Ése mismo día sábado mientras Marinette y Adrien paseaban en bici Nathaniel llegó corriendo al parque a toda velocidad.
Chloe le había enviado un mensaje diciendo que necesitaba su ayuda y el no lo pensó dos veces y la fue a buscar.
No sabía por que motivo le preocupaba la chica si siempre le molestaba.
Quizas aprendió a tratar con ella.
-Aqui estoy.
La rubia le hizo una señal con la mano para que la vea y el se acercó algo agitado.
-Es... ¿Estás bien?
Chloe forzó una sonrisa.
-Me torci el tobillo cuando me cai de unas escaleras.
El chico palidecio y la tomó de los hombros.
-¡¿No te hiciste daño?! ¡¿Nadie se burló de ti?! ¡¿Cuantos dedos ves?! ¡¿Qué día es hoy?! ¡¿Quién soy yo?! ¡Llamaré a la ambu...
La chica le tapó la boca algo fastidiada.
-Sólo fueron tres escalones, nada más.
El pelirrojo suspiro aliviado al saber que no le pasó nada malo.
-Sube, te voy a llevar a casa.
Se dio medía vuelta y se inclinó para que ella se suba.
-¿Estás seguro de llevarme? Digo, no te ofendas pero estás bien escuálido.
El chico fruncio el ceño.
-Yo también te quiero Chloe.
La chica se sonrojo al extremo y agradeció que él estaba de espalda.
Extendido sus brazos y se sostuvo a él para que la llevé.
-Ya estoy lista.
-Okay.
Nathaniel no se movía ni un poco y Chloe suspiro cansada.
-No te puedes poner firme ¿verdad?
-¡Yo si puedo! ¡Sólo estoy concentrando mi Ki!
La rubia se contuvo la risa, su amigo era pésimo mintiendo.
-Puedo llamar a Sabrina, está en una cita con Max pero seguro si le habis...
-¡Ya te dije que puedo sólo!
Nathaniel hizo fuerza y la alzó, sus piernas temblaban pero lo logró.
Caminó muy lentamente mientras Chloe sonreía.
-Un pequeño pasó para el hombre pero un gran pasó para Nathaniel.
-Por favor, no molestes.
La chica se rió mientras él caminaba un poco más rápido.
-¿Sabes? La última vez que alguien me llevó en su espalda lo hizo sin problemas.
La mirada de Nathaniel quedo en blanco y sonrió algo nervioso.
-Vaya, Sabrina es muy fuerte ¿verdad?
-No fue Sabrina, fue un chico.
-¿Ah, no?
El chico apretó sus dientes con furia y se puso a caminar más rápido, casi trotando.
Chloe se sostuvo fuerte por el cambió de actitud del chico.
"¡Rayos! ¡¿Por qué siento tanto enojó?! Por alguna razón me enfurece lo que me dijo."
-¿Te enojaste por algo?
-No.
Lo dijo con una voz tan seca que ni el mismo se reconoció.
Chloe apoyo su barbilla sobre el hombro de su amigo con una sonrisa.
-La última vez que alguien me llevó en su espalda tanto tiempo yo tenía 5 años. Ésa persona es mi padre.
Nathaniel se detuvo y la chica pudo apreciar bien de cerca el sonrojo de el chico.
Un lindo y vergonzoso silencio se hizo presente.
Ninguno de los dos dijo nada por el resto del camino hasta que llegaron al hotel donde viva la chica.
-Aqui ya puedo sola, gracias por todo.
Chloe se bajo algo cansada por su día pero al ver a su amigo se sonrojo un poco.
-Me alegra haber sido útil.
Nathaniel le mostraba una sonrisa como las que raramente mostraba y la chica ya no se resistió.
-Ya que.
Se acercó a él y le dio un fugaz besó en la mejilla mientras se iba a dentro y el se tocaba su sonrojada mejilla.
-Hoy fue un día muy raro.
Se puso en marcha para irse a su casa pero algo le llegó su atención.
-¡Siiii! ¡Lo estoy logrado, Marinette mira! ¡¿Lo ves?! ¡¿Me ves?! ¡Marinette mirame!
-Si, si, si, te estoy viendo Adrien.
Nathaniel miraba con la boca abierta como la pareja iba en bici, ó mejor decir, Adrien iba en bici y Marinette lo empujaba de atrás con una sonrisa.
-Me corrijo, hoy es el día más raro de toda mi vida.
Y se fue a su casa con su cuerpo algo dolorido pero con una suave sensación en su pecho que lo hacía sonreír.
ESTÁS LEYENDO
El que se sonroja, pierde
FanfictionQuien se sonroje primero, pierde el juego, así de simple.