Capítulo II

27 5 0
                                    

Ema

Camino por el parque con Awilda observando todo el lugar, en realidad no se que rayos hago acá ni siquiera quería venir pero el idiota de Brent me soborno para que viniera con Awilda y ¿que se puede hacer cuando te ofrecen chocolate y dinero?  pues fácil ceder.

—Sabes tengo ganas de comer helado de zanahoria. –la mire raro.

—¿Zanahoria? –digo haciendo una cara rara.

—Si ¿que tiene? –dice ella inocente, algo que no es.

—¿Donde rayos conseguiremos UN helado DE zanahoria? –Ella se encogió de hombros.—Por Dios estamos en el parque y dudo que ese señor que está vendiendo helado en ese carrito tenga helado de zanahoria así que antojese de algo menos complicado como el pasto del parque.

Ella me miró con cara de asco.

—Eres una cochina como cres que comeré hierba, lo intenté y sabe horrible. —ahora fui yo la que la miré con asco.

—Sabes, mejor vamos a sentarnos en ese banco y deja tus antojos para después. –señale este, ella me miro mal y refunfuñó pero aún así nos fuimos a sentar al banco.

Duramos un buen rato sentada en el banco sintiendo la rica brisa del parque sin decir ninguna palabra.

—Ema ¿Sabes donde pueden vender helado de pescado? –la mire raro.

—¿En un pescadería? –digo con duda encojiendome de hombros.

—¡Enserio quiero un helado! –exclama como si estubiera desesperada y fuese una niña de cinco años.

La miro y ruedo los ojos.

—Mejor largemono de aquí y vamos por algo de comer. –me paro y la tomo de la mano parandola.

—¡Si!–dice emocionada. —Quiero una pizza que tenga de todo menos maíz.

—Bien.

▪▪▪▪▪▪

Llegamos al lugar y entramos es muy lindo esta todo pintado de rosado con negro.

—Vamos aquella mesa. –me tomó esta vez ella de la mano jalandome.

—Al paso.

Después de un momento llegó una chica para anotar nuestros pedidos. Y como Awilda lo dijo pidió una pizza con de todo menos maíz y una soda en cambio yo elegí algo sencillo. Un vaso de té helado con leche y una rebanada de pastel red velvet.

—Mañana iré a clases de yoga junto a Brent. –rió feliz.

—Bien por ustedes. –le doy una sonrisa.

Saco mi celular de mi viví la cual todavía me acompaña en todos momento.

—¿Podemos tomar
aciento aquí? –alzo la mirada de mi celular y observo a dos chicas que están frente a nosotras,una con el cabello azul y la otra con el cabello rosado.

—Por mi no hay problema. –responde Awilda sonriendo.

Las dos chicas se me quedan viendo esperando a que yo les diera mi respuesta.—Claro, pueden sentarse en otro lugar. –dice mi subconsciente.

—¿No, hay más asientos? –digo mirando a todo las mesas del lugar pero no había ningún lugar vacío, solo dos puestos vacío en nuestra mesa.—Está bien pueden sentarse.

Luego de un rato llegó lo que Awilda y yo habíamos pedido junto a los pedidos de las chicas pelos de colores.

—Gracias.–dijo la chica del cabello rosado a la mesera.

Territorio De Enanas |2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora