Trato

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25_ TRATO

Por las noches, solía pasear por una pequeña plazuela atrás de mi casa.
Contemplaba por horas los juegos para niños. Me quedaba viendo mecerse el columpio o escuchar como sonaba el volante de un auto grande de metal.
Una noche, se acercó una chica de unos 25 años. Se sentó a mí lado con notoria desconfianza, podía surtir su miedo.
-¿Disculpa? - dijo con voz temblante. -¿No te da miedo estar aquí a estas horas? Te he observado desde hace 4 días. Por si no lo sabes, a estas horas se pueden oír como los columpios se mesen o el volante del carro de metal cruje pues algo lo da vuelta. Literalmente, aquí penan-
Sinceramente no la miré. No fui capaz de ver su rostro cuando le respondí.
-Aquí no penan. Es mi hijo quien se divierte en los juegos. Solo aquí puedo verlo. Ese fue nuestro trato cuando murió.

Cuentos de SotanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora