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El plan de Taehyung y Hoseok para sabotear la boda dio inicio al cuarto día en que habían llegado.

—¡Alguien dejó abierta la puerta del congelador y todas las rosas de chocolate se derritieron!– chilló Minji, la madre de Jimin.

Jungkook se despertó con la novedad de aquel sospechoso "accidente". Su mirada viró hacia Taehyung quien los últimos días había estado muy callado y distante. Logró captar la mirada que se lanzaron Hoseok y él brevemente, una sonrisa ladina se formó en los labios del castaño por apenas segundos antes de fingir consternación.

—¡Nos tomó mucho tiempo hacerlas!– la mujer esbozó un gesto de tristeza y Jungkook no pudo evitar sentir pena, pero Taehyung y Hoseok ni siquiera parpadearon con la mas mínima culpabilidad.

—No te preocupes, mamá– Jimin consoló a la mujer —todo estará bien, conseguiremos otras–.

—Estas eran especiales, Jiminie– Minji se refugió en el brazo de su hijo —las hicimos Suran y yo. Eran feas y no estaban a la altura de unas de repostería pero...– los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas.

Jungkook sintió tanta tristeza que no pudo evitar querer tomar a Hoseok y Taehyung y exponerlos frente a todo mundo. Pero se detuvo y habló;

—Les ayudaré a hacer mas, tomé un curso de repostería hace un tiempo y soy bueno con las manos– sonrió. —Además, será mas rápido con otro par de manos extra. Vamos a comprar los materiales–.

—¡¿De verdad, Jungkookie?!– el rostro de Minji se iluminó.

Taehyung giró hacia él con la boca abierta mientras Hoseok arqueaba una ceja desde lejos.

—No es necesario, de verdad, podemos simplemente...– Jimin negaba hasta que Suran apareció.

—No hay que quedarnos sin hacer nada, todavía falta poco mas de una semana, hay tiempo– dijo la mayor de los Min, tomando las llaves de su auto.

Minji tomó a Jungkook de la mano y lo guió hasta la salida advirtiendo y asegurando a todo el mundo que las próximas rosas de chocolate que hicieran serían incluso mejor que las primeras.

Dos horas después, Jungkook y las dos mujeres ya se habían adueñado de la cocina en medio de anécdotas divertidas y chistes malos mientras creaban lo que ellos llamaban "piezas de arte". Jungkook no había mentido cuando dijo que era bueno con las manos pero si que les dio una gran sorpresa.

—Eres bueno– felicitó Suran —¿te molesta si pregunto por qué fue que hiciste ese curso de repostería que mencionaste?–.

Jungkook dudó antes de responder, pues no quería dañar el ambiente tan agradable.

—Lo tomé junto con mamá... Ella prácticamente me obligó para pasar mas tiempo juntos antes de... Antes de que muriera. Quería que tuviera muchos recuerdos de ella– dijo con una sonrisa nostálgica.

—Oh, lo lamento tanto– Suran dejó de hacer lo que hacía y lo abrazó, Minji corrió desde el otro lado de la cocina con las manos llenas de chocolate para unirse al abrazo grupal improvisado con lágrimas en los ojos, ella siempre era sentimental.

Jungkook se dejó aplastar en medio de las dos mujeres que intentaban consolarlo pensando lo cálido que se sentía un abrazo. Habían pasado años desde la última vez que tuvo uno como ese. Yugyeom solía abrazarlo pero siempre era brusco, juguetón y al final terminaba metiéndole la mano en zonas incómodas del cuerpo. Éste abrazo era maternal.

Para cuando la noche cayó, el equipo de tres ya tenía todo un arsenal de rosas de chocolate en ramos de un lado y una montaña de intentos fallidos en el otro pero lo importante era que habían logrado hacer incluso mas de las que tenían antes.

—¡Son hermosas!– decía Jimin mientras el resto quedaban boquiabiertos.

—No lo habríamos logrado sin Jungkookie– sonrió Minji.

Suran abrazó a Jungkook ligeramente mientras los ojos de Taehyung echaban fuego. Minji colocó todas las rosas en el enorme congelador y esta vez, para evitar percances, decidió asegurarlo con el candado que colgaba de las argollas a los lados.

Luego de cenar cuando todos se dirigieron a sus habitaciones, Taehyung y Hoseok rodearon a Jungkook, empujandolo al interior de su propia habitación.

—¿Qué crees que estás haciendo "señor todo lo puedo"?– rugió Taehyung por lo bajo.

—Dale con la silla– exclamó Hoseok por detrás de ellos.

Jungkook los observó en silencio mientras ambos lo flanqueaban con mirada de irritación y brazos cruzados.

—Deja de joder nuestro plan– exigió el castaño, enterrando su dedo índice sobre el pecho de acero de Jungkook. —¿Te crees el puto héroe?–.

—Solo hago lo que considero correcto– repuso con dificultad.

—¡Me importa un carajo tu estúpido complejo de Magical Girl que lucha por el amor y la justicia, deja de meterte en lo que no te importa!–.

—¡BOOM! Toma eso, Bunny– Hoseok se acercó hasta empujarlo hacia la cama en donde Jungkook cayó a trompicones.

Taehyung subió el pie hasta el borde de la cama justo en medio de las piernas de Jungkook, peligrosamente cerca de su miembro. El castaño se inclinó con mirada retadora hacia él al tiempo que Hoseok rodeaba la cama y trapaba hasta tomarlo por los hombros y obligarlo a caer de espaldas por completo sobre el colchón.

—Seguro no quieres conocernos molestos– murmuró Taehyung —podemos ser mucho más malditos que los gemelos así que no juegues con nuestra paciencia–.

Jungkook no tuvo tiempo para responder cuando de pronto Hoseok se inclinó y lo besó.

El movimiento fue inesperado y confuso no solo para él sino para Taehyung también quien parpadeó confundido mientras escuchaba a Jungkook gemir cuando la lengua del otro chico entró a su boca. El castaño abrió los ojos con asombro y los separó de un empujón.

—¡¿Qué haces?!– chilló molesto.

—No es justo que solo tú lo hayas probado– Hoseok se cruzó de brazos esbozando un puchero con los labios molestamente hinchados y brillosos.

Taehyung lo maldijo mentalmente de todas las formas que se le ocurrieron antes de desvíar la mirada hacia Jungkook quien permanecía rendido en la cama intentando comprender lo que acababa de pasar. La mirada de tonto y la saliva que se le notaba en el labio inferior hizo a Taehyung rabiar. Rápidamente se inclinó tirándose en la cama sobre Jungkook para besarlo.

Hoseok esbozó un gesto indignado. Jungkook abrió la boca para hablar pero solo obtuvo la lengua de Taehyung tan suave como la recordaba y una gran mordida en el labio inferior. Las manos del castaño arañaron en busca del borde de su playera hasta conseguir meter sus manos, tocando y rozando la piel de su abdomen. Hoseok no pensaba quedarse como espectador solamente así que apartó a Taehyung con brusquedad y le lanzó un plan estratégico.

—La parte de abajo es tuya y la de arriba mía–.

Taehyung parecía confundido hasta que finalmente su mente hizo 'click'.

—Hecho– asintió casi salivando cuando bajó de la cama y buscó la cremallera del pantalón de Jungkook.

Jungkook estaba cegado por las emociones sumando además que su mente era lenta para procesar, le tomó un momento reparar en lo que estaba a punto de pasar.

La realización hizo una explosión en su cabeza que lo dejó aturdido cuando empujó a ambos chicos lejos y se incorporó en la cama de golpe. Se alejó de ellos intentando aclarar sus pensamientos y luchando por mantener su casi erección bajo control.

—¿Es broma?– se quejó Hoseok —que aguafiestas–.

El Club de los Ex Novios [KV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora