Beauté © YoonMin

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—¡He dicho que sí, Tae!

JiMin sonríe. Se siente tan inexplicablemente feliz y lleno de dicha, habiendo deseado eso en sus sueños más tranquilos y, sabiendo que ahora es una realidad y que se ha comprometido de esa forma con la persona de la que está enamorado, no hay forma de que no quiera compartir su felicidad con sus seres queridos.

TaeHyung también le sonríe y acepta el abrazo que le ofrece, apretandole suave contra su propio cuerpo.

JiMin le escucha suspirar.

—Felicidades JiMinnie, estoy muy feliz aunque.. ¿eso suena a trámites y visas complicadas?

JiMin frunce la nariz, porque sí. Casarse en Corea nunca fue una opción ni un sueño tampoco. Sencillamente es imposible y supone que dejó de lado todo eso cuando dijo que sí.

De todas formas no es algo que le pueda arruinar la felicidad que parece brotar de cada poro de su piel, así que asiente con ganas y junta ambas manos, luciendo terriblemente enamorado ante los ojos de su mejor amigo.

—¡Quería decirle a los chicos! —JiMin medio grita. —Pero se que ahora están todos ocupados y.. estoy muy agradecido de que aún con todo el esfuerzo que tenían que hacer, estuviesen a mi lado cuando más lo necesite. —Su voz se torna un poco triste, pero todavía feliz al mismo tiempo. —¡Así que quiero compartir este momento con todos!

TaeHyung suspira de nuevo y le está dando esa mirada de.. simplemente no le agrada a JiMin. Así que el chico aprieta los labios, buscando la mirada de su mejor amigo.

TaeHyung parece sentirse mal por aquello y se acerca lo suficiente como para apretar suavemente su mejilla.

—Estoy feliz de que estés feliz, tu sabes que si. —Dice. —Es solo que hasta hace poco tiempo, yo entendí que tú y YoonGi estaban teniendo problemas y que lo resuelvan es genial, porque ambos son mis amigos y les quiero, pero quiero estar seguro de que todo está bien, antes de saltar de completa felicidad y arrastrarnos para hacer los planes de boda.

JiMin entonces entiende el porqué TaeHyung no parecía muy convencido cuando se lo dijo por teléfono o cuando llegó por fin a su casa, lo abrazó y se detuvo a observarlo un rato, hasta que volvió a sonreír.

Puede sentir la calidez en su pecho y las lágrimas acumulándose en las esquinas de sus ojos y probablemente esté a punto de causar un ataque de preocupación en TaeHyung que a su vez, alertara a YoonGi en la planta baja de su casa, pero es que no puede evitar no sentirse protegido y querido por las personas que significan muchísimo en su vida.

Sus amigos, su novio y sus padres, han sido si no es que todo lo que le mantuvo cuerdo en sus duros momentos, cuando a pesar de todo el cansancio, dolor y tristeza, ellos se encargaron de mimarlo, cuidarlo y hacerlo reír, tan solo para intentar mitigar todo lo que estaba presionandolo para hacerlo caer. Y, eventualmente, todo valió la pena.

—Minnie, no. —TaeHyung lo abraza con fuerza, intentando detener sus lágrimas traviesas y JiMin todavía sonríe en medio de ellas, porque está recibiendo tantas cosas buenas que las emociones ya no entran en su pecho.

Hace pucheros cuando se aleja del abrazo y ríe ante los besitos en sus mejillas humedas, causando otra sonrisa por parte de su mejor amigo.

—Gracias por quererme mucho, Tae. —JiMin dice. —Te prometo que todo esta bien y que estoy seguro de esto. Amo mucho a YoonGi y él me ama a mi, así que quiero esto, quiero vivir esto con él y quiero que nos apoyen mucho porque esto me hace tan feliz.

Sus palabras son suficientes para el protector TaeHyung, quien asiente con fuerza y felicidad, entendiendo y sintiendose totalmente seguro de que es la decisión correcta para sus dos amigos.

JiMin está feliz de poder compartirlo con su alma gemela, su mejor amigo.