Almohada

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15_ ALMOHADA

Ellos venían a mi habitación todas las noches. Ella se sentaba a los pies de mi cama mientras yo dormía. Se llevaba las manos a la cara para luego llorar desconsoladamente, me aterraba, me paralizaba del miedo. En tanto él, me miraba fijamente mientras le sobaba la espalda a la mujer. Eran tan pavorosos, sobre todo porque ni siquiera los conocía y por más que lo intentaba tampoco podía recordarlos de algún lado.
Regularmente se iban cuando yo comenzaba a llorar y gritaba por mi madre. Entonces ella se erguía, secaba sus lágrimas y se marchaban.
Pero esa noche ella no secó sus lágrimas, se recostó sobre mí cama paralizándome el cuerpo. Ella dijo -Tengo que dejarte ir hijo de mi alma, tengo que dejarte ir- al momento que se abrazaba a mi almohada.
Esa noche, fue la última que dormí en mi cama.

Cuentos de SotanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora