Beauté © YoonMin

O5

—¿Así está bien?

JiMin medio sonríe ante la pregunta de su novio y asiente, golpeando el otro lado del sofá para que YoonGi tome asiento a su lado.

Algunos días son un poco más complicados que otros, con su cuerpo resintiendo los restos de químicos a los que fue expuesto para combatir su enfermedad.

Algunos de los síntomas en realidad variaban, entre vómitos, mareos, falta de apetito y dolor muscular que podían tenerlo en cama, tal y como si aquello no se hubiese ido del todo.

—Deja de preocuparte, no ha sido por eso que mi derrame nasal de repente decidió que aparecer sería buena idea. —JiMin intentó bromear, detestaba saber que YoonGi se culpaba por cada pequeña cosa que le afectaba.

No era su culpa que con el tiempo se volviese así de frágil, la culpa probablemente nunca fue de nadie.

—Pero aún así. —Continuó —Se que el médico dijo que podíamos hacerlo, p-pero estaría m-mas seguro si tú..

Regresando al tema que detonó su pequeña crisis, JiMin entrelazo sus dedos con los de su chico, tratando de mantener la calma y no soltarse a llorar al saber que podría lastimarlo aún si quererlo.

—Vamos cariño, deja de preocuparte por eso, no pasará nada.

—¿Por qué estas tan seguro? Si mi nariz no hubiese comenzado a sangrar, tú y yo estaríamos en la cama haciendo el amor, con una parte de tu cuerpo entrando en una parte de mi cuerpo que está más que contagiada.

YoonGi frunció el entrecejo, luciendo tan enfadado que JiMin quiso retroceder.

—Hablas como si.. déjalo, JiMin, no es como si estuvieses condenado y yo no supiera en lo que me meto. Eres mi pareja y se que podemos hacerlo o no.

Tratando de razonar una vez más, JiMin se hizo chiquito y se acurrucó en su par de brazos favoritos.

—Estuve en quimioterapias por años, sabes que aún tengo estas cosas en mi cuerpo y que puede ser malo para ti.

Esta vez YoonGi guardó silencio. Bien, joder, el médico había estado tranquilo cuando les dijo que podían tener relaciones después de un tiempo, cuando el efecto de las quimioterapias se estuviese disolviendo y aunque eso podría llevar años, YoonGi aún podría cuidarse un poco más y usar algún tipo de preservativo o en el mejor de los casos; esperar.

Pero era solo que durante los cuatro años que la pesadilla duró, todo lo que hizo fue preocuparse por el bienestar del menor, ignorando las propias necesidades de cualquier chico desde sus 17 y hasta sus 21.

Ser infiel nunca fue una opción y además tampoco era que el sexo controlara su vida. Pero JiMin era todo para él y cuando la noticia de que habían vencido al cáncer se dió a conocer, YoonGi ignoró todo lo demás y se concentró en tener entre sus brazos y de una forma más íntima, a quien siempre fue el amor de su vida.

—S-se que es difícil y-y que soportaste mucho tiempo.. lo siento tanto por eso, amor. —JiMin sollozo, sintiéndose inútil por no poder siquiera darle placer a su chico. —P-pero ahora no estoy del todo limpio y no quiero que eso..

—Basta, basta, no te culpes por algo que puedo, que podemos controlar ¿si? No es nada tu culpa, ha sido la emoción y si te sientes más seguro, entonces vamos a esperar.

Después de varios minutos, JiMin pudo respirar más tranquilo. YoonGi siempre lo tranquilizaba, porque por muy caprichoso que sonara, él sabía que su chico entendería y trataría de buscar una solución.

Para JiMin era importante su salud, mucho más que la suya propia y si tenía que esperar.. lo haría. Después lo recompensaria.

—¿Sabes que día es mañana?

Atendiendo la pregunta de su novio, se removió entre el abrazo y asintió.

Al día siguiente era domingo y sin importar cuán cansado y triste estuviese, ellos se las arreglarían para ir al cine. Una pequeña actividad que se negaron a dejar entre visitas al médico y la eterna alerta de que todo podría fallar en cualquier momento.