QUIERO SER TU OMEGA || [DekuKiri] •Finalizado•

19

Katsuki no podía controlar sus feromonas.

En sus celos gemía llamando a Deku.

Sobre su cama se retorcía de dolor, desnudo, usando sus dedos, dildos y vibradores.

Nada podía calmar su hambre por saborear la piel de Izuku, necesitaba sentir el miembro de su destinado adentro, escuchar sus súplicas pidiendo poder marcarlo y gimiendo sobre su oreja lo mucho que lo amaba.

Ahora estaba perdido, igual de confundido por la necesidad de su alfa, volvió a lo mismo.

Se sentía igual de adolescente cuando se negaba a su condición de omega, cuando tenía la urgencia de ser tomado.

Habían pasado meses sin tener noticias de Izuku, sus celos lo volvían loco.

Trató de contactarlo pero su número móvil estaba suspendido, parece que sus deseos de alejarlo para siempre se habían hecho realidad cuando Izuku no volvió a llamarlo ni buscarlo, incluso cambió de área, debería sentirse aliviado por deshacerse de ese alfa inútil, pero ahí estaba, desesperado por saber de él, ansioso por verlo y ser suyo, empezaba a dudar de sus acciones.

¿Y si hubiera dejado que me marcara?

Se preguntaba a veces en medio de la noche.

Pensando en todas la consecuencias de aquello, imaginando incluso una familia y odiando por completo que Izuku no hubiera insistido una vez más.

Su celo terminó.

Su tortura acabó.

Sus días libres llegaban a su fin.

Antes los pasaba en compañía del pecoso, encerrados en su habitación en medio de caricias y sexo.

Ahora estaba solo con su dolor y dudas carcomiendo su alma.

Sin darse cuenta terminó en el mismo bar donde iba a tomar desde que dejó a Izuku, no imaginó encontrarse con Shouto, trató de ignorarlo, pero el héroe número dos se levantó de su sitio y se sentó frente a Katsuki, se notaba algo mareado por el alcohol.

—Hola.

—Lárgate y muere.

—Solo quiero hablar, no intentaré nada. Lo juro, necesito que alguien me escuche.

—Y crees que caeré de nuevo contigo, infeliz.

—Bakugou eres un omega muy rudo en verdad, muy orgulloso y altanero, siempre me pregunté por qué no tenías pareja. Tenías muchos alfas atrás de ti.

—Y te quedarás con la duda, imbécil.

Katsuki empezó a beber.

—Envidio a los omegas, ustedes nos traen de esclavos a nosotros los alfas.

—No quiero escuchar esas estupideces, lárgate.

—Encontré a mi destinado, es un hermoso omega que ya tiene pareja y no tienes idea de cómo deseo marcarlo, pero no puedo, tengo que hacerme a un lado y mis instintos me están volviendo loco.

—¿De qué mierda hablas?

—Nunca me había pasado, con ningún omega, pero con él. Mis dientes duelen por morder su nuca, no puedes imaginar cuánto sufro por hacerlo mío, por marcarlo y llenar su cuerpo de mi esencia.

Katsuki estaba en shock, preguntándose en silencio si Izuku se sentía igual, imaginando con certeza que sufría por su ausencia igual que él, afirmando en su mente que debía salir corriendo hacía su departamento y dejarse marcar, porque ambos lo querían, ambos lo deseaban y sufrían por estar separados.

—¿Bakugou, me estás escuchando?

—No, mierda.

—Claro, no te importa verme sufrir, pensé que te alegraría.

—Te lo mereces, idiota.

Katsuki dejó a Shouto, a diferencia suya, Izuku estaba esperando que él diera una señal, una muestra de interés, su destinado estaba esperando su regreso.

Concluyó su mente ebria de alcohol y dolor por la ausencia.