Preguntas

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- ¿Tú... crees en Dios?- preguntó una niñita con su vestido blanco y su cabello rizo cayéndole en bucles por sus hombros

Miraba a un chico mayor que ella leer, era la única persona en ese lugar que le causaba curiosidad, la única persona que no parecía creer en lo que las monjitas del convento le contaban. Por eso todas las tardes se sentaba dos mesas frente a él para mirarle leer un libro que hablaba sobre ángeles, en alguna ocasión había pedido el mismo libro a la biblioteca para encontrarle sentido a las repetitivas visitas del chico y su adoración por aquella obra de la literatura, pero al pedirle a alguna de las monjas que se lo leyera, no encontró más que una historia que hablaba sobre un amor, un amor que a esa corta edad ella no podía comprender.

- Ya no- respondió el chico sin retirar su mirada del preciado libro

- Entonces, ¿por qué lees eso?

El chico parecía pensárselo más de lo que hubiese gustado, pero cuando sus ojos elegantes dieron con los de la pequeña un pálpito le hizo saber que la pregunta le divertía.

- Porque habla de un ángel, ¿sabes lo que son los Ángeles?

- Si, son los que cuidan de nosotros, Diosito los trajo para ayudarnos

Él escondió una sonrisa que la asustó, bajó la cubierta del libro y le prestó toda su atención. La pequeña niña nunca había pasado desapercibida bajo su mirada, era como un adorable rayito de luz a su eterna oscuridad, por eso intentaba no ser tan rudo con sus palabras, pero su falta de fe no le ayudaba a seguir con su cometido.

- Los ángeles no existen Lory, no creas lo que todos quieren hacerte creer- dijo intentando no sonar tan duro, pero la niña se encogió en su lugar repentinamente incómoda

- Pero Hugo... si no crees en los ángeles, ¿por qué lees eso?- preguntó con un puchero que hizo enternecer al joven

- Porque me recuerda a alguien- le miró sonriente, era la primera vez que la niña veía su sonrisa, e incluso podría decir que era la sonrisa más hermosa que había visto nunca, pero al momento de brindarle esos escasos segundos de armonía el chico volvió a mostrar su rostro serio y a ella le molestó, cómo podía permitirse prohibirle al mundo la alegría de verle sonreír

Con pasitos torpes y tímidos se acercó al chico y colocó sus manitas pequeñas en sus mejillas, el tacto de su piel suave y tierna le estremeció, nadie lo había tocado en años, no dejaba que alguien le tocase después de aquella etapa donde pensó morir. Pero la chica ignoró por completo la incomodidad de él y movió sus labios a su gusto para sacar sus dientes a relucir. Él estaba confundido, no entendía que hacía pero la dejaba, porque le gustaba que ella le tocase, se sentía diferente, ella era diferente.

- Ya está- sonrió satisfecha- No se te ocurra arruinar mi obra- dijo como si el simple hecho de haberle restaurado la sonrisa hubiese sido su mayor logro y eso, inevitablemente, hizo al chico reír de verdad

- Sabes... creo que retiro lo dicho- susurró el chico mirándola con ternura- creo que comienzo a creer que los Ángeles si existen Lory... tú eres mi ángel








Taehyung había despertado con una resaca mayor que su propio tamaño y casi a tropezones comenzó a caminar como zombie hacia la cocina, donde yo ya había tomado medidas para los dos muertos vivientes que tenía frente a mí.

- Solo pido un poco de tranquilidad en esta casa, solo un poco y ya están los dos de borrachos haciendo apuestas absurdas por quien duerme conmigo, pueden al menos darme un día libre, solo uno, ¿es mucho pedir?- pregunté dejando la bandeja con la sopa que me había enseñado a hacer la madre de Taehyung para curar la resaca

The Stripper [Jjk & Kth] +18 "SAGA RAMÉ"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora