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Entraba al quinto mes de embarazo

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Entraba al quinto mes de embarazo.

Kirishima paseaba en un centro comercial buscando cunas para sus cachorros.

Una roja y otra verde.

Llamó a su esposo, quería decirle que había encontrado las cunas perfectas.

—Mi amor, encontré las...

—¿Ah? ¿Kirimierda? —respondió soltando una carcajada de burla. —Deku está ocupado.

—¿Qué haces contestando el celular de mi esposo?

—¿Deku no te lo dijo? —preguntó victorioso. —Estamos trabajando juntos desde que tomaste tu descanso.

Kirishima cortó la llamada.

Llegó a su casa y se encerró en su habitación a llorar.

Miles de dudas invadiendo su mente.

Su alfa y Katsuki estaban juntos.

Izuku llegó a casa de noche encontrando todas las luces apagadas.

Se horrorizó al escuchar el llanto de su esposo cuando lo vió sobre la cama en posición fetal abrazando una almohada con los ojos hinchados y rojos, el rostro húmedo por las lágrimas.

—¿Por qué estás llorando, mi amor?

—Estás trabajando con Katsuki y me estás engañando con él, ¿verdad?

—Por supuesto que no, te amo a ti.

Izuku trató de abrazarlo y fue empujado por su enojado omega.

Soltó su aroma para calmar su furia pero fue rechazado.

—Te llamé y él me contestó, estaban juntos y, ¿haciendo qué?

—No quería hacerte sentir mal, me asignaron trabajar con él por un tiempo pero eso no significa que te engañe con él. Perdóname por no decirte, no quería hacerte daño y me equivoqué.

—Déjame, vete con él porque ya no te quiero.

—Ven aquí.

Abrazó a su esposo con suavidad por la espalda, besando la marca en su nuca.

—No quiero.

El omega trató de resistirse mientras el enojo se desvanecía con cada beso.

—Te amo a ti, Katsuki y yo solo estábamos trabajando. —Acarició su vientre con ternura. —No tienes que preocuparte por él, tú eres mi omega.

—Estoy muy celoso, no quiero que sigas trabajando con Katsuki —confesó avergonzado, dejándose envolver por la esencia de su esposo.

Izuku se recostó de lado apoyando su peso en un brazo mientras con una mano secaba las lágrimas de su pareja que ya estaba boca arriba mirando el techo con la tristeza fluyendo en su mirada.

—Mañana será mi último trabajo con él, después de eso estaré todos los días contigo porque no volveré a dejarte solo.

—¿Es una promesa?

—Lo prometo. Te amo, Eijirou.

El alfa se inclinó a besar los suaves labios de su omega que sonrió aliviado al sentir la calidez de esa boca que se llevaba toda inseguridad.

Su amor era más fuerte que la envidia.

Su amor era más fuerte que la envidia

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QUIERO SER TU OMEGA || [DekuKiri] •Finalizado•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora