Problemas Olvidados

60 2 0
                                    

Soy perfecta. Mi vida es perfecta. Mi familia. Todo lo que me rodea es perfección. Soy una chica perfeccionista, desde los tacones que llevo hasta que todo esté en orden en mi baño. Mi vida es un ejemplo a seguir. Soy una de las chicas más popular en mi instituto y además soy capitana de las animadoras. Envidiable. Siempre he mantenido el control de todo, cada cosa en su lugar. Siempre tengo que ser buena con los demás, aunque, en realidad a veces eso no funciona. No por los demás, si no por mi comportamiento. 

¿Se supone que ahora es cuando me arrepiento de todo lo que hice? Creo que eso será un problema  porque no me arrepiento de nada. Sé que lo  que paso estuvo mal, pero cuando eres la más popular de tu instituto, por arte de magia te transformas en una perra. Bueno mejor dicho, lo soy. Simplemente no tengo la mejor reputación.

-Brittany saldré un rato, no me esperes despierta  – grito mamá sacándome de mis pensamientos

-De acuerdo  – respondí

-Está bien, te amo, nos vemos – dicho esto escuche como se cerraba la puerta principal

 Perdón  me presento soy Brittany Evans, hija de padres separados y soy la “zorra” de mi instituto. Esa es mi vida en pocas palabras. Genial. Ahora estoy torturándome la cabeza pensando en todo lo que paso ayer, así es puedo pensar, supongo que eso no me hace una completa inútil. Resumiendo todo ayer fui a una fiesta que daba el instituto, era una fiesta flúor. La noche pasaba tranquila, bailaba con todos totalmente motivada, hasta que de casualidad bese a un chico, la novia nos vio e hizo un escándalo total. Poniéndome en sus talones, no me gustaría nada que me hicieran eso, pero al menos dejaría que me explicaran las cosas antes de mandar todo a la mierda. Lo que ocurre ahora es que quedare como puta, bueno ya estoy catalogada de esa manera, pero principalmente por mi actitud. No puedo decir que soy virgen, pero solo lo he hecho con una persona.

El timbre de mi casa sonó volviéndome a sacar de mis pensamientos. Baje de mi cama y acomode mi short con mi blusa. Baje las escaleras de la casa y fui a abrir la puerta. De espaldas mi estaba Dylan Smith, el más popular y el capitán del equipo de futbol americano.

-Miren quien está por aquí – mi voz hizo que Dylan se volteara – ¿necesitas algo?

-Andamos de buen humor creo – dijo haciéndome a un lado y entrando a mi casa

-Siempre que vienes quieres algo – dije cerrando la puerta- sexo por ejemplo

-¿estás sola? – pregunto examinando la casa

-Sí, mamá acaba de salir – dije caminando a la cocina

Tenía hambre, así que camine hacia el cajón de las galletas y comida chatarra.

-Me entere de lo paso ayer – me di vuelta para mirarlo – esa chica te odiara

-Una mas no me hará nada – dije encogiéndome de  hombros – hace tiempo me acostumbre a que todo el instituto me odie

-¿Si? – pregunto Dylan, caminando hacia mí, para luego posicionar cada brazo a mis lados y acorralándome contra el mesón de la cocina. Lo mire y él estaba mirando fijamente mis labios

-¿Qué haces? – pregunte, él se limitó a negar con la cabeza

-¿Tienes idea de lo enojado que me puse cuando supe que te habias besado con otro imbécil? – aprisiono más su cuerpo contra el mío

-¿Por qué tendrías que enojarte? – pregunte para provocarlo

-No hagas preguntas estúpidas – dijo acortando la distancia entre nuestros rostros y besando mis labios. Me encantaba como besaba este estúpido. Sus suaves labios se movían lentamente sobre los míos, manteniendo un ritmo lento pero a la vez muy provocativo, su lengua pidió acceso a mi boca y yo deje que entrara, sus labios eran tan deseables, lentamente mordí su labio inferior haciendo que gimiera. Dylan tomo mis caderas y me subió al mesón de la cocina aun besándonos. Me separe de Dylan por falta de aire.

-No fue una pregunta estúpida – dije entrecortadamente

Dylan tomo mis piernas y las enrollo en su cintura. Salió de la cocina con rumbo a mi habitación. En la escalera tuvimos algunas dificultades, pero de todas maneras no dejamos de besarnos. Llegamos a mi habitación y me dejo en el piso. Lentamente subió mi blusa hasta dejar a la vista mi brazier negro. Yo acto seguido lleve mis manos hacia su polera y rápidamente la saque de la escena. Sus manos rápidamente desabrochaban el botón de mi short, quedándome solo en bragas y brazier. Ahorrándome tiempo el me ayudo a deshacernos de su pantalón ajustado. Lo mire recorriéndolo completo, de la misma forma que el a mí. En la parte superior derecha de su pecho la tinta negra se hacía presente, tenía tatuada una fecha en números romanos y en su cadera tenía una palabra en latín. Nunca le había querido preguntar que significaban. Me acerque a Dylan tomándolo por el cuello y juntando nuestros labios. Dylan puso sus manos alrededor de mi cintura y me acerco más a él si era posible, luego tomo mi trasero y acto seguido mis piernas subieron a su cintura otra vez. Camino hacia cama y me deposito en ella, mientras con sus labios besaba mi ombligo. Eche mi cabeza hacia atrás deleitada por el placer, Dylan subió su rostro para mirarme unos segundos y luego volver a besarme. Sus agiles manos me quitaron el brazier y luego mis bragas, dejándome completamente desnuda. Mis manos también se dirigieron a su bóxer, también dejando a Dylan desnudo. Se acomodó entre mis piernas, para luego ingresar lentamente en mí. Comenzó muy a la manera Dylan, primero lento, luego rápido y después hasta el fondo. Sus embestidas eran bruscas pero a la vez suaves, entraba y salía de mi interior provocando que ambos gimiéramos con una intensidad que no se podía explicar. Llegamos al clímax luego de algunos minutos y gritamos al unísono el nombre del otro. Dylan ingreso un vez más en mí y luego me beso, haciendo que riera y le devolviera el beso. Luego cayó sobre mi totalmente agotado. Luego nos acomodamos bien en la cama, poniendo las sabanas sobre nosotros. Dylan quedo con su pecho descubierto y apoye mi cabeza en él, mientras él me rodeaba con su brazo. Observe nuevamente su tatuaje ¿Qué significaría? Dylan acariciaba mi espalda haciendo que mi respiración se calmara.

-Sabía que querías sexo – dije con mi vista clavada en su pecho - ¿Qué ocurrió ahora? – pregunte, normalmente cuando Dylan tenía problemas era cuando más necesitaba de mí, cuando teníamos sexo él se olvidaba de todo, aunque era estúpido se despejaba conmigo

-Sabes que no solo te quiero para sexo – dijo lentamente – mi papa otra vez arruino todo

-¿quieres contarme que hizo? Si no lo quieres hacer te entiendo – dije comprensiva

-Él… le dijo a mama que tenía otra familia – levante mi cabeza sorprendida – es un hijo de puta –en sus ojos verdes se podía distinguir rencor y rabia- ¿Sabes que fue lo que me dio más rabia? Lo dijo como si nada, sin remordimiento, en frente de mis hermanos chicos y le importo una mierda

-Creo que tu papa no piensa –dije también con rabia – o quizás sí, pero solo en el mismo, es alguien egoísta

-Brit ahora no quiero hablar de esto – dijo cortante, sabía que solo lo hacía para ocultar su dolor, lo conocía muy bien

-De acuerdo –me senté en la cama - ¿Tienes hambre?

-Sí, muero de hambre – dijo pervertidamente

-Pervertido, hablo de comida – bese sus labios cortamente- ¿comemos en casa o salimos?

-Salgamos, la paso bien contigo – dijo sonriendo

Ambos nos bañamos y luego nos vestimos con nuestra ropa. Después salimos rumbo al centro para despejarnos.

PopularesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora