«19»

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Todo era un caos.

Era el día de la boda y nada estaba en su sitio. Los trajes de la boda estaban extraviados, el vehículo de la florería que llevaría las rosas no estaba, les habían llevado el pastel equivocado.

Taehyung estaba en una especie de shock mientras veía como Jimin hiperventilaba, caminando de un lado a otro.

—No puede estar pasando– decía en voz baja —no es que quisiera que fuera perfecto pero... Tenía la ilusión de que todo sería...– Jimin no pudo seguir hablando cuando los gemelos Kim entraron a la habitación con gesto afligido.

—Los trajes no están hechos a la medida todavía– dijo Seokjin.

—Al parecer se equivocaron en la fecha de entrega. Se supone que iban a entregarlos la próxima semana así que aún no los terminan– agregó Seokjung.

Taehyung se estremeció y dio un paso hacia atrás.

—Tranquilo, Jiminie. Encontraremos otros trajes– Minji trató de calmarlo.

—¿En menos de seis horas?– Jimin se mordió el labio inferior y asintió, cerrando los ojos —está bien, saldremos de esta. Nuestros trajes no tienen que ser perfectos–.

Pero mentía, en su mente Jimin había imaginado su boda como un cuento de hadas. Cualquier persona con la ilusión de casarse deseaba que ese día fuera especial y memorable. Ahora solo era un torbellino de malas noticias.

Namjoon y Jungkook entraron a la habitación también, sus miradas eran apagadas y cansadas.

—Intentamos rastrear el pedido de las rosas pero no las encontramos en ninguna parte. Es como si la tierra se hubiese tragado el auto en el que venían– explicó Namjoon quien todavía andaba en pijama.

—Está bien... Las rosas no son tan importantes– suspiró Jimin, tratando de mantenerse en calma.

Taehyung retrocedió un paso mas y entonces la mano de Jungkook lo tomó del brazo con fuerza, moviéndolo hasta sacarlo de la habitación. Jungkook lo recorrió de arriba a bajo tras un momento.

—¿Tuviste algo que ver en todo esto?– preguntó directamente.

Taehyung tembló, sus ojos lo delataban. Jungkook cambió su expresión a una de profunda molestia.

—¿Por qué hiciste algo tan infantil? ¿Por qué no lo dijiste desde antes de que este día llegara? Pudimos haber hecho algo pero ahora todo esta...–

Taehyung se liberó del agarre y retrocedió. El pelirrojo no pudo responder nada al respecto y en cambio salió huyendo.

Corrió hasta subir las escaleras de dos en dos y brinco al interior de su habitación sin aliento. Sus dedos se sentían fríos contra la puerta mientras tomaba aire repetidas veces. Todo era su culpa, le decía su conciencia.

Se sentía sofocado en ese lugar. Caminó hacía la ventana que daba al jardín trasero. Abajo se organizaba todo lo que tenía que ver con la decoración y la comida, Suran dirigía cada movimiento, sin embargo estaba teniendo complicaciones debido a todo lo que hacía falta. Era como si el universo entero estuviera conspirando para que esa boda no se llevara a cabo.

Decidido, tomó buscó su maleta y echó dentro todo lo que había llevado para ese trágico viaje. Arrojó cada cosa que encontró sin importarle si estaba bien organizado o no y salió disparado a la salida tratando de pasar desapercibido.

Justo cuando estaba frente a la puerta de la salida, ésta se abrió de golpe y Hoseok entró echando fuego, literalmente.

—¡Cinco minutos, solo pasé cinco minutos con ese tipo y ya lo odio!– rugió molesto.

—¡Hola, yo soy "ese tipo"– un chico rubio alto, de mirada y sonrisa sensual entró justo detrás de Hoseok.

El desconocido llevaba maleta en mano y un aura de elegancia se desprendía de él. Taehyung tuvo que alzar la cabeza para poder verlo a la cara, seguro medía cerca del 1.90, pensó mientras lo observaba.

—¿A dónde vas?– Hoseok frunció el ceño cuando notó la maleta de Taehyung y el apuro en el que iba.

El pelirrojo no respondió y pasó de largo, dejando a ese par detrás mientras la voz de Hoseok lo llamaba.

—Ese chico es jodidamente ardiente ¿quién es?– preguntó el rubio a lado de Hoseok mientras analizaba el redondo trasero de Taehyung.

Hoseok le lanzó una mirada molesta.

—Escucha, idiota...– lo apuntó con un dedo antes de que las voces de los gemelos Kim lo interrumpieran.

—¡¿Cómo que no van a poder venir?!– gritó Seokjin al teléfono —¡son unos ineptos, señorita!–.

—¡Envíe a alguien mas!– Seokjung se pegó mucho al rostro de su hermano para poder gritarle a la bocina del aparato también.

—¿Y ahora que?– Hoseok se acercó a ellos con gesto irritado.

—¡Zelo!– la voz de Yoongi resonó por las escaleras.

—¡Yoons! Quien diría que te casaría antes que yo– se burló el rubio.

Yoongi tenía el rostro tenso cuando se acercó hasta su primo y lo alejó un poco de los otros chicos para poder hablar a solas con él. Hoseok les lanzó una mirada curiosa pero no los siguió mientras los gemelos seguían discutiendo quien sabe con quién.

—Hobi– Namjoon se acercó a él —estamos en código rojo–.

—¿Tan mal así?–.

—No tenemos trajes, ni pastel, ni rosas y ahora tampoco música, al parecer no podrán llegar a tiempo. Faltan cinco horas y media antes de que lleguen los primeros invitados– Namjoon explicó rápidamente la situación, apuntando su reloj.

—¡Escuchen todos!– Jungkook llamó la atención del grupo —nos vamos a dividir para hacer que esto funcione. Seokjin y Seokjung, ustedes se encargarán de buscar trajes para Yoongi y Jimin y cualquier cosa que puedan para nosotros. Yoongi tú quédate con Jimin. Namjoon trata de buscar un pastel decente. Hoseok y yo iremos a buscar alguien que pueda tocar la música–.

—¿Qué hay de las rosas?– Seokjung alzó la mano como niño pequeño para tomar la palabra.

—Yo me encargo de eso– dijo Zelo, sacando su celular del bolsillo interno de su saco antes de marcar algún número y llevarse el aparato al oído.

Hoseok rodó los ojos y caminó hacia Jungkook.

—Taehyung se fue– le dijo en voz baja.

—¿A dónde?– Jungkook frunció el ceño.

—Llevaba su maleta así que...–

Jungkook tragó pesadamente y asintió.

—Cambio de planes. Buscaremos a Taehyung y luego la música. Él tuvo que ver con todo esto así que debe tomar responsabilidad al respecto–.

Hoseok tomó la mano de Jungkook y lo obligó a correr hacia la salida.

—¡Díganle a Jimin que no se preocupe, nosotros arreglaremos todo!– gritó Hoseok.

—¿Ustedes?– Seokjin alzó una ceja, desconfiado.

—¡Claro, somos el club de los ex novios después de todo!– sonrió.

Jungkook sonrió también y asintió en dirección al grupo, definitivamente lograrían que la boda fuera un éxito.

El Club de los Ex Novios [KV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora