En efecto, Loon nunca se ha caracterizado por ser muy fuerte o el típico hombre que todas las mujeres desearían en su vida, tampoco era alto ni fornido, no tenía un gran bronceado y mucho menos era un galán que conseguía mujeres tan fácilmente como muchos otros, no. Loon era flacucho, pequeño, y débil hasta cierto punto, pero eso no le impedía enamorarse de una de las chicas más activas y deportivas del mundo, así es...Usagi.Así que ahí estaba, esperando que su futura esposa (como a él le gustaba llamarla en sueños ) llegara a la escuela para acompañarla hasta su salón de clases. Era el quinto día, por lo tanto el dolor para Usagi había disminuido considerablemente y ahora solo quedaba cuidar su higiene personal, y debido a eso ya podía ir a la escuela después de ausentarse por un tiempo.
Y por fin la vio, claramente pudo ver cómo entraba por la puerta, como su cabello azul era movido por el viento otoñal, estación recién llegada desde hacía unas horas, pero que el clima se había podido sentir desde hacía semanas. Esperó pacientemente hasta que ella lo viera para acercarse.
—¡U-Usagi! -nerviosamente soltó un pequeño grito, solo le interesaba que Usagi lo escuchara, no las otras personas en el corredor -
Está no lo escucho, por lo que tomó un poco de aire, y con el algo de valor, para poder gritarle y llamar la atención de la peliazul.
—¡Usagi! - gritó con más fuerza-.
Este fue el grito definitivo, pues aquella chica volteó a mirarlo. Loon le sonrió con bastante felicidad, esperando poder acercarse rápidamente... o eso hasta que vio lo que ella hacía.
Usagi lo saludó nerviosamente con la mano, antes de irse por otro lado evitándolo completamente, Loon estaba en shock, ¿por qué había hecho eso? ¿Acaso ya no quería ser su amiga? ¿Había hecho algo para enojarla?... y entonces recordó.
Se dió un gran golpe en la cara con una de las paredes de ese lugar, ¿cómo pudo ser tan torpe? Era obvio, Usagi había leído la carta, no lo había correspondido y ahora todo era incómodo, muy incómodo. Y por eso prefirió evitarlo.
Loon se fue de ahí, cabizbajo, con sus esperanzas rotas incluyendo a su corazón, parece que esta vez la historia no tendría un final feliz para nadie... o al menos no para el.
Mientras tanto, en otro lado del mismo lugar, un castaño estaba en su asiento listo para apuntar lo que el profesor decía cuando entonces, una voz, ya muy conocida por el, comenzó a molestarlo.
—Freddyyy... esto es muy aburridoooooo -aquel espectro sobrevoló la cabeza de todos los otros estudiantes en el salón antes de volver con el único chico que podía verlo- por favor, sé un mal chico y escápate de clase.. TODOS odian matemáticas..
— En eso te equivocas Fred, -dijo en un susurro, deseando que nadie notaba el como hablaba "solo"- yo las amo, las multiplicaciones, el dividir, raíces cuadradas, pero sobre todo... la probabilidad - soltó un pequeño chillido, siendo lo más parecido que tiene a un grito fangirl - ¡es hermoso! Las matemáticas son todo un mundo de posibilidades...
—¿y en serio te preguntas por qué sigues soltero pequeño nerd? - rodó los ojos con una mueca, no quería estar ahí, era muuuuuuuuuy aburrido para él - Freddy, me iré un momento y por favor, asegúrate de no espantar más a las chicas con tu faceta nerd.
—Fred no soy nerd -rió solo un poco - solo me gustan las matemáticas
— Hasta cierto punto tienes razón... -se acercó a la puerta del aula, levitando, como siempre - Solo te falta jugar a esos estupidos juegos de rol para ser un completo nerd
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Cartas : Freddoy , springle, foxica
RastgeleJoy encontró una, mangle recibió otra, chica no supo de dónde salio aquel sobre, y Usagi no comprendía quién podría sentir eso por ella... Comenzaron a llegar un día y ya nunca pararon, ¿Quiénes podrían ser aquellos admiradores?... Todo es un mister...