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Cuando Taehyung era pequeño su abuela solía decirle que se encariñaba demasiado con las personas a su alrededores y por eso sufría cuando era tiempo de despedirse. Jamás podría haber estado mas de acuerdo con eso.

Su abuelita siempre fue sabia pero a pesar de eso nunca fue capaz de darle una solución a su problema. Ella simplemente decia "déjalo ir". Pero ella no tenía idea de lo difícil que era dejar ir a alguien a quien querías tanto o al menos así pensaba el Taehyung obstinado de aquel entonces.

Con el paso del tiempo se acostumbro a ser abandonado y sin darse cuenta cada vez que una persona lo dejaba se llevaba consigo una pequeña parte de su corazón también. Él siempre salía herido a final de cuentas.

—¿Ya has probado el pastel?– Hoseok estaba a su lado, demasiado cerca en realidad.

—Que raro, creí que te la pasarías bailando toda la noche– comentó sin despegar la mirada de la feliz pareja de recién casados.

La ceremonia había sido sencilla y rápida. Había concluido con la típica escena del beso y una serie de aplausos por parte de los invitados. Casi al mismo tiempo después de eso había dado inicio la primer hora de música a cargo de aquel tal Jackson y sus plebeyos, como él mismo los llamaba. Los amigos del oficial Tuan habían resultado ser todo un caso de extrovertidos ruidosos lo cual inyectaba alegría y ritmo al lugar.

La comida había sido igual de alegre. Los meseros se habían desempeñado de manera increíble y Jimin no podía estar mas contento. Sonreía tanto que parecía que la comisura de sus labios se quedaría inmóvil en una sonrisa eterna. Taehyung estaba muy feliz por él.

—¿Puedes creer que estuvimos a punto de arruinar la boda? Creo que hemos madurado– suspiró Hoseok, como si hubiesen pasado años desde sus intentos fallidos.

Taehyung rodó los ojos y suspiró sintiéndose un poco agotado. Su mirada busco sin querer a una persona en especial. Jungkook estaba al otro lado de la pista de baile siendo compartido por los gemelos Kim quienes no lo habían dejado ir en todo ese tiempo. Taehyung estaría mintiendo si dijera que no le molestaba un poco.

Lo peor del asunto era que el pelinegro no parecía oponerse demasiado y de hecho se veía jodidamente alegre bailando con ese par. Parecían amigos de toda la vida. Y pensar que en el pasado los gemelos apenas y lo soportaban. Hoseok tenía razón, todos ellos habían madurado.

—Ahora vuelvo– suspiró y se puso en pie antes de sentir que una mano lo sujetaba con fuerza.

—¡No te vayas!– pidió Hoseok, comiendo el enorme pedazo de pastel que tenía en la boca —ese tipo llamado Zelo me ha estado acosando–.

Taehyung frunció el ceño y buscó al sujeto antes mencionado. El tipo parecía demasiado ocupado charlando con Namjoon pero notó la manera en la que sus ojos buscaban a Hoseok de vez en cuando, con insistencia.

—¿Desde cuando le huyes a los pretendientes?–.

—Él no me cae bien– Hoseok dibujó un puchero y tomó betún del pastel para luego llevárselo a la boca. —Me acosa y me molesta–.

—¿Te acosa? Que raro, casi siempre es al revés–.

Hoseok le dedicó una mala cara antes de suspirar y buscar a ese tal Zelo, de pronto su mirada era de decidida.

—De acuerdo, lo voy a solucionar. Jung Hoseok no huye de los tipos atractivos con deseos sexuales hacia su persona– y caminó decidido hacia su objetivo, olvidando la mitad de pastel que aún le quedaba en el plato.

Taehyung aprovechó la oportunidad para caminar de regreso al interior de la casa. Llegó a su habitación arrastrando los pies y empezó a quitarse el incómodo moño del cuello, los zapatos y el estorboso saco del traje. Se alegraba que a final de cuentas todo hubiese ido bien. Aún estaba preocupado por Jimin, no quería que Yoongi lo hiriera de nuevo pero entendía que no podía pasar el resto de su vida protegiendolo.

El Club de los Ex Novios [KV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora