos agachamos delante del perrito.

—Mira Gureum, ella es SunHee. —le hablo al perrito, este otro se acercó tímidamente a mí y comenzó a oler mi mano, después soltó un ladrido y brinco a mis piernas haciendo que por poco caiga al suelo, JungKook río.

—Oh, me está lamiendo. —dije feliz mientras el perrito daba lengüetazos a mi mano.

—Creo que le agradas. —sonreí y acaricie al perrito, era hermoso y muy suave.

—Cariño, les piqué fruta. —su madre nos hablo, pegue un brinco al escucharla hablar detrás de mí. —La subí a tu habitación por si quieren hablar allá. —JungKook asintió.

—Gracias. —le dijo y entonces la señora se marchó. —¿Quieres… ir arriba? —asentí sin pena alguna, el sonrió.

Quito al perrito con cuidado de arriba mío y nos pusimos de pie. Ambos entramos a la casa se nuevo y el perrito iba detrás de nosotros moviendo su colita, subimos las escaleras y yo miraba curiosa todo, habían muchísimas puertas y yo me preguntaba porque había tantas, el abrió con cuidado y lentamente una puerta que estaba casi al final del pasillo.

El entro y después yo pudiendo ver su habitación, su cama estaba forrada de sábanas grises, habían muchos roperos y muebles, un escritorio con una silla negra y una laptop ahí mismo, una puerta que supongo era de un baño o algo así y había otra que parecía la de un clóset, las paredes estaban impecables, la habitación tenía una gran ventana con cortinas blancas.

La habitación olía a JungKook, me encantaba eso, toda la luz entraba por la ventana, había un gran ropero con muchos cuadros en este, lápices, cuadernos y discos y finalmente una mesita delante de la cama con dos pequeños tazones llenos de fruta.

JungKook se sentó en el suelo en frente de la mesita y yo por inercia me senté en frente de el en el suelo también, el perrito se subió a mis piernas y se acostó en ellas.

—Me acaba de cambiar. —JungKook dijo riendo, solté una risilla.

—Me lo tendré que llevar ya que no te quiere. —le dije y el negó rápidamente.

—Es mi hijo, no puedes separar a un hijo de su padre. —me dijo juguetón, reí.

—Entonces seré su madre. —me di cuenta después de un rato sobre lo que acababa de decir, me sonroje. —Madre adoptiva… —finalice, JungKook río.

—Aún así sigo siendo su padre. —hice una mueca. —Es mío. —se me hizo tan tierno ver a JungKook peleándome a su perrito.

Los dos comimos de la fruta que dejó su madre, era muy dulce y suave.

—¿Puedo hacerte una pregunta? Aparte de esta. —me dijo JungKook a lo que asentí mientras masticaba. —¿Porque llorabas en el colegio?

—Ah.. no es nada, no quiero hablar de ello. —asintió.

—Esta bien. —me sonrió dulcemente. —¿Cómo te va con álgebra? ¿Has mejorado?

—Oh, claro que sí, ya mejore un poco aún que sigue siendo tan difícil como siempre. —el frunció el ceño de una manera muy adorable..

—Soy un mal maestro. —negué con mi cabeza rápidamente.

—Eres bueno solo que yo soy mala... —suspire. —Prestare más atención a tus clases. —el me sonrió y asintió levemente.

—Ah, los apuntes. —se puso de pie. —Dejame los busco. —se puso de pie delante de un mueble con cajones y comenzó a abrirlos de uno en uno. —Estaban aquí… al me la eso creo. —rasco su nuca como pensando. —Oh, ya recordé. —rapidamente fue hacia su escritorio y abrió el cajón que tenía este, saco una carpeta de plástico roja y me la extendió.

—Gracias. —los agarré.

—Espero te sirvan, todo está súper definido ahí porque es donde estudió para los exámenes aún que ya lo sé de memoria todo lo que está ahí. —abrí levemente la boca, de verdad es un chico listo. —Puedes quedartelos.

—Gracias. —volví a agradecerle, abrí la carpeta en la primera hoja decía, “Jeon Jung Kook, clase 2B, Álgebra” sonreí al ver su letra perfecta, me gustaba mucho la manera en que escribía. —Por cierto. —lo mire y el a mi también rápidamente esquivo mi mirada. —¿Podrías darme tu número?

—Ah, está bien. —saque mi celular y se lo pase para que lo apunté, termino y me lo regreso. —Gracias. —me sonrió dulcemente y se sentó delante mío otra vez.

—Cariño voy a pasar. —su madre dijo desde afuera antes de abrir. —La comida está lista. —nos dijo mirándonos. —Bajen. —ambos asentimos.

A part of my Heart. (JJK x TN) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora